Cuando Bryan Ruiz convocó a su hijo Mathías a su partido de despedida entre Alajuelense y Twente, ni por la mente le pasó que el adolescente de 15 años tendría una alta cuota de protagonismo en el juego.
De hecho, cuando lo anunció, hace unas semanas, el ahora excapitán de la Liga y de la Selección Nacional le pidió a la afición que le tuvieran paciencia, porque el muchacho no estaba preparado aún para un partido así.
Fue Mathías quien logró el gol que evitó la pérdida de Alajuelense, un tanto que lo celebraron el capitán, sus compañeros, incluso los jugadores del Twente y ni se diga la afición. Él puso el 2 a 2 en la despedida soñada de su papá.
“Estaba con la emoción del gol, pero sentía esa tristeza de que se retira y es difícil”, expresó Mathías Ruiz.
¿Podría ser que vista la camisa de las ligas menores de Alajuelense? “Podría ser, no tengo respuesta para eso”, respondió el hijo mayor de esa leyenda del fútbol tico que acaba de ponerle punto final a su carrera como futbolista profesional.
“Me dieron una oportunidad y la aproveché. Al principio estaba como con nervios, porque nunca había jugado así, pero me pude desenvolver. No importa quién sea el rival, siempre hay que dar el 100%, es lo que me han enseñado. Me gustaría ser jugador y mi sueño sería llegar al Real Madrid”, detalló Mathías.
Varios minutos después, fue Bryan Ruiz quien atendió a los medios de comunicación y uno de los temas por abordar era esa anotación de su hijo.
Evidentemente, el ahora exjugador está un poco preocupado. Y es entendible, le desea lo mejor a sus hijos, pero no quiere que se adelanten procesos, ni se le meta más presión de la cuenta.
“Soy sincero y Mathías tal vez no espera que diga esto: no esperábamos que él metiera un gol. Estoy feliz de que lo haya metido, pero ya hablaré con él, porque esto no significa nada. Más bien al contrario, tiene que trabajar más para que en algún momento ojalá que en la Liga o donde le llegue a tocar, lo haga bien. Tiene que tener los pies en la tierra”, expresó Bryan Ruiz.
Mathías lleva su proceso de formación en Fútbol Consultants y su papá considera que lo más importante es que en este momento termine de aprender, porque está en una etapa muy importante.
“Que este gol, o estos 30 minutos que hizo no le coman la cabeza. Ojalá que ustedes como periodistas no le quieran comer la cabeza, porque es imposible que un joven después de esto, con 15 años, no lea redes sociales y no vea que todo mundo cree que es el próximo Maradona, o Messi, de los mejores del mundo”, citó Bryan Ruiz.
Dijo que él debe entender que hizo bien las cosas, pero que no está preparado en este momento. Su percepción es que debe seguir a paso lento.
“Espero que ustedes (prensa) me ayuden, que no le coman la cabeza con que será el nuevo Maradona o Messi del fútbol de Costa Rica”, reiteró.
Carolina Jaikel, la esposa de Bryan Ruiz dijo sentirse con mucha gratitud por ver lo que la gente quiere al ahora exjugador y mucha felicidad de que él viviera un momento así de mágico.
“Con el gol de Mathi casi me muero. Hay una situación aquí y es que él ha estado muchos años lejos de su papá. Que hayamos vuelto a Costa Rica, que compartan en familia, que Bryan pueda estar de vez en cuando en los entrenamientos y que juegue en su despedida fue demasiado perfecto y lloré mucho”, apuntó Carolina Jaikel.
En el palco, los otros dos hijos de Bryan seguían con detenimiento el partido de despedida de su papá.
“Pero Leonardo y Benjamín se volvieron locos con el gol de Mathi, porque es que él es un hermano mayor de ensueño, se lo juro. Para ellos, Mathi son los ojos de su vida, estaban muy emocionados, fue muy lindo, la verdad”.
Ella también contó que Mathías casi no pudo dormir de la emoción y que cuando se despertó, en el gran día, “sentía un hueco en la panza”.
“Es distinto, significó todo ese gol de Mathi”, reiteró Jaikel.
Fue inolvidable para el ‘10′
Bryan Ruiz confiesa que fue increíble compartir con su hijo en su partido de despedida, al igual que con sus compañeros y grandes amigos, como Celso Borges, Álvaro Saborío y Wílmer López. Además, de verse en cancha de nuevo con el Twente.
Dijo que le hubiese gustado contar con otras personas importantes para él, pero que era difícil por las fechas y porque la mayoría de sus amigos del fútbol están jugando todavía.
“A Wílmer lo quise tener ahí porque ha sido mi maestro, mi ejemplo durante todo mi inicio de carrera y lo respeto mucho, tanto así que en los quince minutos que jugó yo le quise dar la cinta de capitán para que él lo fuera y no me la aceptó”, confesó Bryan.
También dijo que es increíble que a pesar de que el Pato tiene 51 años, mostró una calidad impresionante con esos toques y pases de primera intención.
“Un jugador del Twente me dijo que no sabía que tocaba tan bien, que le hubiera dicho para intentar marcar mejor, porque en serio se movió bien a esa edad y con muchos problemas físicos que él tiene, pero fue increíble poder jugar con él”.
Indicó que le hubiese encantado que en su despedida estuviera Keylor Navas, pero tenía que regresar al PSG.