Aquel muchacho de apenas 18 años que estuvo en la cancha del Morera Soto cuando los dos equipos más emblemáticos del fútbol nacional se enfrentaron por el título de la Concacaf del 2004, salió victorioso en ese momento, porque Alajuelense se impuso a Saprissa con un global de 5-1.
Casi 17 años después, la escena se repitió, con cetro incluido. Ruiz de nuevo estaba en la casa rojinegra, en un clásico nacional, pero escribiendo una nueva historia. Y con un rol muy distinto.
Ya no se presentaba como aquel muchacho talentoso que veía a Wílmer López como su ídolo y que se le hacía increíble estar en la cancha al lado de él y de un futbolista con tanta calidad como la de Froylán Ledezma.
Ahora es el referente, ese hombre que aporta en la cancha, pero que en el camerino también ejerce un liderazgo muy marcado.
Si hay alguien que tiene miles de historias que contar, ese es Bryan, el capitán manudo que prefiere hablar siempre del trabajo grupal que de lo que él aporta.
De los clásicos que ha jugado, el que atesora con más sentimiento es el de esa final de Concacaf del 2004, porque es un título continental que la Liga le ganó a su archirrival.
Pero contó a La Nación que hay otros que tampoco olvida.
“Mi primer gol que anoté en clásicos, que fue un gol después de seis meses de haber fallado un penal y haber perdido el torneo de Apertura en ese momento; pero me tocó anotar un gol en la semifinal del Clausura, fue mi primer gol en clásicos y lo recuerdo de una manera muy especial, así como haber ganado esa semifinal y el título ese año. Han sido tristes recuerdos y otros también muy bonitos que tengo en mi memoria y en mi corazón de los clásicos”, comentó el capitán liguista.
Antes de esta final de la Liga Concacaf, la última vez que Bryan jugó un partido entre Alajuelense y Saprissa fue en abril de 2006. El único clásico del torneo anterior se lo perdió porque debía cumplir un castigo por la segunda expulsión en su carrera.
“Estoy muy tranquilo, lo dije cuando me pasó la situación de perderme el clásico que se jugó en la temporada pasada, que yo no vine aquí a jugar un clásico, vine aquí a jugar, a dar lo mejor para la institución y a conseguir cosas importantes y seguimos igual. Está claro que jugar un clásico tiene una pizca diferente de emoción, de situaciones, de emociones y de mi parte estoy contento de poder tener la oportunidad de jugar el clásico, pero también consciente de que lo más importante es que el equipo logre sacar el partido de este miércoles y poder darle otro título más a la institución”, meditó.
Los partidos entre rojinegros y morados siempre han sido muy intensos y este miércoles no fue la excepción.
Durante su primera incursión con los rojinegros, Ruiz disputó 10 clásicos, de los cuales, nueve fueron por campeonato nacional y el otro es el de esa sonada final de la Concacaf; con un saldo de tres triunfos (1-0, 1-0 y 4-0); cinco empates (1-1, 1-1, 2-2, 0-0 y 1-1) y dos derrotas (1-0 y 2-1).
Los otros clásicos costarricenses de Bryan Ruiz









