El VAR (videoarbitraje) ya generó un cambio significativo en el fútbol de Costa Rica, pero lo que está por venir con la liberación de los audios durante las decisiones más polémicas dará aún más de qué hablar.
Incluso, los insultos que algunos jugadores o técnicos suelen lanzar en la cancha y que solo se reportan en los informes arbitrales también podrían salir a la luz.
Con esto, el famoso dicho “lo que pasa en la cancha, se queda en la cancha” dejaría de tener validez. Si los micrófonos de los árbitros captan ofensas y ameritan una sanción, quedarán registradas como prueba. Además, los propios jugadores o cuerpos técnicos tendrán cómo defenderse si denuncian improperios por parte de los réferis.
Aunque pueda parecer que la liberación de estos diálogos tardará, está a la vuelta de la esquina. Si el VAR opera sin mayores inconvenientes en esta primera etapa, bastarán tres o cuatro jornadas para que la Comisión de Arbitraje dé el siguiente paso y saque las grabaciones en las que los centrales explican lo que observan, intercambiando opiniones con los asistentes en la sala VOR (Video Operations Room).
¿Cómo se dará esta liberación de audios?
En competiciones donde el VAR tiene más tiempo de implementación, los diálogos entre los árbitros y la sala VOR suelen hacerse públicos al término de cada jornada. Estas grabaciones transparentan las decisiones tomadas, mostrando lo que el árbitro vio en cancha y las indicaciones que recibió desde el VOR.
El fútbol costarricense adoptará este modelo. La Comisión de Arbitraje planea hacer públicos los audios de las jugadas más controversiales en las que haya intervenido el VAR, después de cada fecha.
Además, se ha instruido a los árbitros a no justificar sus decisiones en el monitor argumentando que “no vieron nada”. Aunque no tengan claridad sobre una jugada, deben describir lo que percibieron para llegar a una interpretación final con ayuda del video. Estas conversaciones serán las que se harán públicas.
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Es importante recordar que el VAR en Costa Rica solo actúa en cuatro situaciones específicas: análisis de goles, decisiones sobre penales, expulsiones y confusiones en la identificación de jugadores.
Un ejemplo práctico: si un réferi decreta un penal, saldrán a la luz los comentarios que justifican su decisión inicial, lo que le indican desde la sala VOR, las tomas que se solicitan o facilitan y la razón detrás de si se mantiene o cambia el señalamiento.
Actualmente, los espectadores solo ven al central hacer la señal del VAR, dirigirse al monitor y luego tomar una decisión. Sin embargo, no hay acceso al diálogo interno que llevó a esa conclusión final.
Insultos directos quedarán grabados
Todos los árbitros en el campo usan un sistema de comunicación que está conectado entre ellos y con la sala VOR, donde se graba todo lo que captan estos dispositivos. Esto significa que si un jugador o técnico lanza insultos en una discusión con el árbitro, quedará registrado.
Si el réferi expulsa a quien emitió el insulto, el VAR revisará la acción y la Comisión de Arbitraje podría hacer público el audio con lo que se dijo.
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Sin embargo, los micrófonos que usan los árbitros solo captan sonidos a corta distancia, por lo que si las ofensas ocurren a más de dos metros, y considerando el ruido ambiente del estadio, sería difícil que sirvan como prueba.
Con estos cambios, todos los protagonistas del fútbol costarricense deberán cuidar sus palabras, ya que, además de las cámaras, las grabaciones de audio podrían dejarlos expuestos ante sanciones.