Ganar la Liga Concacaf (segundo torneo en importancia del área) o llegar a la Liga de Campeones de la Concacaf (LCC) no basta para un equipo como Saprissa; la exigencia va mucho más allá. Es por esto que los morados no salieron del todo contentos con el empate 2 a 2 ante Pumas de México, en la ida de los octavos de final; ya que más allá del buen nivel, el gol visitante es criterio de desempate y quedaron obligados para la vuelta del próximo miércoles.
Si bien, también hay que ser realista y se sabe que conquistar el certamen más relevante del área es una misión titánica para los ticos, un club como los morados no puede quedarse con lo que apenas ofreció en los últimos 11 años.
Y es que los tibaseños no superan una muerte súbita en este campeonato (Liga de Campeones de Concacaf) desde la temporada 2010-2011, cuando dejaron en el camino al Olimpia de Honduras en los cuartos de final y luego se quedaron en las semifinales frente al Real Salt Lake, de la MLS de los Estados Unidos.
Es más, en las últimas cuatro participaciones en la LCC, con el nuevo formato sin fase de grupos, tan siquiera se puede decir que compitieron, simplemente participaron y los despacharon en los octavos de final en todas (primera fase). En el 2021 los sacó el Philadelphia Union de la MLS, en el 2020 el Montreal Impact estadounidense, en el 2019 los Tigres mexicanos y en el 2018 el América, también azteca.
Si vemos en detalle la edición 2016-2017, cuando sí se jugaba ronda de grupos, el Monstruo lideró el suyo, pero luego lo sacó Pachucha, mientras que en la 2015-2016 se quedó antes de los duelos a ida y vuelta y en la 2014-2015 el tope fueron los cuartos y de nuevo las Águilas se convirtieron en su verdugo.
Por su parte, en la 2013-2014, la 2012-2013 y 2011-2012 los saprissistas no clasificaron a esta competición.
Todo este peso es con el que carga el plantel que encabeza Iñaki Alonso en la serie frente a los Pumas. Si bien, es historia pasada, en la S buscan sacudirse de estos tragos amargos y ser más que invitados en un certamen que da boleto al Mundial de Clubes.
“Queremos que nuestra afición disfrute de este equipo. En la serie ante Pumas somos realistas, nos enfrentamos a un muy buen equipo, pero tenemos ganas de mirarles a los ojos y ver qué pasa. El rival nos ha estudiado bien, es un oponente super preparado, pero estamos con una energía y una vibra muy buena”, señaló Alonso.
Más allá de que el Monstruo no la pasa bien en el certamen local, en el equipo defienden que saben jugar los torneos internacionales. La vuelta el próximo miércoles 23 de febrero, confirmará si esto es cierto o no.