En Belén y Cartago había dos familias particularmente pendientes del partido entre Saprissa y Guanacasteca, del jueves por la noche.
Seguramente muchos televisores alrededor del país observaron el empate de 1-1 en la Cueva, pero en esas ciudades estaban familiares del haitiano Tristan Demetrius.
Al futbolista de 16 años le había llegado la oportunidad de la que se hablaba desde diciembre anterior, cuando Wálter Centeno lo alineó en los 90 Minutos por la Vida.
Por eso en la ciudad de las flores estaba su mamá, Djalanta Brun, con lágrimas en los ojos al ver el debut del habilidoso jugador, quien empezó de titular.
Mientras tanto, en la Vieja Metrópoli el pecho se le llenaba de orgullo a su tío, Brun Anghedon Huguens (exjugador de Turrialba y Carmelita).
Esta vez Brun era un morado más que deseaba la victoria de la ‘S’, aunque en realidad los colores que siempre le han apasionado son todo lo contrario: rojo y negro.
Solo su sobrino hace posible ese deseo por ver ganar al equipo tibaseño.
“Como siempre lo digo, e insisto en eso, aunque soy fanático de la Liga, para mí ayer (jueves) fue una gran alegría de saber que mi sobrino estaba debutando con Saprissa y por supuesto iba a con Saprissa”, mencionó a La Nación.
La sangre tiene un poder diferente.
“Ahí el asunto cambió”, cuenta entre risas. “Hasta mis amigos me llamaban y decían: ‘ojalá que Tristan anote un gol en su debut pero que pierda Saprissa’. Pero yo no quería que Saprissa perdiera, para nada”, añadió.
Durante los 59 minutos en cancha, el delantero volvió a destacar por su habilidad con la pelota y su gusto por ir al frente, sin importar que se tratara de su primer partido.
Como bien lo describe su tío, Tristan es un jugador “de buena técnica y por dicha tiene los dos perfiles, gambetea con los dos sin problema”.
Pero más allá del aspecto futbolístico, en la familia lo venían preparando desde el punto de vista mental.
“Le veníamos hablando, sobre todo yo, de que al final era un partido como cualquiera. Si lo quiere pasar bien, tendría tranquilidad total para que el debut fuera lo mejor que se pudiera y lo pudo hacer bien”.
La respuesta del adolescente fue mejor de lo esperado, porque Brunt asegura que nunca lo sintió nervioso, ni antes ni durante el partido.
“Él siempre es muy tranquilo, muy centrado, había estado esperando ese momento. A pesar de ser tan joven, entrenando con gente que está en selección mayor, lo tomó normal. La verdad en algún momento nosotros como adultos pensamos que podía ponerse nervioso, pero estuvo sin nervios”.
Al caribeño le tocó salir de cambio por una sobrecarga muscular en la pantorrilla, pero la sensación en el equipo tibaseño fue grata.
“Lo de Tristán es reconfortante, el muchacho mostró algunas pinceladas de la calidad que tiene, tiene 16 años recién cumplidos. En mi parecer lo vi bien, aplomado, con buenos movimientos. Con el pasar de los partidos tendrá eso que se ocupa”, dijo tras el juego el técnico Mauricio Wright.
Por eso muy probablemente Tristan seguirá mostrando sus habilidades en este campeonato y sus familiares podrán sentir una emoción capaz de transformar las pasiones del fútbol.
El debut del atacante también ingresó a la corta lista de haitianos jugando en Costa Rica.
Según el periodista y estadígrafo Cristian Sandoval, Tristan es apenas el cuarto futbolista de esta nacionalidad con paso por el balompié tico.
El primero fue precisamente su tío, Brun Anghedon, con Turrialba y Carmelita. Roody Lormera jugó en Puntarenas FC y recientemente Nael Elysee en Herediano, Grecia y Santos.