Ricardo Montenegro dejó la comodidad del Valle Central y decidió aceptar el reto de defender el arco de Limón Black Star para la presente temporada de la Liga de Ascenso. El último arquero titular en una Copa del Mundo menor, no escondió sus reflexiones luego de que fue parte de la generación que tuvo el chance de ir a un certamen del orbe.
Montenegro, quien ha desarrollado la mayoría de su carrera en la Liga de Ascenso, es consciente que está llegando la hora de avanzar hacia la máxima categoría y por esto tomó el chance que se le abrió en el Caribe.
La decisión fue meditada y pensada, porque el guardavallas contó con dos ofertas más. Sin embargo, al final se decidió por ir al equipo dirigido por Marvin Solano.
“Si tuve algunas dudas, porque esto implicaba dejar todo lo que ya tenía en San José, sin embargo me han recibido como un limonense más. Ya el temor que sentí de venir y no conocer a nadie y dar ese paso, se me quitó”, reflexionó.
Montenegro fue formado en las divisiones menores del Saprissa, pero el equipo decidió que saliera en 2020, aunque él fue el estelar en la Copa del Mundo menor de 2017.
Ante esto, el joven portero comenzó a forjar su camino pasando por instituciones como Turrialba y Escorpiones de Belén, plantel con el que logró disputar la final de la última Liga de Ascenso.
“Uno siempre busca nuevos retos. Primero que todo tengo que rendir acá en Limón porque es un candidato al ascenso y pienso que es un lugar donde puedo consolidarme, ganarme la gente y los compañeros“, recalcó.
La etapa en el Monstruo, pese a su salida, siempre es recordada con mucho agradecimiento.
En la primera jornada de la Liga de Ascenso, Ricardo y sus compañeros sufrieron un traspié al perder 2 a 1 con Santa Ana.
“Se supone que por nombre y por los jugadores Santa Ana es de los favoritos, nos dolió la verdad perder ese encuentro. Siento que no merecíamos perder, pero personalmente quedé muy satisfecho con el equipo. Siento que vamos a pelear en las fases finales sí o sí. Esa derrota fue un golpe para espabilarse”, declaró.
Ricardo Montenegro espera encontrar en Limón el impulso que lo lleve nuevamente al nivel más alto del fútbol nacional.