Por los pies del pequeño y talentoso Esteban Rodríguez pasa el fútbol de Grecia. Lo reconoce Wálter Centeno, quien solo en raras ocasiones deja a su director de orquesta en el banquillo.
Sería muy raro que Paté, tantas veces conductor de sus equipos, no tenga un futbolista al que le pueda confiar el balón, tan determinante en su propuesta.

Rodríguez, apodado como ‘primi’, es el ‘elegido’ de Paté‘. Desde que asumió el equipo en la Liga de Ascenso, se encontró con este volante de enorme visión, formado en Alajuelense y mundialista Sub-20 en Canadá.
A la par de Celso Borges en el eje medular, Rodríguez llevaba los hilos de aquella selección dirigida por Geovanni Alfaro.
Su carrera no sería tan prolífera en los siguientes años, cuando finalizó su contrato con los manudos y se quedó sin alternativa alguna.
“No tenía representante y no tenía nada. Entonces me fui para la casa. Hubo un tiempo en que no quise jugar más, entonces estuve en la Liga de Ascenso para no perder ritmo. A veces es difícil cuando nadie te ayuda”, explicó Rodríguez.
En la propuesta de ‘Paté’ caló a la perfección, con su conducción efectiva, trazo limpio en corto y largo y buen timing para abrirse espacios.
Centeno no se guarda elogios cuando habla de su pupilo, al que se encontró por casualidad cuando llegó por primera vez a Grecia.
“Sí ve el partido y se pone a ver la calidad técnica con que juega hay que preguntarse: ‘¿De dónde salió?’ Esteban es un chico que no habla, parece mudo, pero en la cancha me habla con mucha calidad”, explicó Centeno.
Pese a la intensidad con que el técnico vive cada partido y al constante diálogo que mantiene con sus futbolistas, reconoce que a Rodríguez no necesita hablarle.
Frente a Carmelita se encargó de proyectar el juego de su equipo, que le confía la mayoría de jugadas en salida cuando se necesita un tránsito limpio.
“Yo no necesito hablarle, más bien tengo muchos elogios para él, porque Esteban es la esencia del fútbol de Grecia”, concluyó Centeno.