El fútbol costarricense está de luto, en especial el femenino, al perder a una de sus pioneras y referentes del deporte en el país, María Elena Valverde, quien falleció este martes a sus 89 años.
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Valverde fue una de las fundadoras del primer equipo de damas en suelo nacional y en América, el Deportivo Femenino Costa Rica, club que nació en 1949 después de conjuntar una serie de ideas, sueños y visiones de apasionadas por el deporte.
La costarricense recibió en Brasil 2014 una condecoración de la FIFA de Orden al Mérito por sus décadas de servicio para el balompié de mujeres. Y es que lo hecho por esta tica no se quedó en el campo de juego, sino que se encargó de fomentar y mantener viva una historia que inició hace 69 años.
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“Era un grupo de muchachas, pero ella era la que tenía álbumes con fotografías y recortes de periódicos, se acordaba de todo. Además, iba a los eventos, mantuvo viva esa historia, era una de las fundadoras y promotoras del fútbol femenino. En Brasil estaba enferma, pero igual asistió a recibir un reconocimiento que la llenaba de orgullo”, señaló su sobrina Gabriela Valerde.
Nacida en 1928, tuvo un anhelo y lo consiguió, gracias a su empeño, dedicación y trabajo por conformar una selección femenina. Cerca de cumplir sus 90 años (15 de mayo) la luz se apagó para Valverde, sin embargo, su legado es interminable y hoy en día miles de niñas y mujeres practican el deporte que aman gracias a estos esfuerzos.
Las honras fúnebres de esta heroína iniciarán este martes a las 6 p. m. en la Capilla de Guadalupe, mientras que la misa se efectuará este miércoles a partir de las 11 a. m., en el mismo lugar.
En junio del 2015 la revista Perfil resaltó la carrera de Valverde, de donde se extraen los siguientes párrafos:
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María Elena Valverde dice que todo comenzó el 26 de febrero de 1949 (le gusta precisar fechas de esa manera). Una tía suya era madrina de Gimnástica Española, un equipo de fútbol cuyos dirigentes eran los hermanos Fernando y Manuel Emilio Bonilla. Cuando el papá de ellos falleció, a la tía de María Elena, que también era rezadora, le encargaron el novenario. Al sétimo día de rezos, María Elena conversó con Fernando sobre su gusto por el fútbol, sobre sus mejengas desde niña en las plazas de Tibás, en compañía de sus cinco hermanos y su madre, que era la portera.
Fernando y María Elena coincidieron en el interés por formar un equipo de mujeres. Esa misma noche se sumaron las siete primeras jugadoras. Cada una reclutó a otras, y en menos de un mes, el 19 de marzo, la alineación del Deportivo Femenino Costa Rica FC estaba completa: 32 muchachas, entre trabajadoras, estudiantes y mamás. “En realidad fue un 18 de marzo, pero lo dejamos 19, por ser el día de San José”, precisó María Elena.
El domingo 26 de marzo de 1950 suspendieron el campeonato varonil de Primera División para que las jóvenes debutaran, a gradería llena, en el Estadio Nacional. Se trató de un encuentro de exhibición entre dos equipos conformados entre las mismas muchachas.
La calidad del espectáculo fue tal que comenzaron a llegar invitaciones del extranjero. Así, el 29 de abril viajaron a Panamá, donde disputaron un partido también de exhibición. Luego estuvieron en Curazao y Honduras. En mayo de 1951 enfrentaron en Guatemala el primer encuentro internacional, contra un equipo que se había formado siguiendo el ejemplo de las nacionales.
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En el Mundial de Brasil 2014, Valverde recibió, de manos del presidente de la FIFA, una condecoración de Orden al Mérito por sus décadas de servicio para el fútbol femenino. Justo esa es la que cuelga de la pared, al lado de un Cristo que perteneció a Calderón Guardia, de fotos de sus hijos (dos de esos ya fallecidos), de sus nietos y tataranietos, de trofeos y flores y muñecas rusas... “Es que mi vida no es solo fútbol, ¿verdad?”.