Darío Delgado fue uno de los zagueros inamovibles en la Selección Nacional en 2009 y 2010, no obstante una lesión en 2011 lo trajo del cielo a la tierra y desde entonces el espigado defensor se encuentra en pie de lucha por recobrar su mejor versión. Hoy con Guadalupe F.C. siente que volvió a disfrutar del fútbol, al punto que es pieza clave en el engranaje del cuadro sorpresa del Clausura 2020.
Delgado, con 34 años, una década después todavía recuerda con nostalgia la dura prueba con la que lidió hace nueve años. A las puertas de un partido histórico, este miércoles a las 8 p. m. contra Cartaginés, el defensa es consciente de lo que le ha costado regresar al protagonismo.
Si Guadalupe vence a los brumosos se colará por primera vez en su historia en semifinales.
“Particularmente desde que me lesioné en China en 2011 cuando me quebré vi como todo se iba en un abrir y cerrar de ojos: perdí una Selección, una era en la que yo estaba más asentado, perdí muchas cosas, dinero... En aquel momento yo sentía que estaba tocando el cielo con las manos; la realidad era otra. Aprendí que debo tratar de vivir más el día a día, traté de profesionalizarme más”, contó.
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La experiencia que marcó al central no solo afectó su salud, sino que hasta su futuro, porque la meta de hacer una carrera en el fútbol asiático se vio cortada por completo.
"Fue a mediados del 2011, porque yo estaba en China de lo más bien, estaba a préstamo, iban a comprar la ficha a Puntarenas, pero poco tiempo después estuve quebrado de tibia y peroné, me devolví a Puntarenas y no salió la opción de compra y tuve que comenzar de cero, estaba pasado de peso... Entonces ahí me di cuenta de muchas cosas", reflexionó.
El jugador guadalupano es claro en que no pretende regresar a ser aquel jugador con 23 años que era de la confianza del seleccionador Rodrigo Kenton, empero es enfático en que sí está recuperando la mejor versión del jugador que es en la actualidad.
“Los resultados que estamos dando son buenos. En mi caso, maduré, ahora me tomo más en serio ser jugador profesional, entiendo que a mi edad debo agradecer por la oportunidad, por el ritmo de juego, hay muchos factores que inciden en el futuro, por lo que debo aprovechar”, describió.
Darío valora mucho más su momento, cuando se echa un año para atrás y revive con sus palabras que estaba en Sporting FC disputando el torneo de ascenso.
“La palabra clave es valorar lo que tengo. Guadalupe volvió a confiar en mí, hace un año estaba con Sporting en segunda división, yo hace un año y medio no quería nada con el fútbol, ya que en la UCR me desmotivaron, pero en Sporting volví a mi nivel, entonces agradecer a Sporting y Guadalupe por confiar en mí, me dieron la felicidad de nuevo”, expresó.
En el Clausura 2020, este vecino del cantón de Goicoechea suma 1.132 minutos disputados gracias a 14 encuentros. Además tiene una anotación en su estadística.
El estratega del club, Géiner Segura, explicó la importancia de contar con hombres de experiencia totalmente acoplados a la dinámica de la escuadra.
Entre los hombres de peso están: Darío, José Luis Cordero, Luis Torres, Jason Prendas y Jason Scott.
“Aquí son dos parámetros distintos: tenemos jóvenes con mucha proyección, hay gente de equipos grandes fijándose en ellos como Arturo Campos, Andrés Gómez, entre otros, y por otra parte estamos los experimentados, que vivimos este chance como esa oportunidad. Nosotros llegamos a un grupo donde nos tienen confianza absoluta, acá todos tenemos voz y voto, aquí no hay estrellas, no hay figuras, somos bastantes jugadores que queremos triunfar en el ámbito nacional”, recalcó.
El defensivo termina contrato en la actual campaña, pero en su mente no está la palabra retiro, ya que con su nivel ha demostrado que todavía tiene cuerda para continuar en la máxima categoría.
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“La verdad no me puedo comparar con ese biotipo de jugador que era en 2010, por la edad. En aquel momento estaba muy joven, ahora soy experimentado, la forma de juego y ver el fútbol es totalmente distinta, ahora me cuido más, trato de alimentarme mejor, pero si siempre buscó el mismo objetivo, tener el máximo potencial para continuar avanzando. Llevo tiempo de estar trabajando por estar donde estoy”, dijo.
“Antes uno se llevaba por la juventud, tenía muy poca edad, entonces conforme pasa el tiempo uno entiendo que si uno no descansa, no se alimenta, no se entrena bien pues el rendimiento individual no se veía bien”, concluyó.