Redacción
El nuevo entrenador de Alajuelense, Benito Floro, reconoció que el desempeño de Alajuelense no va a cambiar de un día para otro, y que su prioridad es desarrollar un proyecto serio, en el que se trabaje muy duro.
También afirmó que su cariño por el equipo rojinegro nació cuando Rónald La Bala Gómez firmó con el Sporting de Gijon, justamente cuando él era entrenador de ese plantel español.
El estratega analizó su incorporación a las filas rojinegras, en una entrevista realizada por el departamento de comunicación de Alajuelense.
¿Qué lo ocupa a pocos días de llegar al país para asumir el proyecto deportivo del club?
Lo único que tengo en mente es llegar al país y atender a los medios de comunicación como corresponde; quiero hablar poco y trabajar mucho. Me parece que es lo que se debe de hacer, explicar la idea de lo que se quiere y listo. Ponerse a trabajar y poner a caminar el proyecto. Cuanto menos se hable, más tiempo tendremos para hacer nuestras cosas. El fútbol no tiene gran complicación, no hay gran diferencia entre una idea de un entrenador y otro.
Estamos a pocos días de iniciar el torneo y el tiempo es un enemigo. ¿Cómo toma el margen de espacio para empezar el Verano 2017?
Lo tomo como manda, los chicos están con sus entrenamientos y de la noche a la mañana no van a dejar de saber jugar al fútbol. Ellos seguirán aplicando sus dotes y conocimientos. El fútbol no tiene gran complicación, no hay gran diferencia entre una idea de un entrenador y otro. No es muy determinante para puntuar a corto tiempo. Quizás sí para metas a un más largo plazo, pero no para puntuar. El futbolista va a jugar en su sitio y hará las cosas como las ha hecho hasta ahora.
¿Cuál es el plan para desarrollar las ligas menores?
No es solo porque en toda mi carrera profesional siempre he unido el fútbol de abajo (ligas menores) con el del primer equipo. Es que además es muy eficaz para la entidad que al menos el 50% o el 60% de la plantilla sea creada y enseñada en la estructura inferior del club. Es un sentimiento que se debe alimentar, no solo al jugador, sino a sus padres, hermanos, primos y tíos. Es crear una red enorme que hace que el sentimiento por el club sea muy importante. Todos debemos trabajar en un mismo sentido: aficionados, jugadores, todos los entrenadores de la entidad y en el área de la administración.
¿Desde cuándo hubo química con Alajuelense?
La Liga entra en mi vida con el fichaje de Rónald Gómez (1996-1997), cuando él se incorpora al Sporting de Gijón. Ahí uno toma una simpatía con este club porque la negociación fue sencilla, amena y se hizo bien.
¿Cómo fue la negociación con el presidente Fernando Ocampo?
Lo que Fernando me ha explicado en las conversaciones es que su abuelo fue presidente de la entidad, que él se ha sentido siempre identificado al club, que tiene sus asientos reservados, que ama al club y que quiere un proyecto de acuerdo al nivel; un proyecto ilusionante, con los pies en el suelo y que, conforme avanza, vaya recogiendo a esos alajuelenses que quizás hoy se sienten apagados. Todo esto es lo que me ha impulsado a tomar la decisión.
¿Cuál es su mensaje a la afición rojinegra?
El mensaje más sincero al liguismo, a parte de que el fútbol es un juego de aciertos y desaciertos, es que todos, absolutamente todos en el club vamos a trabajar con mucha pasión, capacidad de análisis y de ejecución para lograr objetivos. Esto tanto en el primer equipo como en los demás, que se vea un espíritu real y aunque se gane o se pierda el aficionado se sienta orgulloso de su equipo.