El sueño de comenzar una carrera universitaria se hará realidad para los jugadores de Primera Danny Fonseca, Daniel Colindres y Allan Duarte.
Ellos tres fueron los primeros en conseguir su título de bachillerato gracias a un programa de estudios que fomentaron Fundación Saprissa , Unafut , la Asociación de Jugadores Profesionales (Asojupro) y el Ministerio de Educación Pública.
La iniciativa le otorga las facilidades a los jugadores de la máxima categoría para que puedan optar por terminar la Educación Media en el sistema de Bachillerato por Madurez.
“Cuando comenzamos a levantar una base de datos nos dimos cuenta que varios jugadores de nuestro equipo de Primera División (de Saprissa) no tenían bachillerato. Hablando con los muchachos de Asojupro nos comentaron que esa era la realidad en la mayoría de los equipos”, explicó Fanny Villalobos, directora ejecutiva de la Fundación Saprissa.
Como ejemplo y parámetro, se puede citar una investigación realizada por La Nación, publicada en julio del 2013, para la cual se hizo una encuesta con los 335 jugadores ticos de la temporada 2012-2013.
El estudio reveló que un total de 144 jugadores no terminaron el colegio, lo cual correspondía a un 43% del total del jugadores de esa temporada.
La situación coincidió con un proyecto que tenía en mente el expresidente de Unafut, Osvaldo Pandolfo, y todo desembocó en la unión de todos esos entes para que el programa de estudios se hiciera realidad.
“En lo personal estoy muy contento porque hay cosas que se siembran y luego se recoge la cosecha. Era uno de los proyectos más bonitos, porque hay que pensar en todo, no solo en los partidos de fútbol sino en la formación integral de la persona. Es un instrumento que le estábamos tratando de dar a los jugadores para que por lo menos el día que se retiren tengan un machete con el cual defenderse”, aseguró el exjerarca de Unafut, Pandolfo.
El programa inició con las materias matemáticas y biología ya que eran en las que los jugadores más precisaban de ayuda.
El MEP facilitó un profesor de cada materia, la administración del Estadio Nacional proporcionó sus instalaciones y la Unafut aportó los libros.
Complicaciones. No obstante, Fanny Villalobos enfatizó que es difícil amalgamar el grupo para que lleguen a su meta final.
El cambio de equipo, que implica traslado de lugar de residencia y horarios de entrenamiento, es uno de los motivos que no le permiten a todos terminar.
Pero el más preocupante es el hecho de que el MEP calendariza todos sus exámenes los domingos en horas de la mañana, justo el día de la gran mayoría de los partidos de Primera.
“En el caso mío tuve que pedir permiso, ese día jugábamos contra Limón y tuve que llegar tarde a la charla técnica para poder ir a hacer el examen. Gracias a Dios se logró”, dijo Allan Duarte.
“Debería ser prioritario para un club ayudarle al jugador para que se supere. ¿Con qué motivación va a quedar un muchacho que va a un curso durante meses y que le coincide el examen final con un juego y que el club le diga que no?”, dijo Pandolfo.