Pasadas las 5:30 p. m. del domingo, los pasajeros que iban en el autobús de Guadalupe LTDA en la ruta de Las Heliconias se sorprendieron ante una reacción muy emotiva del chofer.
Quizás, a este momento no sepan por qué es que ese hombre que iba con unos audífonos puestos aplaudía y a la vez lloraba. Algo que ni la mascarilla podía disimular.
Don Mauricio Suárez ya estaba avisado. Su hijo Aarón le comentó que había sido convocado por Andrés Carevic para el partido contra Saprissa y que estaría en la suplencia. Es decir, había posibilidades de que su retoño de 18 años debutara en clásicos.
La Liga iba ganando cómodamente por 3-0 en Tibás con los tantos de Alex López, Johan Venegas y Jurguens Montenegro. Suárez, el talento de La Trinidad de Moravia entró al partido en el minuto 73, en lugar de Barlon Sequeira.
Don Mauricio no se cambiaba por nadie y le prestaba más atención a lo que escuchaba por la radio.
Venegas puso el 4-0 y en el minuto 83, el chofer de ese bus enloqueció de felicidad.
“Cuando escucho la narración de que va Aarón, va, va, va, yo iba manejando y en ese momento me volví loco. La gente ni se imaginaba que yo era el papá de uno de los muchachos que estaban jugando y que acababa de anotar en su primer clásico. Me embargó tanta emoción de todo, de ver que todo valió la pena”, expresó don Mauricio a La Nación.
No sabía ni qué hacer y no dejaba de llorar.
Apenas pudo, le mandó un audio a su muchacho, con la voz totalmente entrecortada y con mucho sentimiento.
Esto es lo que le dijo en esa grabación espontánea de 49 segundos: “Papi, nunca me imaginé tanta emoción... (silencio)... Estoy llorando como un carajillo (sollozo)... Que Dios me lo guarde y me lo cubra siempre. Usted no sabe cómo me siento. Estoy llorando ahorita de pura felicidad y estoy manejando. Siga así, oyó. Siga así mijo, siga así. Jamás pensé que en su primer clásico iba a pasar todo esto. Que Dios me lo siga bendiciendo. Sabe qué... Lloro a cántaros. De verdad mijo, que Dios me lo acompañe”.
Cuenta que quería decirle tantas cosas, que eso fue lo que le mandó al creativo zurdo.
Y por más que pasen las horas, no deja de sentir esa emoción que tiene y que no todos entienden, porque ha sido saprissista desde siempre y hoy anda con la camisa rojinegra y lleva la bandera de Alajuelense en el bus que maneja.
“Yo soy morado de toda la vida y el sueño mío era que todo lo que hizo el domingo lo hiciera con Saprissa, pero estamos en el presente y en su momento él tomó su decisión de irse para la Liga. Sinceramente, Wálter Centeno no lo quiso debutar, Saprissa ha desaprovechado las ligas menores. Con Agustín Lleida la Liga tuvo un buen ojo y estos muchachos sobresalieron. Y hoy por hoy él está viviendo los frutos”, relató don Mauricio.
Desde hace unos seis años, no vive con sus hijos y sospecha que el menor de la casa tenía la duda de cómo iba a reaccionar él cuando supiera que se marchaba a Alajuelense, algo que pasó en julio de 2019.
“Cuando Aaroncito tomó la decisión, yo no lo sabía. Duré unos 15 días para volverlo a ver y ni siquiera sabía que Centeno se lo había llevado a una minipretemporada y le dijo prácticamente que no lo iba a tomar en cuenta. Él fue manejando sus opciones, lo hizo con su hermano mayor. Un día me dijo: ‘Pa, le tengo una noticia’... Le dije que ahora hablamos y me respondió: ‘Bueno, agárrese duro’”.
“Yo no me lo esperaba, pero cuando él me comenta la situación, lo que le pasó con Centeno y se dio la oportunidad de que la Liga sí lo quería, lo apoyé. Él duró un poquito más de una semana en tomar esa decisión y yo siento que duró mucho por el hecho de que yo era muy morado. Bueno… sigo siendo morado, porque mi corazón está partido entre los dos, pero cuando me dio la noticia, yo como padre lo apoyé. Le dije que él es el que juega y si era su mejor opción y ahí iba a ser feliz, yo lo amo tanto que si tenía que ponerme la camisa de la Liga me la pondría y por cierto, ahora la ando puesta”, destacó.
Clásico inolvidable. “Vale que no padezco del corazón, porque me hubiera dado algo y sinceramente yo soy muy apasionado del fútbol. Mis compañeros me felicitan y me siento más famoso que el papá de Keylor Navas. Pasarán los años y yo siempre atesoraré el clásico 329 porque fue la primera vez que Alajuelense le metió un 5-0 a Saprissa y siempre veré este partido porque el último gol lo hizo mi hijo y quedará en la historia. Imagínese cómo me siento”.
No hay quinto malo 🖐️🔴⚫️🦁 pic.twitter.com/gORhMTcrz8
— FUTV (@FUTVCR) April 18, 2021
Don Mauricio explica que con los futbolistas jóvenes hay que aconsejarlos constantemente.
“Él tuvo un periodo de unos ocho partidos en el que no lo llevaban ni a pasear y estaba un poquito desmotivado. Yo le dije que estuviera tranquilo, que ahorita le llegaba la oportunidad y la debía aprovechar, porque la Liga está muy fuerte”, relató.
La Liga lo llevó a Jicaral y después de ahí él empezó a jugar.
“Había tenido una y la dejó ir. Yo le decía que tranquilo, que era la emoción. Un día hizo una asistencia, después anotó contra Grecia, en Estados Unidos hizo un pase muy bueno y en este clásico anotó. Él está haciendo bien las cosas, está trabajando, tiene mucha humildad y tiene los pies bien en la tierra”.
Y agregó: “Ahora lo veo más por tele que en persona, pero físicamente ha cambiado demasiado. Ahorita tiene un gran entorno y siento que esa madurez, esa calidad que él maneja está sacándole más facultades. Él ha trabajado y ha luchado para eso. Hoy por hoy va paso a paso, no es de la noche a la mañana y yo lo que le digo es que tiene que seguir esforzándose porque si se siente arriba, todo se viene abajo”.
En un camerino donde hay jugadores como Bryan Ruiz, Alex López, Johan Venegas y Marcel Hernández, hoy se habla de esos cachorros que van creciendo, como Aarón Suárez.
“Usted se acuerda cuando a Keylor Navas lo contrató el Real Madrid y él se sentó en ese camerino y dijo qué estoy haciendo aquí… Yo siento que mi hijo está igual. Yo le digo que está con la crema y nata del fútbol nacional y tiene que aprovechar la oportunidad y el entorno, porque no todos los chiquillos tienen la oportunidad que le tocó a él”.
Ahí cae en cuenta de todo lo que ha pasado desde que él empezó a formarse.
“De estar en ligas menores y todo el proceso con Saprissa, saber que el entrenador no lo quiere debutar y salir del equipo. Muchos se han quedado en el camino, otros se han ido a otros equipos, pero él tuvo la oportunidad y la bendición de salir de uno grande a otro más grande y le digo a otro más grande porque Alajuelense es el club que mantiene a mi hijo ahí. Entonces, para mí es el más grande de todos, a pesar de que yo sea morado”, afirmó.
Además, dijo: “Para mí la Liga es el más grande de todos porque es el equipo que tiene a mi hijo, el que le ha dado la oportunidad. Y al Saprissa lo amo un montón, porque es el equipo de mis amores. Cada quien tiene su mundo y su cabeza. Yo lo veo así, pasar de un equipo grande a uno más grande y él tiene que valorar esas cosas”.
Don Mauricio siempre le insiste a Aarón en que nunca olvide de dónde viene, “porque en el momento en el que pierda la humildad se le cae el mundo y así es. Puede estar con Bryan, puede estar con Keylor, puede estar con todos los mejores del mundo, pero si él pierde la humildad que maneja ahorita se cae todo”.
Y entre ellos también hay espacio para las bromas.
“Le digo que cambiemos de trabajo, que él se venga a manejar el bus y yo me voy a ese camerino. Y se muere de la risa. Como padre me siento muy orgulloso de verlo a él realizado, jugando fútbol”.
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