
Dilan Moraga Corrales marcó uno de los cuatro goles de Alajuelense en el amistoso contra Guadalupe el sábado pasado y es uno de los futbolistas jóvenes que realiza pretemporada bajo las órdenes de Andrés Carevic.
Juega como extremo derecho, el 21 de abril cumplió 18 años, vive en Guararí, en Heredia, y tiene pocas semanas de pertenecer a la Liga.
Cada vez que madruga para ir a entrenar, mientras se pone los tacos se acuerda de don José Reinaldo Moraga Morales (q.d.D.g.), una persona que siempre lo impulsó para que no se dejara vencer a pesar de tantas dificultades.
“Mi abuelo, que en paz descanse porque falleció el 16 de junio de 2020, tuvo tres hijos, al menos que yo conozca. El sueño de él siempre fue que uno de sus hijos llegara a jugar en Primera División y los tres se fueron por otros caminos: uno con drogas, el otro con el alcohol y otro que se puso a tener bastantes hijos, que es mi papá”, mencionó el volante.
Contó que desde muy pequeño siempre le gustó el fútbol y que su abuelito detectó que él tenía algunas particularidades llamativas cuando tocaba el balón.
“Él vio que uno jugaba bien bola y me impulsaba mucho. De hecho, yo me acuerdo que las primeras veces que yo entrené en La Sabana, él me llevaba en bicicleta, me llevaba en una canasta en la que él vendía helados y chucherías en La Sabana”, relató.
Ahí se trasladaban ambos, con ese medio de transporte que les permitía ahorrarse los pases y que a la vez era una herramienta de trabajo.
“Él era el que me jalaba siempre en esa bicicleta, el sueño de él era que yo jugara profesionalmente en Primera División y un factor del cual me motivó bastante fue la muerte de él. Suena feo, pero cuando él estaba vivo yo no tuve la oportunidad de cumplir el sueño que él tuvo para sus hijos, o en este caso para mí. Entonces, al fallecer, yo me propuse debutar en Primera División para dedicárselo a él”.
Cuando tenía unos 15 años, Dilan estuvo en la Academia de Pablo Salazar y luego pasó a Herediano, donde se mantuvo cerca de año y medio.
A los cuatro meses de la muerte de don José Reinaldo, el joven futbolista debutó en la Primera División.
Eso ocurrió la noche del pasado 27 de octubre, en el Estadio Nacional. Herediano recibía ahí a San Carlos y Pablo Salazar dirigió a los florenses porque Jafet Soto estaba sancionado.
Moraga ingresó en el minuto 79 en sustitución de Yendrick Ruiz, aprovechó su momento para ir en busca de la pelota y trazar una pincelada de su fútbol.
Ese partido quedó 1-1. Jefferson Brenes anotó en el 89′ y Erick Cabalceta en el 90′.
“Cuando debuté en Heredia fue un golpe durísimo, puesto que la verdad mi abuelo siempre quiso eso para mí y lo logré. Actualmente él sigue siendo mi motivación, porque él siempre quiso que uno de sus hijos o su nieto pegara en Primera División”, reiteró.
Dilan recuerda a su abuelo como un verdadero fanático del fútbol y por eso insiste en que cada vez que entra a la cancha, sabe que él no le quedó mal a don José Reinaldo.
“Yo cargué con una motivación inmensa, o tal vez yo lo vi también como una responsabilidad, porque al él querer que uno de sus tres hijos jugara profesionalmente y que ninguno lo lograra y que todo ese peso me cayera a mí fue algo muy grande”, citó.
En su relato, Moraga añadió: “Al lograr debutar profesionalmente fue una satisfacción muy grande, porque aunque mi abuelo no estuvo presente, no estaba vivo, se lo aseguro, yo debuté, volví a ver al cielo y dije: ‘Esto es para mi abuelo, que siempre quiso esto para mí'”.
Poco tiempo después, llegó un momento de decisiones y cambió de bando. Moraga se fue de Herediano y fichó con Alajuelense.
“Mi familia y yo siempre hemos sido de pocos recursos, es muy difícil para nosotros salir adelante, el hecho de comprar cosas y pagar cosas siempre nos ha costado, porque somos de escasos recursos. Al yo estar en Heredia y debutar, yo pensé que esto era un gran paso para mi familia, porque los podría apoyar bastante, tanto económicamente, como en todo”, contó el futbolista.
Y agregó: “Al yo ver que no se cumplía lo del contrato yo estuve hablando con Agustín Lleida y con Vidal Paloma, hablé con ellos, me contactaron y me pareció muy interesante todo. Son cosas que uno tiene que tomar una decisión y aceptar el riesgo, sea como sea, usted sabe que si uno toma una decisión hay un riesgo y yo sabía que la Liga me iba a ayudar a crecer bastante y dicho y hecho. Lo ha estado haciendo, me ha estado ayudando a crecer bastante la verdad”.
Su mamá, doña Grettel Corrales, lo apoyó cuando él le dijo que era un hecho que se iría a Alajuelense.
“Ella estaba al tanto de mi situación con Heredia. Entonces, al hablar con Lleida y ver las excelentes opciones que teníamos al irnos a la Liga estuvo de acuerdo”, mencionó el extremo derecho.
Moraga es uno de esos futbolistas del alto rendimiento que efectúan la pretemporada con el primer equipo.
“La verdad que en Alajuelense me siento muy bien, es un excelente grupo, el trato que recibe uno es genial. De verdad que estoy muy contento”, citó.
Él no forma parte de la delegación de Alajuelense que viajó este lunes a Estados Unidos para jugar la ‘Capital Cup’ en Washington contra el DC United, Alianza y Puebla.
Una de las tareas que Moraga tiene pendientes es sacar de nuevo el pasaporte, pues lo perdió hace tiempo, cuando su casa se quemó.
El joven jugador no se presiona, pero sí sueña con alcanzar sus metas. Él vive con su mamá y con su hermana Allison.
“A pesar de que mi papá nunca estuvo para nosotros, si el día de mañana yo llego a tener una excelente carrera futbolística planeo ayudarlo a él y a todos mis otros hermanos”.
Moraga no sabe qué pasará, pero está decidido a seguir construyendo ese sueño futbolístico que su abuelo le heredó.
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