El fútbol de Costa Rica recibió una señal de alerta de parte de la Universidad de Costa Rica (UCR). El Programa Longitudinal de Investigación del Deporte Costarricense realizó una encuesta que arroja datos dignos de atención para los dirigentes del balompié.
Más allá de que la afición al fútbol bajó tres puntos respecto a la encuesta del año pasado, del 42% al 39%, el estudio también sugiere que el público joven no está consumiendo los partidos del torneo de Primera División, lo que genera una creciente preocupación de cara al futuro.
Según el estudio, el 70% de las personas consultadas entre los 18 y 25 años (dentro de la Gran Área Metropolitana) afirmó no sentir simpatía por ningún equipo. Como parte de las interpretaciones, los investigadores destacan: “La razón de este desarraigo futbolero es la competencia que tiene el fútbol nacional con otros espacios de entretenimiento juvenil, como videojuegos, conciertos, series o videos streaming”.
En esta encuesta, según la UCR, se entrevistaron 401 personas (52% mujeres), con edades entre los 18 y los 70 años y con domicilio en la GAM.
Marcela Trejos, experta en mercadeo deportivo y quien fue directora de comunicación de Saprissa y la Federación Costarricense de Fútbol, no esconde su preocupación por los resultados de la muestra.
“El fútbol nacional, a pesar de que haya trabajado en la experiencia estadio, debe continuar mejorando, porque el espectáculo, está quedando claro, no es atractivo para que la gente vaya. Otro tema es que las redes sociales, especialmente TikTok, están matando cualquier cosa”, puntualiza.
“La infraestructura no se presta para hacer una experiencia estadio adecuada, y hablo hasta del Estadio Nacional, porque en nuestro mejor escenario tenemos una pista de atletismo que afecta demasiado. Por último, siento que se compite con formas de entretenimiento muy fuertes. El contenido al que hay acceso hoy en día ha dinamizado el entretenimiento y la competencia por el tiempo de la gente”, agrega Trejos.
Gustavo Pérez, gerente general de San Carlos, considera que el fútbol debe cambiar dinámicas que ya se volvieron obsoletas.
Desde el club norteño, Pérez recalcó que ellos han buscado crear un ambiente familiar en el Estadio Carlos Ugalde, para desarrollar una identificación con los niños y provocar que las familias se integren a las graderías.
“El fútbol debe cambiar algunas cosas, especialmente en la experiencia estadio. ¿Qué hago más que solo ver el juego? Ahora eso requiere apoyo económico. Nosotros en San Carlos buscamos acercarnos, por lo que apostamos por abrir los portones a los niños en el entretiempo. Una de las estrategias que hemos sembrado para los niños es que jueguen en la cancha donde están los de la Primera División”, acotó.
Otro punto que Pérez mencionó y que consideró importante estudiar es la regulación de los eventos públicos.
“Tuve la oportunidad de ver la Kings League en vivo. Es una bodega grande en la que le pusieron una cancha sintética. Pero es un show, es un juego de luces, hacen cosas diferentes. Hay que ser más flexibles reglamentariamente para que nosotros podamos desarrollar un espectáculo. Pero acá, hasta por las banderas multan”, sentenció.
Héctor Trejos, presidente del Puntarenas F.C., coincidió con el sancarleño.
“En este momento se da una situación de aspecto económico, en el que el fútbol no es una prioridad. Ahora, el fútbol no se vive en familia, y eso es algo que el Puntarenas está tratando de cambiar, porque nosotros debemos propiciar que vengan todos. Si vienen los hijos, vendrán los padres, por lo que yo apostaría por desarrollar el ambiente familiar”, profundizó.
La encuesta de la UCR, la opinión de los dirigentes y los reportes de asistencia a estadios desde 2020 coinciden en que el fútbol no debe creer que tiene la afición garantizada.
Desde mediados del 2015 hasta el final del 2019, todos los torneos registraron más de 400.000 aficionados, según datos de la UNAFUT. En cambio, en los campeonatos a partir del 2020, y peor aún después de la pandemia, la afluencia de público vino a la baja, sin alcanzar los 300.000.
Como gran excepción y un fenómeno inexplicable, aparece en medio la cifra récord, los 513.292 aficionados en el Clausura 2023. En los dos torneos siguientes, sin embargo, las cifras volvieron a su tendencia decreciente, sin alcanzar los 400.000 aficionados (347.991 en el Apertura 2023 y 383.787 en el Apertura 2024).
Otro tema que genera preocupación es el menor interés de las mujeres en el fútbol, según la encuesta. Ante la consulta a “¿cuál equipo sigue?”, el 67% de las mujeres respondió: “A ninguno”.
Para la experta en mercadeo Paula Esquivel, el tema va más allá de que el deporte sea atractivo o no para la mujer.
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“Me parece que los escándalos de ciertos futbolistas han creado cierta resistencia al fútbol y la poca oportunidad que hay para la mujer en la industria. Desgraciadamente, vivimos en un país machista y la importancia de la mujer no es tan marcada como debería”, señaló la profesional, que está en la industria desde 2012.
Marcela Trejos advierte que perder el interés femenino en el fútbol sería un golpe fuertísimo al consumo del producto.
“Las mujeres se llevan al fútbol creando un plan familiar: si el chiquito va, la mujer va. Me parece preocupante, porque, primero, la mujer es la decisora de compra por excelencia en los hogares y usted necesita consumo en su industria”, externó.
El fútbol ya tiene la luz amarilla encendida; necesita un cambio urgente para captar a las aficiones que se le están escapando.