Al terminar el partido ante Guadalupe FC (empate de 2-2) el delantero de Herediano, Yendrick Ruiz, anotador en el minuto 93, se fue hacia el técnico Fernando Palomeque para mostrarle su respaldo. Su gol, el gesto y las declaraciones no alcazaron.
El tercer punto ganado de 18 disputados, más que un logro de último minuto dictó la salida del timonel florense. Lo anunció Jafet Soto, gerente florense, justo después de que Palomeque le había admitido ante la prensa su deseo de seguir al mando, aunque consciente de que los resultados podrían sentenciarlo si no levantaba pronto.
“Esto es de resultados”, resumió Soto, para añadir que el equipo quedaba de momento en manos del asistente Pablo Salazar, y descartar la posibilidad de tomar él las riendas, como muchas veces lo hizo.
Tras el empate con Guadalupe, tal y como sucedió después de igualar con Alajuelense (1-1) en la jornada anterior, los jugadores dejaron claro, al menos con sus declaraciones, estar a gusto con el trabajo del entrenador. Sin embargo, lo visto en cancha está lejos de darle otra cara a este equipo.
Herediano vive en un túnel sin salida, intenta buscar soluciones, pero su rival lo termina hiriendo y cuando ya es demasiado oscuro, apela a su pundonor para salvarse.
Y salvarse significa no perder el juego, es rescatar al menos un punto, que si bien continúa teniendo un sabor amargo, es mejor que cero unidades.
Eso sucedió ante Guadalupe, cuando Palomeque recurrió a prácticamente todos los recursos ofensivos del banquillo. Enviarle balones a Ruiz terminó siendo el flotador para no morir ahogado.
Aunque, a decir verdad, este tigre se ve derrotado. Lo dice la frustración reflejada en los mismos futbolistas, como cuando el arquero guadalupano Jorge Jara le detuvo un penal a Francisco Rodríguez en el minuto 14.
Oportunidad idónea para empezar ese duelo con el pie derecho y ni los penales le sonríen al Team. Sin pasar por alto la buena acción de Jara.
Desde ese momento fue como ir contra corriente para los rojiamarillos, quienes después cometieron dos faltas dentro del área que culminaron con penas máximas a favor del visitante en el Estadio Nacional. Frank Zamora convirtió una en gol en su regreso a su casa (29′) y Bryan Segura le tapó la segunda ocasión a Lautaro Ayala (33′).
Pese a evitar una desventaja mayor, el Herediano fue incapaz de cambiar en ese primer tiempo y más bien por momentos vivió situaciones de peligro. El ejemplo más claro fue con el mismo Segura, quien jugó un balón en corto mientras Guadalupe presionaba su salida y por poco eso termina en el 2-0.
Con ese desempeño parecía más cerca la derrota que la posibilidad del triunfo y con ello también sobrepasar una de sus rachas más vergonzosas. Y aunque tras el pitazo inicial se llevó un punto, le fue imposible evitar esa indeseada marca.
Este duelo se metió en la historia, porque son seis partidos sin ganar: tres caídas y tres empates, para un rendimiento de apenas el 16%.
Herediano no tenía una racha tan larga sin ganar desde hace 71 años, en la campaña de 1950, según datos del periodista y estadígrafo, Alex Calderón.
Palomeque logró variar un poco esa cara en el segundo tiempo y además de Ruiz, también acertó con el ingreso de Suhander Zúniga.
Ambos movimientos dieron resultados tangibles. Zúñiga se encargó de hacer el 1-1 momentáneo en el 66′, gracias a un tiro libre rastrero que ni la barrera ni el portero esperaron.
El desahogo del atacante fue el desahogo de todo el equipo, pero era insuficiente. Esa esperanza duró poco; tan solo 12 minutos después Eduardo Juárez descargó un remate potente y bien colocado para el segundo tanto de Guadalupe.
El pundonor pudo más esta vez. Mientras a los jofesinos les sigue costando un mundo cuidar sus resultados, el Team se encargó de ir hacia el frente con más orgullo que otra cosa.
Su goleador, el incansable Yendrick Ruiz, hizo el 2-2 definitivo, sabiendo que sabe a poco o nada.
“Tengo mucho de esta aquí y es algo que nunca había vivido. Confío en que vamos a salir adelante”, dijo el delantero a FUTV.