Cuando Saprissa necesitaba dar el jaque mate, anoche en el Morera Soto, apareció su hombre clave, ese peón que trabajó callado durante todo el torneo y que al final encaminó a su equipo a la corona número 32.
A sus 30 años, Daniel Colindres se convirtió en ese obrero fundamental de la S que hizo y deshizo por la banda izquierda morada y que fue el tormento de los rivales heredianos y manudos en las instancias finales del campeonato.
El jugador fue el gestor del dardo letal en el 71’, a 20 minutos del final, que puso el 1-2 para los tibaseños y que significó el 1-4 en la pizarra global.
El morado recibió el balón tras un pase de David Ramírez y fulminó de pierna derecha al meta Patrick Pemberton.
Este Invierno es el torneo más trascendental para Colindres en cuanto a juegos, asistencias y anotaciones.
Daniel jugó 25 de los 26 partidos del equipo, anotó siete veces y dio siete asistencias. Participó en el 25% de los tantos que marcó la S en el torneo y consumó un semestre de ensueño, en el que fue llamado a la Selección Nacional por el técnico Óscar Ramírez.
Imperiale, otro baluarte. Otro jugador que cerró el certamen como figura saprissista fue Andrés Imperiale, a quien la dirigencia aún no le renueva su contrato.
El argentino anotó ayer su segundo gol con Saprissa y puso el 0-1 en el minuto 21. El zaguero le recordó su valía a la directiva.
“Increíble el sabor de esta copa. Ojalá que la próxima vez que la pasemos mal, la gente recuerde que aquí hay jugadores que les han dado tres títulos. No tengo idea de qué va a pasar conmigo, que se arregle Wanchope con mi representante”, finalizó.