Manfred Ugalde lleva año y medio de ensueño. En enero del 2019, el delantero apenas debutaba con la camisa morada, ahora 15 meses después es el referente de la ofensiva tibaseña; sin embargo, continúa siendo muy joven.
A las puertas de su mayoría de edad, porque cumple los 18 años el 25 de mayo, el ariete ha tenido que aprender a vivir muy tranquilo. No pensar en fiestas, tampoco en salidas a vacilar con sus amigos y evitar los lugares públicos es parte de su rutina.
El jugador aprendió a valorar el tiempo en familia, también es un gustoso de disfrutar a sus seis hermanos y de devolver a sus padres un poco de todos los sacrificios que hicieron por él para verlo donde está hoy.
El goleador del equipo de Wálter Paté Centeno participó en un Facebook Live organizado por los morados, en donde dejó salir su lado más íntimo. En la conversación se pudo ver el joven tímido que todavía no tiene cédula y no el futbolista agresivo que pelea con fuerza cada pelota en la delantera.
Manfred, consciente de las dificultades que han pasado su padre Rafael Ugalde y su madre Andrea Arce, por su crianza y la de seis hermanos más, lo primero que hace en cada quincena es invitarlos a comer.
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El futbolista confesó que tiene un acuerdo con su papá, de que él se encargue de averiguar que se le antoja a la mamá para así poder escaparse en familia a comer.
"Con el primer pago siempre acostumbro llevar a mi papá y mamá a comer todas las quincenas, lo que hago es ir a un lugar donde mi mamá quiera ir. Se trata de quitarle el antojo a mi mamá", dijo entre risas.
El agradecimiento del juvenil con su madre es tal que contó su deseo cuando en Saprissa le dieron la noticia de que ya podía ponerle nombre a la camisa del primer equipo.
Manfred, cuando comenzó como jugador de la primera categoría, lo hacía con una camisa sin nombre, como parte de una tradición tibaseña que llama a los juveniles a ganarse ese privilegio.
“Cuando ya se podía, quería ponerle el nombre de mi mamá a la camisa, pero ya en el equipo lo habían puesto, entonces no se pudo”, recordó.
De hecho, para el morado el aporte de sus papás ha sido vital a la hora de mantener los pies sobre la tierra.
"Muy contento de tener un valor y que sea alto. Mi familia es un punto importante en lo que llevo recorrido, ellos siempre han estado para mí, me han apoyado y eso me ayuda mucho para seguir con humildad. Yo solo quiero que Dios me permita tener a mi papá y mi mamá, eso es muy importante para mí", declaró.
El día que Ugalde nunca olvidará es el 13 de enero del 2019, cuando vistió por primera vez la camisa del Saprissa como profesional y además consiguió marcar un gol. El jugador le anotó a Limón el 2 a 2 en un duelo que la S perdía.
“Ese día apenas terminé la oración, después del juego, revisé el celular y tenía 100 mensajes, la verdad estaba muy contento porque logré que mucha gente se sintiera orgullosa de mí”, acotó.
Manfred, pese a su año y medio como titular en Saprissa, continúa teniendo una mentalidad juvenil, al punto que no tuvo problemas en aceptar que no le gustan los vegetales y si no tuviera restricciones de comida, todos los días comería hamburguesas.
“Los vegetales son importantes, pero no me gustan mucho, ahora que me estoy tratando de cuidar con la nutrición lo que más me encanta comer son las hamburguesas, siempre tengo un día libre para comer eso y son los domingos”, agregó entre risas.
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El número '27' del Monstruo sueña con jugar en el Manchester City, además de que tiene claro que ahora su deseo es ser el respaldo para sus padres y hermanos que han sido ellos para él hasta ahora.
Manfred Ugalde, el tímido joven de 17 años pero valiente artillero, dejó ver su lado más humano sin darse cuenta por medio de las redes sociales.