Carolina Venegas en Saprissa, Wendy Acosta en Herediano, Yocelyn Aguilar en Pococí y Yoanka Villanueva en Dimas Escazú son tan solo algunos nombres de futbolistas de la Primera División femenina que también tienen funciones como entrenadoras.
LEA MÁS: 147 mujeres con licencia de entrenadora de fútbol intentan abrirse campo en Costa Rica
Una generación de jugadoras activas se ha visto atraída por la dirección técnica y cuentan con algún tipo de licencia, desde la B hasta la E, que representa el nivel más básico.
Sus primeras experiencias en el banquillo las están adquiriendo en los mismos clubes, normalmente con funciones relacionadas a las ligas menores.
Este interés se verá reflejado en un futuro en la Primera División u otras categorías, o al menos eso esperan varias personas inmersas en el balompié femenino.
Y no solo se trata de pensar en mujeres dirigiendo mujeres, sino también llevando la batuta de conjuntos masculinos, algo hasta ahora mucho más difícil, porque en la máxima categoría de hombres, Liga de Ascenso o la Primera de Linafa no hay ninguna.
LEA MÁS: Entrenadora de fútbol con licencia A empezó su pasión viendo las prácticas de sus hijos
Incluso, en la Liga Femenina solo Karol Robles, de Saprissa, es la cabeza de un equipo.
Pero la esperanza para abrir más oportunidades está puesta en este grupo de jugadoras.
Yocelyn Aguilar, quien es la jugadora activa de Primera con el nivel más alto de licencia (B), considera trascendental el crecimiento y divulgación del fútbol femenino en la inclinación de más futbolistas hacia la labor de dirigir.
Actualmente ella tiene a cargo la categoría Sub-13 de Pococí y las preselecciones regionales de ese mismo cantón.
“Hace diez años no había las mismas opciones y posibilidades de ahora. Hay más apoyo y la mujer se siente motivada. También más chicas juegan al fútbol desde temprana edad, eso ayuda a abrir espacios y generar más interés”, comentó Aguilar, quien tiene 25 años y también es educadora física.
Parte de esos espacios de los que habla Yocelyn incluyen un proyecto de la Federación Costarricense de Fútbol.
Al respecto, Geovanni Vargas, entrenador de Dimas, asegura que desde hace algunos años se ha balanceado la participación de hombres y mujeres en capacitaciones FIFA; entonces, si hay 25 campos, se le asignan 15 o 17 a mujeres y el resto a los varones.
LEA MÁS: Entrenadora de Pérez Zeledón soportó discriminación cuando empezó a dirigir
Otra medida ha sido coordinar con los clubes para detectar cuáles jugadoras tienen potencial e interés en llevar las licencias, se giran las invitaciones y la institución elige a quién darle la oportunidad.
“Queremos ser parte de ese cambio, que participen. Considero que van por buen camino, pero se requiere de mucha experiencia. La generación que traemos nosotros en mediano plazo podría asumir”, afirma Vargas, quien tiene diez años al mando de Dimas.
Él creó el equipo desde cero y reconoce que ese factor, así como el arduo trabajo, le hacen ser muy cuidadoso en dar un paso al lado en la dirección técnica.
Pero pensando en que eso tarde o temprano sucederá, ha sido un guía para varias pupilas. En Dimas todas las ligas menores son comandadas por mujeres. Sugey Matarrita está en la U-17 (licencia B), Natalia Garley en la U-15 (aún no tiene licencia), Yoanka Villanueva en la U-13 (D) y Sharon Jiménez en la U-10 (E), estas últimas aún activas como jugadoras.
En el Herediano sucede algo similar. Wendy Acosta lleva la ruta de las divisiones menores, en coordinación con Pablo Salazar hasta hace poco, pero también la acompañan otras futbolistas.
Karol Sánchez, Nicole Araya, Diana Araya, Mitsi Mitre, María José Morales, Priscilla Tapia, Mariela Campos Alfaro y Mariela Campos Alvarado son parte de ese amplio grupo que empezó su camino cuando el equipo se llamaba Moravia.
Bernald Alfaro, entrenador de las florenses, comentó que ellas tienen la licencia D y en algunos casos la C, todo como parte del proyecto junto a la Fedefútbol y Elieth Artavia, la instructora del fútbol femenino.
Desde el punto de vista de Alfaro, el fútbol femenino necesita entrenadoras bien capacitadas y estos pasos son fundamentales.
En Saprissa también han dejado en manos de jugadoras y exjugadoras las ligas menores de niñas. Carolina Venegas (C) se encarga de la categoría Sub-17, en la 15 está Lina Arana (D), y en la 13 Dulce Ureña (C).
En Pococí, además del papel de Yocelyn Aguilar, también está Priscilla Loco, quien tiene la licencia E y dirige la categoría U-10.
En Coronado, hay dos jugadoras con licencia E, Andrea García y Angie Chinchilla, quienes están a cargo de la U-15, mientras Valeria Hernández da sus primeros pasos con la U-13.
Así sucede en Suva Sports, donde Daniela Aparicio y Andrea Godínez tienen licencia y esta última asumió responsabilidades en la U-10, previo a la pandemia.
En el Sporting FC y Alajuelense ninguna de sus jugadoras cuentan con responsabilidad como entrenadoras, pero varias de ellas han sacado la licencia; tal es el caso de las manudas Laura Sánchez, Valery Sandoval y Lixy Rodríguez, quien anteriormente dirigió en Grecia.
En los equipos que conforman la Unafut, además de los mencionados anteriormente que también cuentan con clubes en femenino, apenas tres instituciones más aparecen con mujeres con alguna función como entrenadoras. En Pérez Zeledón está Verónica Acuña a cargo de todas las ligas menores, en Santos de Guápiles aparece Karina Vega como la encarga de la categoría U-11 de hombres y en Guadalupe Johanna Barquero, quien dirige el equipo femenino de segunda categoría.