Liga Deportiva Alajuelense hizo lo que no había conseguido nadie en la historia del fútbol femenino costarricense, al ganar el título de manera invicta.
Fue en la cancha donde las leonas a cargo de Wílmer López encontraron la manera perfecta de revalidar su corona y proclamarse bicampeonas nacionales, ganándole los dos partidos de la final a Saprissa FF, tanto en Tibás (2 a 1), como en el Estadio Alejandro Morera Soto (3 a 1).
Ese era el compromiso de todas, porque desde aquella misma noche del 5 de junio en la que se coronaron monarcas del Apertura 2021 contra Herediano, el único objetivo de las rojinegras era conseguir una temporada completa de ensueño, con el bicampeonato.
La meta era alta, pero en realidad, con el esmero de Mercedes Salas, el equipo estaba construido para eso.
Con el respaldo de Fernando Ocampo, Sebastián Trigueros, Federico Calderón y Joseph Joseph, ella es esa hada madrina en el proyecto femenino de la Liga, que va más allá del primer equipo, porque las ligas menores ya son toda una realidad en el club.
Fueron 18 partidos los que jugaron las leonas, en los que coleccionaron 16 triunfos y 2 empates, con un rendimiento del 92,59% en este Clausura.
A lo largo del torneo, las manudas decían que más que el invicto, lo que querían era el título y lejos de ser una presión, eso se volvió en una motivación adicional para este equipo que arrastra 21 partidos sin derrotas.
Pero el torneo no premia la regularidad, sino la efectividad y ellas no querían que ese castillo que habían construido se les derrumbara, porque estaban muy conscientes de que no habían ganado nada.
Y que al frente tendrían como rival a un Saprissa FF que desde que llegaron las extranjeras para reforzar a su nómina dio un giro radical y volvió a ser protagonista.
En la final, el primer aviso la Liga lo mandó desde el encuentro en el Estadio Ricardo Saprissa, donde las moradas anotaron primero con Katherine Alvarado, pero Alajuelense se dejó la victoria con remontada incluida, con un gol de Kenia Rangel y un autogol de Jeimy Umaña.
Para el juego de vuelta, los dos equipos llegaban inspirados. La afición morada esperó a sus jugadoras en las afueras de su hotel de concentración.
Mientras que en las afueras del Morera Soto, hubo un banderazo. Un recibimiento para las rojinegras que hizo que la mayoría de futbolistas lloraran de emoción, al ver ese apoyo real, que hace un tiempo era inimaginable para el fútbol femenino.
Pero que es parte de lo que la Liga ha construido, desde aquella final en diciembre de 2019 cuando Alajuelense Codea ganó el cetro ante las moradas, con 16.900 aficionados en las gradas.
También hubo manifestaciones de apoyo en la final del torneo anterior ganado por las manudas y lo de este sábado fue un hecho sin precedentes.
Ya en la cancha, la tortura para Saprissa FF empezó desde el minuto 1, con el sufrimiento de Sofía Varela que gritaba que se había desgarrado y lloraba de forma desconsolada, porque tuvo ser sustituida.
El partido empezó enredado. Las tibaseñas procuraron defenderse más que atacar, controlando principalmente a Kenia Rangel y las rojinegras se veían imprecisas.
Fue en el minuto 23 cuando Katherine Alvarado cobró un tiro libre y Noelia Bermúdez se lució con tapadón.
Alajuelense optó por ir a buscar algo más y la precisión en su ataque no falla, a pesar de que no está la estadounidense Jennie Lakip por lesión.
Pero ahí se encontraba María Paula Salas, esa jugadora que se perdió la final del torneo pasado mientras se recuperaba de la cirugía en el brazo y en este partido decisivo se destapó con un triplete.
Su primer tanto de la noche fue en el minuto 37, asistida por Kenia Rangel; el segundo lo marcó en el minuto 51 tras un pase de Natalia Mills y el tercero fue en el minuto 69, tras otra asistencia de Rangel.
En el minuto 61 Saprissa anotó de penal por intermedio de Katherine Alvarado, luego de que Fabiola Sánchez desbalanceó a Carolina Venegas en el área. La ‘10′ de la ‘S’ pronto salió expulsada, por acumulación de amarillas.
Ya en tiempo de reposición, desde las gradas la dirigencia empezó a cantarles a las muchachas el ‘Liga campeón, Liga, Liga, Liga campeón...”.
Así cayó el telón del torneo, con un Alajuelense que ganó la final con un global de 5 a 2 contra Saprissa FF.
Mientras que las rojinegras son bicampeonas nacionales, revalidan su corona de manera invicta y lucieron una camisa con la leyenda de ‘invencibles’, las moradas arrastran una sequía de títulos desde 2018.
La próxima vez que salten a la cancha, las futbolistas verán afición en las gradas, pero desde 2019 lo saben: nunca volverán a jugar en silencio.
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