El exvicepresidente de Alajuelense, Aquiles Mata, considera reprochable que la dirigencia manuda haya utilizado lo que él considera una maniobra similar para traer a Rashid Parkins al club, a la que hizo Herediano cuando se llevó a Juan Pablo Vargas.
En aquel momento, el ’Team’ presentó a Vargas como su nuevo futbolista, pero el jugador fue inscrito en la Liga de Ascenso con Jacó Rays. En ese instante, Mata presentó una denuncia ante la Fedefútbol, al considerar que los florenses querían evadir el pago de los derechos de formación que le correspondían a la Liga.
El exdirigente lamenta que la Liga anunciara la llegada de Parkins, pero el jugador apareciera inscrito en el equipo de Fútbol Consultants en la Segunda. Eso, más la calidad de su contrato, como jugador de alto rendimiento y no profesional, imposibilita a Limón ejercer el cobro a los manudos por los derechos de formación.
Mientras tanto, en Alajuelense sostienen que ellos recibieron el jugador a préstamo debido a que quieren ver el proceso su adaptación y evolución para así analizar si hacen una compra.
Según Mata, este es un portillo legal que, en su momento, trató de eliminar.
En entrevista con La Nación, el dirigente se refirió ampliamente al caso.
¿Qué percepción tiene del caso de Rashid Parkins?
Resulta un poco lamentable lo que su medio ha denunciado, porque dista mucho de lo que la Liga pregonó en el pasado en la Junta Directiva, en donde dimos una importante talla jurídica pretendiendo erradicar este tipo de prácticas, que la vivimos fundamentalmente con el jugador Juan Pablo Vargas, el cual pasó a formar parte de una institución reconocida en el país a través de argumentos que no eran los correctos; a mi criterio lo inscribieron con diferentes clubes para evitar el pago de los derechos de formación, aún y cuando públicamente anunciaban que pertenecía al Club Sport Herediano.
Eso era parte del objetivo que teníamos nosotros de que la investigación fuera hasta el final y eso nos iba a indicar que había cosas que no se estaban dando de forma correcta en el fútbol costarricense.
Sin embargo, con la llegada de un nuevo jerarca prácticamente se cerró esa posibilidad. Yo diría que se desautoriza lo que veníamos haciendo en ese sentido, y lamentablemente la Liga incurre en esa misma práctica odiosa y discriminatoria, porque está afectando a un equipo que ha formado muchos jugadores y lo oculta. Hay responsabilidad una responsabilidad con una institución como Limón, que lo formó adecuadamente como futbolista.
¿Por qué dice que lo desautorizaron?
Cuando se dio la contratación de Juan Pablo (Vargas) y Herediano la hizo pública, pegamos al grito al cielo y lo denunciamos en los tribunales de fútbol. Ahí nos dimos cuenta de que el jugador estaba inscrito en Jacó Rays, a pesar de que lo anunció Herediano. Nosotros veníamos denunciando para que la Federación montara una jurisprudencia que cerrara este portillo, pero bueno, llegó la nueva junta directiva y una de sus primeras acciones fue firmar la pipa de la paz con el Club Sport Herediano.
Y luego, ante manifestaciones que yo di en un determinado momento en ‘La Nación’, señalando y puntualizando sobre esta acción en la que no estábamos de acuerdo, que sabíamos que era de Herediano, el presidente simplemente cerró la vía y ya no quiso que se siguiera hablando al respecto.
No sé qué términos negoció con Herediano en el caso de Juan Pablo, pero sí cerró la posibilidad de destapar algo que no era conveniente para el fútbol nacional. Pero bueno, así es esto del fútbol. Ahora aparentemente ha hecho algo similar a lo que nosotros reprochamos y deja mucho que desear.
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¿Qué análisis hace del papel de representante del jugador (José Luis Rodríguez es representante de Parkins, inscribió en su equipo de Segunda al jugador y luego lo prestó a Alajuelense)?
No conozco a profundidad la negociación, pero a como lo puedo ver me parece que lo de él (representante) debería ser una conducta única. Si alguien es representante de un jugador, simplemente debe seguir la reglamentación que establece FIFA, no puede ser juez y parte. Eso viene a dar sospecha de algo que no se ve bien.
¿Es un portillo?
Claro, evidentemente es un portillo y prácticas que debemos erradicar. Si queremos tener la posibilidad de hacer los alegatos correspondientes, dependiendo de los intereses de nuestros clubes, las cosas deben estar claras. Todo este tipo de negociaciones deben estar sobre la mesa, no debe haber nada oculto.
Eso es lo correcto, cuando la Liga trajo a un jugador de Limón un tiempo atrás, cuando estaba don Raúl (Pinto) como presidente, se pagó lo que el equipo requería. Cuando un equipo requiere de un jugador que está formado en otro equipo, eso es lo transparente.
La idea de nosotros era acreditar ante el tribunal correspondiente de que ahí había una maniobra que no era la correcta, para obtener un beneficio a favor del Herediano, de tal manera que si la Liga quería recuperar ₡10 millones, recuperara solo ₡500.000, por ejemplo.
Ante un cuestionamiento de Herediano, don Fernando dijo que iba a revisar lo que yo estaba diciendo al respecto porque no tenía el aval de la junta que él presidía.
Ahí se dio una desautorización pública del caso que estaba llevando la institución. Días después apareció una negociación (entre Ocampo y Herediano), de manera que Herediano salió ileso en procura de quitar cosas indebidas del fútbol, pero bueno, ahora entiendo por qué en ese momento se dio esa forma abrupta de terminar ese caso, pues aparentemente la Liga habría hecho lo mismo, una práctica que es muy reprochable.
¿Usted cree que pudo haber ganado el caso?
Teníamos toda la documentación necesaria, teníamos todos los atestados, audios y manifestaciones.
No era lo más correcto que apareciera inscrito con un club con el que anteriormente no tuvo ninguna vinculación, más que haberlo inscrito a sabiendas de que por esa vía se podía evitar que la Liga pudiera obtener un importante monto.
Sí estaban todos los elementos para que la Federación tomara cartas en el asunto.
¿Esa fue su principal diferencia con la actual Junta Directiva?
Yo tenía un rol y dentro de ese rol yo manejaba ese aspecto legal a favor de la Liga. Cuando viene otra forma de actuar, desde luego que eso empieza a minar la participación y el deseo de participar, yo no comulgaba con esos principios. Eso me hizo tomar la decisión de separarme de una junta con la que no tenía esa empatía.