Juan Luis Pérez es el nuevo defensor de Alajuelense, además se perfila como uno de los zagueros de mayor proyección del país. Sus raíces son nicaragüenses, hizo sus primeras armas en las plazas de Aguas Zarcas, específicamente en un terreno de una empresa en la que trabajaba su padre.
Ahí, en medio de sus labores diarias, porque aunque era un niño ya trabajaba, y pese a nunca estar en una escuela de fútbol, él logró mostrarse y abrirse campo en la Asociación Deportiva San Carlos.
Desde pequeño, Pérez supo lo que era ganarse la vida, porque para costearse sus tacos e implementos deportivos trabajó como cortador de zacate en la misma empresa de su padre.
Juan Luis de hecho corrió riesgos, como irse por medio de ride a los entrenamientos, confiando en desconocidos para su recorrido.
“Nosotros vivíamos en Altamira de Aguas Zarcas... es una empresa de reforestación y yo trabajaba ahí, ahí se hacían esos grandes mejengones y ahí empezó él, en el patio de la empresa. Nosotros estábamos a 50 kilómetros de Ciudad Quesada”, recordó don Juan Pérez, papá del futbolista.
Con orgullo, el padre del deportista recalcó que sortearon dificultades; sin embargo, en su mesa nunca faltó el arroz y los frijoles, por lo que tanto el jugador de Alajuelense como sus tres hermanos siempre tuvieron lo suficiente para estar bien.
El cuarteto lo componen: Eva María, Juan Luis, Carlos Andrés y Eva de Los Ángeles.
Doña Yelba Rodríguez, mamá del jugador, contó que Juan Luis desde muy pequeño forjó un carácter único, porque nació de ocho meses y le tocó luchar por su vida en sus primeros días.
“Es el más chineado, me salió muy delgado porque él nació prematuro con ocho meses. Yo lo chineé más, lo acepto. Él salió muy delgado, pero le dimos lucha y se hizo fortachón”, dijo.
Su madre ya le brindó el primer consejo a su hijo, quien recién firmó con Alajuelense.
“Lo que le dije es que sea humilde, que por favor no pierda el norte de donde salió él”, recalcó.
Si el defensa tiene un virtud es su confianza y perseverancia.
Blency Arce, esposa del defensor, revivió con sus palabras la época cuando Juan Luis no era tomado en cuenta en San Carlos y eso le causaba mucha frustración.
“Cuando yo me casé con él no había debutado y entonces él se ponía todo triste porque no lo ponían. Lo mandaban a préstamo: estuvo en San Ramón, en Liberia, él quería jugar en Primera; entonces se ponía triste y esa etapa fue de confiar y perseverar”, añadió.
El sancarleño en su círculo cercano es reconocido por su buen humor. De hecho, en la familia de Arce lo extrañan porque ahora que viven en Alajuela, él está ausente de actividades familiares en las que era el ‘alma de la fiesta’.
“Todos mis tíos preguntan por él”, afirmó la esposa.
Una de las acciones que describen a Juan Luis es lo que va a hacer por su hermano Carlos Andrés, a quien ‘apadrinará’ para que se mantenga en la carrera futbolística.
“Yo le voy a ser sincero: Carlos Andrés es muy bueno, pero yo lo tuve que sacar de los equipos porque, no me da pena decirlo, el bolsillo ya no me daba. Ahora Juan Luis lo va a apadrinar”, finalizó Juan, el padre de los dos.
Juan Luis Pérez, un talento formado en una finca que llegó al fútbol tarde, en la fase de alto rendimiento, sueña con liderar la defensa de Alajuelense. El nuevo escudo del León es un ‘pulseador’ desde sus ocho meses de edad.