Las pérdidas millonarias al percibir cero ingresos por la ausencia de eventos masivos, ya sean deportivos, culturales o conciertos en estos meses de pandemia, ponen a la gramilla natural del Estadio Nacional como ‘una víctima más’ de la covid-19.
En junio se venció el contrato con Agrícola Roca, la empresa contratada desde 2016 para los servicios de mantenimiento de la cancha.
Ante la crisis provocada por el nuevo coronavirus eso era un serio problema, si se toma en cuenta que los ingresos que genera el Nacional se usan para administrar el estadio y darle mantenimiento.
“Ha sido extremadamente complicado. Desde la administración del estadio lo que se hizo fue reducir los gastos al mínimo, mínimo, mínimo. Eso significó reducción de jornadas laborales, que aunque es un equipo pequeño como de siete u ocho personas, hubo que hacer reducción de jornadas laborales en un inicio y después suspensión del contrato laboral de algunos funcionarios. Además, se venció el contrato del mantenimiento de la cancha, que es un monto importante mensualmente”, relató el presidente de la Junta Administradora del Estadio Nacional, Juan Carlos Crespo.
Ante eso, había que encontrar una solución momentánea y se activó un plan de emergencia mientras tanto.
“No podíamos descuidar la cancha. Se conversó con la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) y la Federación está ayudando en el mantenimiento de la cancha para no perderla”, indicó.
Eso significa que los personeros de la Federación que cuidan los campos del Proyecto Gol recortan el pasto en el Nacional y lo supervisan; pero el trabajo se les incrementó, en vista de que las selecciones nacionales recibieron el visto bueno para retomar las prácticas en microciclos semanales.
“Para el mantenimiento de la cancha, el contrato regular con Agrícola Roca se venció en junio y no se pudo renovar. Ahora hay que volver a hacer el concurso y esperemos que se pueda para setiembre u octubre”, informó Crespo.
Eso sí, afirma que la cancha “está en excelentes condiciones”. De hecho, así se jugará el próximo sábado la Súpercopa entre Herediano y Saprissa.
“Lo que hay que tener es mucha paciencia y yo siento que en medio de todas estas tragedias, para tranquilidad de los ciudadanos, del país, el Estadio Nacional no está abandonado, no está botado, no se está deteriorando, se está cuidando, se está administrando con grandísimos sacrificios, pero estamos sacándolo adelante”.
Crespo asegura que se han hecho esfuerzos gigantescos y le agradece al Consejo de Deportes y al Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder) que pronto resolviera el tema del Estadio Nacional, en medio de toda esta crisis, a través de un presupuesto extraordinario.
“En el momento en donde se cierra el estadio y pasamos a ingresos cero, por actividades, por eventos, siguen corriendo una serie de gastos millonarios, como por ejemplo la luz, el agua, las pólizas, el mantenimiento de la cancha y algunos otros rubros importantes para poder mantener las instalaciones aunque estén cerradas, pero en condiciones”.
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Indicó que con el aporte del Icoder se pudieron cancelar unas facturas de agua y luz, porque si no ya hubiesen cortado esos servicios en el inmueble.
“El Consejo de Deportes nos pidió un presupuesto hasta diciembre y con base en eso es que están inyectando ese aporte de capital. Estamos asumiendo que a partir de enero empiezan a caminar las cosas, especialmente, con el Mundial Sub-20 de Fútbol Femenino. Se hizo un presupuesto porque tampoco es que podemos llegar al primer evento a nivel mundial de la FIFA con un estadio que no esté bonito”.
Por eso es que en ese presupuesto se incluyeron unos rubros de mantenimiento básico preventivo, “para que el estadio tenga la cancha muy bonita, esté pintado y esté muy bonito”.
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Contó que la Federación va todas las semanas a dar seguimiento al montaje del Mundial Femenino.
“Asumimos que a partir de enero habrá eventos, aunque sean a puerta cerrada o con aforos reducidos. Nosotros hemos estado en conversaciones con algunas actividades a partir de enero. El año se inicia con la más importante que es el Mundial Femenino, pero ya en marzo hay algunas ideas, hay reuniones con la Asociación de Productores de Eventos Masivos; pero es muy difícil. Nosotros nos preparamos, pero hasta que no empiece a pasar no podemos tener certeza”.
El gran desafío
“Esto es un reto, un desafío a estadio cerrado. Nosotros tenemos las fechas FIFA y para el otro año se habla de la eliminatoria del Mundial y todo eso permitiría que volvamos a recuperarnos, pero todo son supuestos”, expresó Crespo.
Contó que por ejemplo, la póliza del INS del Estadio anda en unos ¢12 millones y que aunque no haya actividades, tener el inmueble asegurado es una obligación.
“El Estadio Nacional tiene una declaratoria de la Comisión Nacional de Emergencias de que es un albergue de emergencia de primer orden, entonces especialmente en una época como en la que estamos, tenemos que mantenerlo funcionando y activo”.
Sobre el agua, indicó que normalmente se pagan ¢4 millones; pero que esa cifra depende mucho de las actividades o los eventos, pues en función de eso, la factura puede subir a ¢10 millones, ¢12 millones o hasta ¢15 millones.
Crespo explicó que esta partida del Icoder es un aporte de capital para el fideicomiso. Según las actas del Consejo, la cifra total es de ¢456.662.683.
“Lo que sí establece el contrato de fideicomiso es que si hay excedentes después de hacerle el mantenimiento al estadio, esos excedentes se reinvierten en La Sabana. Una vez que el estadio está cubierto, si hay excedentes, entonces se invierten en La Sabana y en otras cosas del Icoder”.
Según la última actualización de las medidas administrativas temporales emitidas por el Ministerio de Salud para la atención de actividades y concentraciones masivas, será hasta enero cuando se permita el regreso del público de forma gradual, siempre y cuando para entonces esté más controlada la covid-19.