¿Remodelar la Cueva, construir un nuevo estadio en Tibás o en otro lugar? Este es el nuevo dilema que está ocupando las mentes de los altos jerarcas del Deportivo Saprissa. La reciente revelación ante los aficionados ya está generando reflexiones.
Esto fue afirmado por el gerente general del equipo morado, Gustavo Chinchilla, durante una entrevista con el periodista Yashin Quesada en la transmisión de radio Columbia durante el partido entre Universitario de Panamá y el Saprissa en la Copa Centroamericana de la Concacaf.
Chinchilla reveló que la idea está circulando en el Horizonte Morado desde hace algún tiempo. “Estamos considerando seriamente la construcción de un estadio nuevo”, afirmó.
En cuanto a la posibilidad de construirlo en Tibás o en otro lugar, todavía no está claro. Chinchilla señaló: “No estamos seguros aún. Queremos preservar en la medida de lo posible nuestra querida ‘Cueva’. Esto es algo que estamos empezando a discutir”.
El gerente fue explícito en su objetivo de mejorar la experiencia de los aficionados en el estadio, proporcionando un recinto más grande que facilite el acceso en transporte público o vehículo privado, con más zonas de estacionamiento cercanas y nuevas áreas comerciales.
Columbia reveló que una de las opciones contempladas por la dirigencia morada para la construcción de la nueva “Cueva”, en caso de optar por un estadio nuevo, sería en las cercanías del Conservatorio de Castella en Barreal de Heredia.
Consultamos a un arquitecto experto en el tema, Sergio Pacheco, del estudio TacticArchitects y miembro de la agrupación Cultura Saprissa, para obtener su punto de vista sobre las opciones que el club podría considerar para este proyecto.
En primer lugar, Pacheco explicó que la necesidad de un gran proyecto de estadio se hizo evidente durante muchos años, especialmente en instancias finales en las que el estadio quedó pequeño. “Saprissa ha estado jugando con estadio lleno durante mucho tiempo”, comentó.
La primera pregunta que surgió fue si existe la posibilidad de ampliar el estadio, a lo que Pacheco respondió afirmativamente.
“A pesar de las diferencias arquitectónicas en las gradas, sería factible retomar el proyecto de intervenir la gradería norte, quizás no exactamente como lo propuso Horizonte Morado, pero uniendo las esquinas para conectarlas con las sombras, hay espacio”, explicó Pacheco. Esta opción podría mantener al equipo en Tibás y fortalecer el sentido de pertenencia de los aficionados a la zona.
Otra opción que se podría considerar es construir un nuevo estadio en el mismo terreno, similar a lo que hizo Herediano con el nuevo Rosabal Cordero. Sin embargo, Pacheco destacó algunas limitaciones, como la presencia de una calle en el lado este y el río Virilla al norte, con una topografía inclinada y compleja. Aunque factible, esto representaría un costo económico considerable y se requeriría evaluar cuántos asientos adicionales se podrían agregar y en cuántos años se podría recuperar la inversión a través de las taquillas.
Finalmente, se exploró la posibilidad de construir un nuevo estadio en una ubicación alejada de Tibás.
Pacheco reconoció que esta opción es viable desde un punto de vista técnico, pero subrayó la importancia de considerar cuidadosamente la ubicación final. “En cualquier proyecto de construcción, siempre es más sencillo construir un estadio nuevo en otro lugar. Sin embargo, personalmente considero que Tibás es nuestra casa y mantener esa ubicación es crucial”, concluyó Pacheco.
La decisión de Horizonte Morado sobre el futuro de la “Cueva” requerirá tiempo, pero es esencial para mantener el apoyo que los caracterizó a lo largo de los años.