Géiner Segura llegó al Cartaginés el 20 de abril del 2021 con un bajo perfil y sin el cartel de otros técnicos que ocuparon el pesado banquillo del Cartaginés. Muchos dudaron de él porque venía de ser asistente en Alajuelense, nunca había clasificado a una semifinal e incluso falló en sus dos primeros intentos con los brumosos, pero año y medio después se marcha del club como el técnico que logró la gesta de ser campeón.
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Segura convenció a todos los que dudaron y se graduó como estratega en el Clausura 2022. En ocho décadas, el equipo centenario contabilizó 69 entrenadores diferentes, pero fue Géiner quien llevó la copa a la Vieja Metrópoli. Pese a esto, al timonel le tocó partir, luego de un acuerdo con la dirigencia.
El equipo quedará en manos de Mauricio Wright como interino, pues según el gerente brumoso, Leonardo Vargas (hijo), aún no está definido quién será el sustituto permanente.
El fútbol da vueltas tan rápido que la alegría desbordada que vivieron en la Vieja Metrópoli apenas el 6 de julio se convirtió en frustración y desencanto en el torneo siguiente con la eliminación del campeón en la fase regular.
La directiva puso en evaluación a todos, incluido a quien los hizo colgarse la medalla dorada y en medio de esto, ambas partes se dieron la mano y cerraron este capítulo. De igual forma, Géiner se marcha sin que la afición pidiera su salida en el Fello Meza y nadie le podrá quitar que su nombre está escrito en letras doradas.
Es más, muchas veces se dijo a modo de broma que quien lograra el título sería merecedor de una estatua. De seguro no llegará a tanto, pero mínimo una placa y un lugar especial tendrá Segura. Incluso, no sería ilógico pensar que en un futuro vuelva a dirigir a los blanquiazules.
“Mi continuidad estaba en análisis, lo hablé con don Leo (presidente) y de mutuo acuerdo se da esto. Se venían valorando muchas cosas y llegamos a buenos términos. Me voy contento porque es una institución diferente con cosas que no tenía y con un título. Puedo ver a la cara a todos y me voy tranquilo porque di lo mejor”, comentó.
Tan solo tres meses después de ganar el título ante Alajuelense, Géiner vio caer su ciclo. Cuesta entender que tan rápido se esfumara todo, pero el timonel no tiene resentimientos, según comentó. Segura se va con un 47% de rendimiento, tras 69 partidos dirigidos, con 27 ganes, 17 empates y 25 derrotas. En total, estuvo 540 días como DT.
No pudo con la “maldición”
Geiner Segura tenía seis meses más de contrato con Cartaginés y se podía pensar que le darían la oportunidad de continuar, pero culminar en el último lugar del grupo B y en la novena posición de la tabla acumulada, con apenas 17 puntos de 48 posibles hizo dudar a la dirigencia.
En medio del análisis, ambas partes llegaron al acuerdo de no continuar y Segura se marcha confirmando lo que podría verse como una simple casualidad y otros llamarán la maldición del técnico campeón.
“Me voy con la frente en alto. Le agradezco a la afición, a la administración y a la dirigencia. Mi familia siempre me apoyó en los momentos difíciles y les doy las gracias. Me llevo el cariño de todos como personas y le agradezco a Dios y a la vida que me dio la posibilidad de ser parte de este proyecto. Finalizamos esta gran aventura, la vida sigue, tomamos caminos diferentes y me voy muy contento de haber logrado el título nacional”, detalló Géiner.
Parece un cuento sin sentido, pero es que los últimos siete entrenadores, contando a Géiner, que levantaron el trofeo en el fútbol tico no pudieron llegar hasta el final del contrato, pese a que tenían más tiempo firmado y parecía que habían generado un crédito a su favor con el título.
Jeaustin Campos, Mauricio Wright, Andrés Carevic, Wálter Centeno, José Giacone y Luis Marín tienen algo en común, y es que pese a consagrarse no pudieron cumplir contrato. Obviamente, los estrategas saben que deben tener la maleta lista, no obstante, se podría pensar que hay más tolerancia con quien consiguió la medalla; pero no.