El sueño de jugar en la Primera División parecía truncarse para el joven Alexandre Lezcano Vélez, cuando fue dejado en libertad por Alajuelense, a mediados del 2017, tras la llegada del técnico español Benito Floro.
Lezcano entonces abandonó el fútbol y se refugió en el voleibol de playa, donde incluso participó en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Buenos Aires, Argentina, en 2018. En dupla con Criforth Fallas, ocupó el noveno lugar, sin imaginarse que la fortuna estaba a punto de sonreírle al ser tomado en cuenta por Herediano, solo dos años después de su abrupta salida del cuadro erizo.
Ante la sanción de tres partidos del arquero Luis Torres, el muchacho de 18 años y 1,90 metros de estatura se convirtió en el inesperado suplente del experimentado Esteban Alvarado. Estuvo en el banquillo tanto en el partido de vuelta en la semifinal ante Saprissa como en en el primer juego de la final ante Alajuelense, cumpliendo el sueño de estar en una planilla de la máxima categoría y vivir su primera final en el balompié federado.
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Su padre, Alexander Lezcano Matarrita, aseguró que todo ha sido muy rápido para su hijo, quien ahora es ‘ficha’ del Team por tres años, tras una negociación de su representante Juan Vicente Carvajal, cuando tan solo hace un año estaba retirado del fútbol.
“En 2015, Alajuelense realizó una visoría en Golfito y Puerto Jiménez. Unos señores lo vieron y me dijeron que lo llevara a Alajuela. Fuimos allá y al entrenador de porteros Román González le gustó. Allí estuvo año y medio hasta que llegó Benito Floro y lo echaron porque reestructuraron las ligas menores. Después probamos en Carmelita, pero no pudo quedarse”, recordó el padre.
Con sus anhelos desechos, Alexandre, quien compartió camerino con los arqueros Miguel Ajún y Adonis Pineda, hoy titularísmo de la Liga, pidió a su progenitor que se lo llevara de vuelta a Puerto Jiménez, que quería probar en otro deporte. Ya había sido subcampeón nacional en tenis de mesa en los Juegos Estudiantiles Escolares y también jugó voleibol de playa a nivel colegial.
“Se vino para Puerto Jiménez y aquí empezó a entrenar voleibol de playa. Fue a Juegos Nacionales, donde ganó la medalla de oro con Golfito, lo llamaron a la selección juvenil y la mayor. Después lo seleccionaron para ir a las Olimpíadas de la Juventud en Argentina en 2018. Incluso se fue a vivir y entrenar a Atenas para poder asistir”, añadió el orgulloso papá.
Nueva oportunidad. El progenitor de Alexandre, quien reparte su tiempo entre ser guardia de seguridad y vender pasteles en su natal Puerto Jiménez, recordó que en diciembre del año pasado su hijo le confesó que deseaba seguir jugando fútbol. Es por eso que habló con su cuñado, quien es amigo de Miguel Segura, preparador de porteros del Team, para que le diera una oportunidad.
“Miguel le dio la oportunidad y desde que llegó le gustó. Habló con Jafet Soto y lo contrataron. A ellos les agradezco mucho la oportunidad que le dieron a Alexandre. Desde niño ha hecho un gran esfuerzo por estar en el fútbol. Por su buen rendimiento este año lo convocaron a la Selección Nacional Sub 18, donde fue titular y campeón del Torneo Uncaf en Costa Rica”, añadió Lezcano.
El joven guardameta, quien todos los días habla con padre por teléfono, le manifestó sentirse preparado por si le toca la oportunidad.
“Él es un niño muy educado, me llama todos los días después del entrenamiento. Está sorprendido por su suplencia, pero me dijo que está preparado. Yo le dije que aproveche cada momento, que esté tranquilo. Sé que su deseo es algún día jugar en Europa, demostrar sus condiciones. Tengo como dos meses sin verlo, debido a mis trabajos, pero le prometí que si clasificaban a la final iría a apoyarlo al estadio”, admitió Lezcano.