Guápiles. Quizás pocos conocían al jamaiquino Javon East antes del domingo, cuando le hizo dos goles a Saprissa, dio el pase para otro y provocó la expulsión del portero Aarón Cruz y el tiro libre para el cuarto tanto del Santos.
El caribeño destacó en la jornada del fin de semana, aunque apenas se adapta al fútbol tico, a vivir en Guápiles y a estar lejos de su familia.
El futbolista llegó al país luego de una conversación con su representante, quien le presentó la opción de venir a jugar con el Santos de Guápiles.
“Terminé la temporada con el Portmore United (Jamaica) y hablé con mi representante en Jamaica. Me dijo que el Santos de Guápiles estaba interesado en mí y acepté venir. Eso se dio en junio”, mencionó.
Cuando llegó al país, una de las primeras cosas que hizo fue hablar con Maalique Foster, quien hoy es su compañero de equipo.
“Le pregunté por el equipo y me motivó, me contó sobre su experiencia en el país, me dijo que Costa Rica es un país bonito y me hizo sentir bien. No me pudo contar sobre el equipo porque nunca antes había jugado aquí en Guápiles”, reveló el delantero.
Toda la familia de East se quedó en Jamaica y aunque el veloz número 10 santista dice tener ganas de regresar a su país, sabe que estar lejos es un sacrificio que debe hacer para su crecimiento profesional. Por ahora, solo podrá viajar en vacaciones.
Además, comparte apartamento con Foster, quien es jugador de Alajuelense prestado al Santos.
El caribeño dice concentrarse solo en su trabajo para rendir y cumplir con las expectativas que tienen en Santos sobre él.
“Solo debo trabajar y adaptarme al fútbol del país, jugar bien y hacer lo que sé. Todo lo que sea para mejorar, para hacer grandes cosas por el equipo, debo esforzarme para ello y ser disciplinado”, mencionó.
East entiende algunas palabras en español, pues sus compañeros le hablan en ambos idiomas. Principalmente maneja vocablos relacionados con el fútbol y afirma esforzarse por mejorar su dominio del idioma.
“Las indicaciones las recibo en español. Es lo que más manejo, me apoyo en la pizarra para comprender mejor lo que debo hacer, y si me queda alguna duda pido que me expliquen en inglés”, dice.
El jugador sale poco. Cuando lo hace, va con Maalique y sus desplazamientos consisten principalmente en ir de su apartamento al estadio y viceversa.
“No salgo mucho. Si tengo que ir al supermercado, hay uno a dos minutos de la casa, entonces no necesito salir con frecuencia”.
El jugador aspira anotar muchos goles para tener opciones de migrar al fútbol europeo o la MLS, y menciona que una de las ventajas que tiene es conocer a Maalique Foster, que una vez habilitado volverá a coincidir con él, como ya lo hicieron en el Portmore United y en la selección de su país.
“Maalique y yo tenemos mucha química en el terreno de juego, nos entendemos y hablamos mucho, sabemos los movimientos que debemos hacer para combinarnos y así hemos tenido éxito donde hemos jugado”, explicó.
Para mantenerse conectados con su país, ambos isleños preparan comida típica de su país.
“Hacemos comida jamaiquina aquí. Hacemos muchos platillos con pollo en diferentes presentaciones, arroz blanco, y a veces camarones con especias”, detalló.