El entrenador del Municipal Pococí Femenino, Jimmy Núñez, reaccionó al reclamo hecho por la futbolista de Saprissa Carolina Venegas, quien lamentó que el partido entre ambos equipos se realizara sin todas las lámparas de iluminación encendidas en el Ebal Rodríguez.
Venegas se mostró indignada y molesta porque a ellas “las obligaron” a jugar así, pero en esa misma cancha, en el juego masculino previo, entre Santos y Limón, suspendieron las acciones durante 15 minutos por falta de electricidad en las torres.
El Ebal Rodríguez es la casa del Santos y Pococí y por primera vez el conjunto femenino jugó inmediatamente después de un partido de la Primera masculina, y temieron que se produjera otro apagón.
Por eso, dijo el entrenador, se decidió que las mujeres jugaran con algunos faltantes de luz para evitar un sobrecalentamiento.
Pero más allá de este inconveniente suscitado el domingo en la noche, Núñez denunció las condiciones a las que se enfrentan los equipos cuando Saprissa Femenino es el local.
El director técnico fue claro en su mensaje, se queja ahora por la reacción de Venegas, pero las situaciones que ha vivido en las canchas de las moradas no son nuevas.
“A nosotros nos ha tocado ir a jugar al CES (Centro de Entrentamiento de Saprissa) y las meten en servicios sanitarios, porque no son camerinos. Una vez, la entrenadora Karol Robles estaba apenada y se puso a barrer. En el último partido no había ni papel higiénico”.
"Es algo desastroso, pero tengo que decirlo, porque es fácil llegar y señalar", dijo Núñez.
Desde su punto de vista, esas cosas también las debería de dar a conocer la futbolista tibaseña, porque se trata de tener condiciones "dignas".
También criticó otra de las sedes que utilizan las moradas, una cancha ubicada en San Sebastián.
"Ahí hay un metro de distancia entre un muro y la cancha, ahí no se debería jugar, no tiene las condiciones mínimas. Esto lo digo por la situación que se da, pero jamás es contra Karol Robles, quien hace grandes esfuerzos".
Él destacó que la cancha del Ebal Rodríguez siempre está disponible para Pococí, no así el Ricardo Saprissa para partidos de las mujeres.
“En cuatro años nunca hemos podido jugar en el Ricardo Saprissa porque nunca lo han prestado, esas cosas deberíamos pelear. En el Morera Soto mis jugadoras han jugado dos veces y ha sido una experiencia única”, apuntó.
En el actual torneo, Saprissa Femenino ha jugado solo un partido en la Cueva, el 8 de setiembre contra la UCR. En el anterior, utilizó el reducto tibaseño en dos ocasiones, la semifinal y el clásico nacional. En otros encuentros, ha tenido por sede el Cuty Monge o el CES (Centro de Entrenamiento de Saprissa en Belén), según detalló la Unión Femenina de Costa Rica.
Finalmente, el entrenador se mostró dolido de que la iluminación fuera el tema de discusión y no se destacara el “esfuerzo hecho por la televisora (Tigo Sports), Santos y Pococí” para transmitir el partido y también de Saprissa por aceptar el horario nocturno.