Saprissa volvió a ver como al frente, en su cara, le robaron un fichaje. Los morados fueron la primera opción de Celso Borges para volver al país, sin embargo el volante no encontró en la ‘S’ el ofrecimiento que pusiera a los saprissistas en cabeza de la carrera por sus servicios.
Las negociaciones con la S no fueron de la última semana, ni siquiera los últimos 15 días. Borges y Saprissa comenzaron a hablar prácticamente hace un mes, cuando el futbolista ya tenía claro que su futuro en el Deportivo La Coruña pasaba por decidir cómo acabar su relación laboral.
En aquel momento no fue Saprissa el que movió ficha, sino el mismo jugador que entabló conversaciones para medir el interés tibaseño en un posible regreso del futbolista a sus filas. En aquella ocasión, el Monstruo se mostró dispuesto a recibirlo y el jugador sintió el deseo por vestir la morada como su primera opción.
Luego de aquel primer contacto comenzaron las llamadas, los montos y las negociaciones. El jugador y Ángel Catalina, gerente deportivo del Saprissa, nunca llegaron a un punto en el que dijeran: ‘todo está acordado’, empero las conversaciones iban bien y había tiempo para resolverlo.
El mediocampista también debía resolver su desvinculación de La Coruña, la cual podía ser por dos formas: despido o rescisión de contrato, pero mientras esto ocurría el futbolista debía mantener su profesionalismo intacto para no dar razones al Deportivo en una posible disputa legal por el resto del contrato que tenía hasta junio del 2022.
Saprissa se confió de sentirse solo en el mercado y no apretó en la búsqueda de un acuerdo. El tiempo pasó y Alajuelense apareció para hacer lo que se le está volviendo tradición: metérsele al Monstruo, quitarle sus fichajes en la cara y causar una ola de burlas de manudos a morados en las redes.
En su momento en Tibás sucedió lo mismo con Johan Venegas, también con Marcel Hernández. Y es que la S también ha querido a símbolos manudos, pero la diferencia es que la Liga sí los ha defendido... Así sucedió con Bryan Ruiz y también Pipo González.
Saprissa prometió que para este torneo tendría un estratega de perfil internacional reconocido, al final decidió mantener a Mauricio Wright, quien le entregó la copa ‘36’. Por otra parte también se habló de dos o tres fichajes de peso, sin embargo los morados hicieron un mercado sumamente discreto, totalmente superados por Alajuelense; el archirrival se armó nuevamente hasta los dientes.
El Monstruo pretendió a Deyver Vega, Celso Borges y Bryan Oviedo, pero ninguno de los nombres más fuertes que buscó al final llegó.
Otra gran promesa saprissista es el famoso Centro de Entrenamiento, el cual ya debería estar funcionando pero sigue en ascuas. El CES será una realidad, lo sé de buena fuente, pero deberían hablarle con claridad a la afición, aunque ese es tema para otra columna.
Es cierto que Saprissa en el último torneo ganó la 36 y celebró a la grande, pero un cetro no puede esconder la ‘extraña’ estrategia deportiva que han seguido desde antes de Ángel Catalina, cuando con una economía reservada dejaron de competir por los grandes nombres y tampoco demuestran avance en los proyectos que pueden dar un claro mensaje de fortaleza institucional.