Algunos árbitros parecían dispuestos a saldar cuentas con el técnico saprissista Jeaustin Campos y aquellos que arremeten domingo a domingo contra su labor. Saprissa pedía una investigación y sanciones ejemplares para los árbitros. El silbatero Pedro Navarro advertía a nombre de sus compañeros que tendrían que suspenderlos a todos. Herediano externaba su temor de que algunos clubes se hicieran las víctimas. Se veía venir ‘la guerra del WhatsApp’ en el campeonato nacional.
La bomba atómica fueron los mensajes telefónicos entre árbitros que se filtraron y fueron publicados por el periodista Kevin Rivera. En ellos se dejaba ver la intención de aplicar mano dura contra el técnico saprissista.
No parecían dispuestos a tolerar más declaraciones como las de Jeaustin Campos, quien después del clásico habló sin rodeos al evaluarlos: los tildó de soberbios, señaló que “no están a la altura” y “por eso no van a Mundiales”, para cerrar con “son un desastre” a nivel internacional”. La batalla campal estaba por iniciar: la reacción de los silbateros se filtró y Saprissa indignado pedía castigos.
Convocados de emergencia a reunión, representantes del arbitraje, la Fedefútbol y los equipos de Primera expusieron sus diferencias y una gran coincidencia: lo que se venía por delante traería muchos damnificados, con la imagen del fútbol nacional como la gran perdedora.
Si en horas de la mañana el Saprissa hablaba de indignación, la necesidad de investigar e imponer sanciones ejemplares, horas más tarde, una vez finalizada la reunión de emergencia, el jerarca Juan Carlos Rojas dejaba ver en sus palabras el pacto de paz. “Hay un reconocimiento que esto es algo negativo, reprochable; pero un compromiso para ver cómo, con un esfuerzo conjunto, volvemos a recuperar credibilidad que estuvo dañada”, expresó al final del día Juan Carlos Rojas, en declaraciones a Teletica.
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Según conoce La Nación, por fuentes bien informadas sobre la reunión, cada parte se comprometió a bajar el tono y buscar soluciones. Los clubes moderarán sus declaraciones en contra de los árbitros. Los silbateros a su vez explicaron que sus mensajes fueron un desahogo en privado, no sin antes reconocer que se equivocaron en al algunas frases. Adicionalmente, la Fedefutbol recomendó cerrar el chat de árbitros.
Los mensajes
En los mensajes que se filtraron de las supuestas conversaciones privadas de algunos árbitros queda en evidencia que ya no toleran más las conductas de Jeaustin Campos, a quien señalan sin decir su nombre, por estar hablando de ellos siempre.
“Yo les pregunto, ¿qué están esperando para tomar decisiones? Esto es todo lo que ustedes tienen que leer para ver si acaso hay un cambio cuando se le dirija a este señor”, se lee en uno de los mensajes que trascendió.
Así mismo, también escribieron: “No se les olvide que hay respaldo de la Comisión en las decisiones. La mesa está servida para que cada uno haga su trabajo”.
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De igual manera, en uno de los textos que supuestamente se le atribuyen a David Gómez se establece que: “Dejemos de pensar que si se pone o no se pone, porque todos en la cancha sabemos que este señor, que todos sabemos quien es, siempre ha salido hablando de nosotros, lo hacía en Herediano y en Saprissa desde la fecha uno... No es ir predispuesto, pero sí es darle a entender que las cosas no son así”.
Gómez estaba designado para dirigir el choque entre San
Carlos y Saprissa, pero finalmente lo cambiaron por esta situación.
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Indignación morada
Los tibaseños no se habían guardado nada para cuestionar una acción que consideran lamentable, muy grave y que incluso pone en duda la credibilidad de quienes deberían impartir justicia. Los textos de la charla privada de los silbateros fueron revelados por el periodista Kevin Jiménez.
“Nos enteramos sobre la intención de ejecutar un plan que estaban tejiendo algunos árbitros nacionales para perjudicar a nuestro equipo en represalia por unas declaraciones de nuestro director técnico. Quedamos totalmente perplejos e indignados ante la intención expresada por el grupo de árbitros, para perjudicarnos adrede y con absoluto dolo, según se lee en dichos mensajes”, expresaron los tibaseños en una carta dirigida a la Comisión de Arbitraje.
En el Monstruo exigieron que se abriera de inmediato una investigación contra los implicados en estas acciones y también solicitaron una reunión con Rodolfo Villalobos, presidente de la Federación Costarricense de Fútbol, y con Victoria Gamboa Ross, jerarca de la Unafut.
Se veía venir una guerra sin trinchera, hasta que todos se dieron cuanta que a estas alturas ya no habrían ganadores.