Acompañado de su familia en la sala de prensa del Deportivo Saprissa, Christian Bolaños dio a conocer la noticia de que se retira del fútbol. El volante contó cuándo y por qué decidió colgar los botines, añadió que pensó mucho en la decisión, buscó prepararse para el momento, pero no lo logró. Para él no fue sencillo decirle adiós a una carrera de 23 años en el fútbol profesional.
“Será mi última serie final y el objetivo es que el equipo se centre en el cierre del campeonato. Tomé esta decisión porque este torneo vi señales y debía ser sabio conmigo”, dijo Bolaños en sus primeras palabras.
Con Christian también estuvieron algunos de sus compañeros de equipo en el anuncio de la despedida, entre ellos Mariano Torres, Kendall Waston, David Guzmán y Ariel Rodríguez.
- ¿Con qué se queda de todo lo que vivió en el fútbol?
- Me quedo con todo. Lo conversé con mi familia, estuve preparándome para este momento y nunca estuve listo. Estuve con los compañeros temprano y me hicieron llorar, algo que no quería, pero sucedió. Vengo de un lugar humilde y estoy contento por lo que hice, pude cumplir metas y sueños e intenté ser buena persona. Continúa otro camino para mí, cierro un capítulo doloroso y las muestras de cariño son increíbles.
- ¿Qué le dice a sus compañeros?
- Saprissa es el equipo de mis amores, gracias a Saprissa que me dio las herramientas de vida y se convirtió en mi hogar. Gracias a los compañeros y quiero convertirme en campeón. Gracias a cada uno de los morados que me mostraron su apoyo en estos casi 23 años de carrera.
"Ahora, solo quiero enfocarme en ser campeón y en ayudar a mi equipo para despedirme de la mejor manera. También, quiero motivar a la afición a dar su máximo apoyo, porque juntos vamos a dar todo por el campeonato", Bolaños 💜
— Deportivo Saprissa 💜 (@SaprissaOficial) December 12, 2023
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- ¿Cómo fueron estas últimas semanas?
- Uno como jugador se da cuenta en qué momento está. Soy muy competitivo y me costó mucho no jugar, no ser estelar, me dio dolor de cabeza. Siempre intenté ser el mejor y es parte de la vida, un ciclo natural. Si hubiera tomado otro camino, no me hubiera sentido bien. Ir a otros clubes no me pasó por la cabeza. Es difícil alejarse de un grupo tan bonito. Inicié con Vladimir (Quesada) cuando tenía 16 años y él me heredó el número 2. Intenté cumplir con humildad lo que él me dijo, y me siento feliz de que sea el entrenador que me va a retirar.
"Agradezco a esta institución por abrirme las puertas y estoy feliz de dar este paso en el equipo de mis amores. Gracias a Saprissa, que desde un inicio me dio herramientas de vida y se convirtió en mi hogar. También gracias a cada uno de los compañeros, cuerpos técnicos, clubes… pic.twitter.com/0b7MfFkFuJ
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- ¿Llegó a pensar en no retirarse y jugar seis meses o un año más?
- Aunque me puse el límite de jugar hasta los 40, no contaba con las lesiones. Debía ser sabio conmigo en pro de nuestros objetivos. Agradezco a esta institución, estoy feliz de dar este paso aquí, porque este es el equipo de mis amores. Gracias a Saprissa porque se convirtió en mi hogar, gracias a cada uno de mis compañeros y cuerpos técnicos.
- ¿El fútbol le dio mucho en su carrera, pero hubo algo que le quitara?
- Fui muy bendecido. No tengo ninguna queja, el fútbol es como la vida y al final es un círculo muy intenso. Me tuve que caer no sé cuántas veces, oportunidades que no llegaron y me hicieron madurar. Era tal vez lo que por ahí buscaba cuando era joven y tuve que pelearlas con mis compañeros y cuerpos técnicos; nadie me regaló nada.
“Tengo un buen sabor de boca al escuchar a la gente que me reconoce que dejé todo por un país, por el club, mostré esa entrega y sacrificio. Con mucha humildad, intenté ser buen compañero y fui demasiado afortunado y bendecido, tanto en la Selección Nacional como en Saprissa, y voy a extrañar el camerino”.
- A nivel de Selección, usted fue de los que dijo cosas que otros no se animaron, pero después no volvimos a verlo en las convocatorias. ¿Se arrepiente de algo que haya dicho en algún momento?
- Ser así fue lo que me llevó a ser auténtico. En un camerino no soy de hablar muchísimo, y aquí están los capitanes de Saprissa y el profesor (Vladimir Quesada), quienes lo pueden confirmar. Cuando me tocaba hablar, era muy extraño, pero ellos decían ‘cuando Bola habla, viene algo duro’. Me manejé así porque veo el fútbol como un juego, desde que inicié hasta el final. Es un deporte que no hay que tomarse las cosas tan en serio; hay otras más importantes fuera de este deporte.
“Lo veo de esa manera y no hay que cerrarse cuando alguien opina y no es lo que quieren escuchar. Por ahí podrían decir que soy una persona directa o polémica, pero siempre llegaba a mi casa y me acostaba tranquilo. Es lo que he intentado inculcarle a mis hijos, que sean sinceros, pese a que no es sencillo porque estamos en un país donde no nos gusta que nos lleven la contraria. Cuando dije algo, lo hice con el afán de ayudar y colaborar. Si podía aportar en algo, daba mi opinión sin buscar problemas”.
- A nivel familiar, ¿cree que hizo sentir orgullosos a sus seres queridos con su carrera?
- Por eso mencionaba que hay cosas más importantes fuera del fútbol, como la familia, nuestros amigos, y eso me enseñó el deporte. El fútbol es increíble; mis padres me traían al estadio, y debía honrarlos porque sin el apoyo que me dieron, no hubiera hecho absolutamente nada. Ahora está mi esposa y mis hijos, quienes han estado en todo el camino, en los momentos difíciles que nadie sabe que debe atravesar un jugador de fútbol y ese día a día que uno tiene dentro del hogar.