Los aficionados del Club Sport Herediano deberán esperar unos meses más para que su equipo vuelva a jugar en la provincia, a pesar de que Fuerza Herediana firmó este jueves un convenio con el Comité de Deportes y Recreación y la Municipalidad de Santa Bárbara para el uso de las instalaciones del estadio Carlos Alvarado.
Debido a las mejoras que deben realizarle al inmueble y para cumplir con los requisitos del Comité de Licencias de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefutbol), el equipo debe iniciar el Torneo de Apertura 2023 en el estadio José Joaquín Colleya Fonseca de Guadalupe, al igual que en los últimos torneos.
Algunas de las tareas que se llevarán a cabo en los próximos cuatro meses incluyen el cambio de césped sintético por natural, construcción de vestuarios y graderías para 2.000 personas, así como la renovación de la instalación eléctrica y la colocación de nuevas lámparas en las torres de iluminación. Estas son solo algunas de las labores necesarias antes de que los florenses puedan jugar en Santa Bárbara.
Los miembros de la entidad florense aseguraron que será un monto económico importante el que se va a invertir, pero declinaron dar a conocer la cifra.
Volver a la provincia
Tanto el gerente general, Jafet Soto Molina, como el vicepresidente de Fuerza Herediana, Orlando Moreira, indicaron que los presupuestos para la construcción del nuevo estadio Eladio Rosabal Cordero y la renovación del Carlos Alvarado en Santa Bárbara son totalmente diferentes, por lo que no afectarán ni retrasarán ninguna de las dos obras planeadas.
“El convenio con el Comité de Deportes y Recreación y la Municipalidad de Santa Bárbara es válido por 15 años. Nuestra intención es tener un estadio en nuestra provincia donde las ligas menores, el equipo femenino y la Primera División tengan un espacio para entrenar y jugar. Además, la comunidad de Santa Bárbara se beneficiará al tener acceso a instalaciones renovadas”, comentó Soto.
“Es un convenio mutuamente beneficioso. Hemos observado el trabajo realizado por el Comité de Deportes y el esfuerzo que han dedicado a este estadio, y nosotros queremos contribuir a la comunidad. Hemos recibido un apoyo total y esperamos poder jugar aquí lo antes posible”, añadió.
Según la planificación del equipo florense, se espera que el nuevo estadio Rosabal Cordero esté terminado a finales de diciembre o principios de enero de 2024. Por lo tanto, los primeros partidos del Torneo de Apertura 2023 se jugarán en el Colleya Fonseca, mientras que el Carlos Alvarado albergará algunos encuentros del certamen después de la segunda vuelta, aunque aún no se han definido cuáles.
“Todo dependerá del tiempo que nos lleve la remodelación. Queremos recordarles a los vecinos que el estadio seguirá disponible para la comunidad, ya sea para aquellos que les gusta caminar y hacer ejercicio o para los mejengueros. Es una forma de apoyar al cantón y nos asegurarnos que nuestra afición se sienta en casa, en un estadio donde se estén cómodos en nuestra provincia”, admitió Soto.