Aquella promesa de que nunca más jugarían en contra llevaba implícito el sueño que hoy es una realidad para Alexandre Guimaraes y Celso Borges. Padre e hijo disfrutan formar parte de Liga Deportiva Alajuelense de manera simultánea, cada quien en su rol, luchando por un objetivo común.
Para este sábado 20 de abril a las 8 p. m., el técnico y el capitán de la Liga tendrán una nueva vivencia profesional. Será el primer clásico nacional de Alexandre Guimaraes como técnico de Alajuelense. También será el primer duelo contra Saprissa en el que el centrocampista que es el capitán manudo tenga a su progenitor en el banquillo.
“Es muy especial, porque vamos a poder los dos vivirlo juntos. Creo que a través de la carrera de ambos en algún momento presentíamos que se podía dar y creo que llega ese momento en una etapa de nuestra carrera profesional de ambos en que estamos los dos bastante maduros.
“Eso nos da mucha tranquilidad y saber que hemos sido unos privilegiados en la historia del fútbol de este país y que siempre cada partido para nosotros es una constatación de lo que hemos venido a aportar al fútbol de este país”, respondió Alexandre Guimaraes ante una consulta de La Nación.
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Si Guima es reservado y ya había dicho en Liberia que lo que se habla en familia, queda en familia, Celso lo es mucho más. Sin embargo, con una sonrisa dibujada en su rostro, el centrocampista contó que de verdad el técnico actual de la Liga es tan exigente en las prácticas y en los entrenamientos como él lo sospechó desde niño.
También en estas semanas ha podido comprobar que es verdad todo lo que le habían dicho de él algunos jugadores que en el pasado lo tuvieron como estratega.
¿Cómo ha sido la dinámica familiar en las últimas semanas? ¿Cómo se vive el clásico entre padre e hijo? Esas consultas las recibió Celso Borges previo al esperado partido entre Alajuelense y Saprissa.
“Toda la afición de nosotros lo vive de una manera especial, es un partido que el país espera y se paraliza. Lo primero es que sea un buen espectáculo. Es que no ha cambiado nada en nuestra dinámica, se ha mantenido todo en que lo que es personal es personal y lo que es profesional es profesional. Yo entiendo, es el entrenador, pero sigue siendo mi papá y estas curiosidades que a veces da el fútbol”, apuntó.
Más que presión, él entendió que la vida, el fútbol y el destino le convirtieron un anhelo en una realidad; así que tener a su padre de técnico es algo que Celso ha visto más como la oportunidad de disfrutar la experiencia.
“Tuve la opción de jugar contra él en algún momento y fue horroroso. Me agarra en una edad buena, lo estoy tratando de disfrutar y por dicha las cosas ahí van bien”, destacó el futbolista.
Al analizar la actualidad de Alajuelense, el volante aseguró que el equipo trabaja bien y opinó que a veces los resultados son una cosa tan frágil que redoblan esfuerzos por tratar de cuidar lo que catalogó como mucha cosilla, esos detalles que nunca faltan por pulir y le agradó ver al equipo más certero frente al marco.
En cuanto a Saprissa, Celso Borges dijo que es un equipo que ha estado haciendo las cosas bastante bien y aunque pronunciaría algo que él mismo catalogó como que sonaría un poco cliché, los clásicos son partidos de atención total, de cuestiones mínimas, de detalles con los que se debe tener mucho cuidado, porque “ellos son peligrosos”.
Al imaginar cómo será este clásico del 20 de abril, el capitán rojinegro presagió un juego bastante competitivo y que deben prestarle atención a la concentración en todo, como en el balón parado para no dejar nada suelto.
“Cuando está la pelota en juego usualmente se está muy concentrado, pero está esa otra parte en la que hay que estar también atentos”.
Alexandre Guimaraes y Celso Borges afrontarán su primer clásico nacional juntos, uno en el banquillo y el otro dentro del campo de juego.
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