La falta de carácter al momento de manejar el grupo, de conocimiento del ámbito local y de buenos resultados fueron parte de los pecados que le costaron a varios técnicos el puesto e interrumpieron varios procesos.
Entre los más recientes destacan los casos de Steve Sampson, Hernán Medford y hasta el propio Rodrigo Kenton.
En el 2002 la negativa de Alexandre Guimaraes de mantenerse en el cargo impulsó la llegada del estadounidense Sampson, en un proceso con miras a la entonces lejana cita de Alemania 2006.
El estadounidense estuvo cerca de dos años en el banquillo, donde disputó 23 juegos (ganó 12, empató tres y perdió ocho), al término de los cuales estuvo cerca de malograr el objetivo en una cerrada serie con Cuba.
“Con Steve Sampson falló el hecho de que no conocía la idiosincrasia de aquí y era demasiado benevolente, uno no conoce la gente hasta que la tiene cerca”, dijo Hermes Navarro, entonces presidente de la Fedefutbol .
Luego de la deficitaria participación de Costa Rica por tierras germanas, el nuevo conato de proceso inició con Medford.
Al técnico le sobraba carácter pero le faltó conocimiento y manejo del ámbito, se le acusó también de “casarse” con los jugadores de Saprissa, equipo del que procedía.
Finalmente, la histórica racha de 12 partidos sin conocer la victoria y un balance de solo siete triunfos en 24 encuentros le abrieron las puertas de salida de par en par.
Entonces Kenton apareció como el emergente detrás del
Inició bien, mas luego llegaron los cuestionamientos y las rencillas a lo interno del camerino, la división del grupo y su incapacidad de controlarlo fueron retratados en un informe elaborado por la Fedefutbol , a raíz del rotundo fracaso en el camino a Sudáfrica 2010.