Doña Doris Corrales solía llevar a su nieto, Román Geiler Rodríguez, a la plaza de San Antonio de Belén. A los siete años, el pequeño jugaba con otros niños y demostraba sus habilidades.
Por casualidad, el técnico Óscar Machillo Ramírez, exseleccionador nacional, se encontraba en el lugar y se quedó observando las habilidades del zurdito, mientras conversaba con otras personas. Al poco rato, El Macho preguntó: ¿De quién es ese chiquito?
La orgullosa abuela le dijo que era su nieto, a lo que Ramírez le expresó: “Tiene mucho talento, juega muy bien”. Doris Corrales guarda con cariño esa anécdota, especialmente ahora que su nieto se está preparando para unirse a la academia del Paris Saint Germain en Francia, cerca de la frontera con Suiza.
Aunque Román tiene nacionalidad estadounidense, gracias a su padre, cuenta también con la costarricense, por parte de su madre. Actualmente reside en Santa Bárbara, California, Estados Unidos, pero su aspiración es jugar para Costa Rica, motivado por las historias de su abuelo José Humberto Rodríguez, quien estudió medicina en Guadalajara, México, y lo inspiró a representar a la Selección Nacional.
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En mayo pasado, Román, hoy de 16 años, participó en un campamento organizado por el París Saint Germain, donde demostró sus cualidades entre más de 50 jóvenes de 40 nacionalidades. Su destreza le valió una invitación para estudiar y entrenar en la academia, si bien él debe cubrir parte de los gastos de estadía.
Tras conversar con sus padres, Román decidió aprovechar la oportunidad, utilizando un fondo destinado a sus estudios académicos. Se unirá al equipo infantil del Paris Saint Germain durante los próximos 10 meses con la meta de demostrar sus cualidades y buscar una oportunidad profesional.
Román compartió que su abuelo siempre fue su inspiración en el fútbol, hablándole de su experiencia en México y de su participación en selecciones universitarias.
Cada verano, durante sus vacaciones en Costa Rica, su abuelo le hablaba mucho de fútbol e incluso vieron juntos el Mundial de Brasil 2014, lo que le ilusionó aún más para jugar algún día con la Tricolor. Viendo la Copa del Mundo de Brasil, quedaron marcadas en su memoria las actuaciones de Keylor Navas, Bryan Ruiz, Joel Campbell y Yeltsin Tejeda.
En su infancia, Román estuvo en la academia de fútbol “Leyendas” en Santa Bárbara, California, Estados Unidos, donde jugó como delantero y volante ofensivo. A los 10 años, fue nombrado capitán y mejor jugador en la denominada división oro.
También participó en las escuelas de verano del Deportivo Saprissa en Costa Rica, donde siendo un niño fue dirigido en las prácticas por exjugadores como Gabriel Badilla (qdDg) y Esteban Luna, cuando venía a visitar a sus familiares. Siempre sintió a Costa Rica como su patria.
Ponerse las pilas
En abril pasado y motivado por su madre, Carmen Geiler, Román emprendió su aventura en París, viajando solo, para participar en un campamento, con la ilusión de empezar a forjarse un lugar en el fútbol profesional.
“Estuve tres semanas en ese campamento en París. Cuando llegué, me sorprendió que había chicos de diferentes edades, de 40 países. Allí traté de dar lo mejor, ponerme las pilas. Entrenamos dos veces por semana, hacíamos sesiones de gimnasio y de video. Todo fue muy profesional y muy exigente, pero a la vez una gran experiencia”, comentó Geiler.
El joven aseguró que fue una de sus vivencias más importantes y de la cual obtuvo un enorme aprendizaje, pero nunca esperó que al regresar a su casa las posibilidades de tener una oportunidad en la academia, a partir del 4 de setiembre del 2023, fueran reales.
“Estando en California, recibí una invitación para formar parte de la academia del PSG y unirme al equipo Sub 17. Lo hablé con mis padres y creemos que es una buena oportunidad, porque durante 10 meses no solo estaré entrenando y estudiando, sino también participaré en torneos internacionales en España e Italia, lo que podría abrirme las puertas en otros clubes de Europa”, dijo Geiler.
“Mi mamá me animó mucho a tomar la decisión de ir a la academia. Ella se puso muy feliz. Además, cuando era niño, era quien me llevaba a los entrenamientos, por lo que me motivó mucho. Mis padres tienen un fondo económico para pagar mis estudios, y con ese dinero planeamos cubrir los gastos en esos 10 meses y aprovecharé para concluir mi undécimo año de colegio”.
Román considera que no será sencillo, ya que las prácticas son muy exigentes y sabe que hay mucha competencia. No solo con los 10 jóvenes que se integren al equipo, sino también con los que ya están y luchan por una oportunidad de quedarse en el equipo.
“Todos sabemos lo que es el París Saint-Germain. Cuando fui al campamento, el equipo estaba de vacaciones y no pude conocer a sus figuras ni a Keylor Navas, pero es una gran motivación estar en el equipo de Keylor y ser un ejemplo para los jóvenes de Costa Rica. Siento que hay que aprovechar las oportunidades y esperemos que al finalizar pueda obtener un contrato con el club”, aseguró.