Bryan Rojas es el delantero del país con más proyección. Hace un año se lo pelearon Saprissa y Alajuelense, pero prefirió irse al exterior.
Después de estar durante el 2019 en el Tromso de Noruega, el atacante decidió regresar al país y nuevamente fue codiciado por los grandes, empero lo convencieron los colores rojo y amarillo.
Rojas aclaró que siempre había querido estar en un club grande y al final lo que hizo que eligiera al Herediano fueron los logros deportivo que ha tenido el plantel últimamente. El cuadro florense suma siete cetros en diez años.
“Para mí Herediano siempre fue una opción fuerte, por todo lo que ha crecido y logrado en los últimos tiempos, también por el interés que mostraron en mí fue importante, ya que me dieron un seguimiento”, reveló Rojas.
El ariete no escondió los intereses que tuvieron otros clubes; sin embargo, después de tomar la decisión solo puede agradecer por los intentos que hicieron de llevarlo.
Bryan Rojas se fue del país con 12 goles a finales del 2018, y en el último semestre del año anterior consiguió llamar la atención de Saprissa, equipo que lo esperó hasta el último momento, mientras que Alajuelense también ofertó por él. Ahora en su regreso volvió a generar atención, pero el Team lo atrapó.
“Con mucho compromiso, tengo muchas metas y sueños que aún no he podido vivir, así que con mucha ilusión de cumplirlos en Herediano. Siempre ha sido un sueño estar en un grande, pelear por cosas importantes, realmente estoy agradecido por el interés que mostraron por mí, ya sea cuando me fui o ahora que volví”, pronunció.
El reto de representar al cuadro rojiamarillo no lo asusta, tampoco le teme a la alta competencia que podría tener con futbolistas como Yendrick Ruiz y Aldo Magaña.
“Con mucha responsabilidad, como le he hecho siempre, quiero mejorar mis números y seguir creciendo como jugador. Si es una competencia muy fuerte, hay muy buenos jugadores y de mucha experiencia, pero yo estoy muy entusiasmado de llegar a aprender y competir con ellos”, destacó.
Sobre su participación en el Tromso, el ariete profundizó que fue de gran aprendizaje pese a los pocos minutos que tuvo.
“Es difícil consolidarse en un equipo donde tienes poca participación, también me costaron mucho los primeros meses de adaptación, pero no es excusa. Estar allá fue muy provechoso, porque a pesar de que no me fue como esperaba, aprendí muchas cosas. Me sirvió para tener el conocimiento de cómo es el fútbol en el exterior, me siento fortalecido y ahora me quedo con esa espinita, pero voy a trabajar fuerte para que la próxima vez sea mucho mejor”, finalizó.
Con el Tromso, el tico solo jugó 245 minutos y no marcó tantos.
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