Cartaginés sufrió, se entregó y nunca se rindió, aunque por momentos todo hacía indicar que la adversidad le ganaría. Al final, los brumosos clasificaron a la final del torneo nacional al empatar 1 a 1 con Herediano y ganar 2 a 1 en el global con una diana que le costó una lesión a Jeikel Venegas, cuando ya todos esperaban la eliminación brumosa.
Herediano y Cartaginés cambiaron su dinámica del primer juego, donde fueron más controladores, más calculadores y corrieron pocos riesgos. Para el partido de vuelta la pierna fuerte estuvo como característica principal, además de un equipo florense totalmente abalanzado al ataque, como lo exigía el libreto al estar abajo en el global.
El cuadro que no pudo soportar la presión y perdió con rapidez su ventaja fue el brumoso. Los blanquiazules salieron como todo el que sigue el fútbol lo esperaba: con un fuerte bloque atrás y hombres veloces y desequilibrantes en ataque para intentar contragolpear con éxito.
La táctica parecía que en la aplicación no iba mal; en los primeros minutos Marcel Hernández tuvo la primera contra y el balón pasó rozando el palo de mano izquierda del arquero Esteban Alvarado.
No obstante, en una jugada en la que el Team resolvió rápidamente cómo llegar al área contraria, el delantero Bryan Rojas fue el que consiguió anotar con un cabezazo muy bien colocado que entró pegado al poste derecho de Kevin Briceño.
En la acción, los de la Vieja Metrópoli hicieron todo mal. La presión a Yeltsin Tejeda para que diera salida desde atrás fue insuficiente, al punto de que el futbolista logró abrir a la derecha sin problema. Luego Orlando Galo sacó un centro sin mayor problema; para cerrar, en el área Bryan Rojas cabeceó completamente solo y con toda la comodidad.
La diana fue un balde de agua fría, al punto de que después de esto se dieron una serie de yerros individuales como una entrada con fuerza excesiva de José Vargas. El zaguero que anotó en la ida el gol brumoso, saltó con un brazo en alto, le rompió la boca a Yendrick Ruiz y por esta agresión dejó a su equipo con ‘10′.
El pitazo que finalizó la primera parte fue un respito para los blanquiazules.
En el complemento, la situación de juego no varió.
Herediano continuó con su presión asfixiante, la pelota fue solo rojiamarilla y la movilidad de Yendrick Ruiz, Jhon Jairo Ruiz y Gerson Torres comenzó a cansar a los rivales.
Pese a las embestidas del Herediano, la defensiva visitante consiguió resistir; a falta de 30 minutos para finalizar el tiempo regular Hernán Medford notó que su ofensiva era fácilmente controlada, por lo que incluyó a hombres con buen mano a mano como Kenneth Vargas y Kennedy Rocha.
Por su parte, Cartaginés no cambió su forma de llevar el duelo. Prácticamente estaba tirado a la suerte de aguantar hasta que se diera un error florense, el cual llegó. Y por partida doble.
En el minuto 65, un pelotazo de Kevin Briceño fue desviado por Yeltsin Tejeda hacia atrás, Jeikel Venegas se avivó, ganó la posesión de la pelota, sacó dos marcas y remató con la punta del pie para vencer a Esteban Alvarado. Orlando Galo tuvo el chance de sacar el esférico pero hizo un movimiento que nadie comprendió, la pelota agarró velocidad y se coló en el marco.
Géiner Segura se abrazó con Mauricio Wright y la locura en el campo fue tal para los brumosos que todos se lanzaron encima de Venegas, quien pedía a gritos auxilio de parte de su médico, porque la jugada le costó una lesión, a cambio de la clasificación.
Al cierre, la desesperación le ganó a Herediano y Cartaginés manejó la pelota para meterse en la final.