“Historia de la vida, Alajuelense significa historia de mi vida, prácticamente una parte más fuerte de lo que yo viví emocionalmente. Hubo momentos buenos, momentos malos y malísimos. Buenísimos y malos, pero siempre se salió”, expresó Iván Mraz en charla telefónica con La Nación.
Esa fue su respuesta al preguntársele qué significa la Liga para él.
Mraz es un extranjero que dejó una huella muy profunda en el club, porque es a quien se le achaca el cambio del fútbol rudimentario hacia la preparación física profesional.
Esas palabras también tienen un significado especial para el liguismo, porque algunos episodios de su vida se borraron de su mente, menos lo que hizo en Alajuelense.
Desde hace ocho años se le diagnosticó Alzheimer y la enfermedad está en una etapa media.
Basado en la disciplina y en una metodología 100% diferente a la que era habitual en el país, Mraz levantó a Alajuelense y lo transformó, con repercusión en otros equipos.
Algunos tienden a comparar la realidad actual de los rojinegros a cargo de Agustín Lleida y Andrés Carevic con lo sucedido en aquella época.
Quienes lo piensan así no dejan de tener razón, porque en ambos momentos, ellos lograron acabar con sequías y ordenaron la casa en todos los aspectos.
Antes de que Mraz llegara a la Liga, en 1979, la última vez que los manudos habían levantado la copa había sido el 15 de diciembre de 1971.
Después de eso, el equipo entró en crisis y el detonante fue en 1978, cuando se enfrentó a Guanacasteca obligado a ganar para evitar el descenso. Hubo una reestructuración total y Roberto Chacón Murillo tomó la presidencia.
En el libro del 95 Aniversario de Alajuelense escrito por José Antonio Pastor se explica que él decidió apostar por la escuela checa con Iván Mraz.
El proceso comenzó durante la presidencia de Miguel Rodríguez Gómez quien recurrió al Canciller de esa época, Rafael Ángel Calderón Fournier para explorar la disponibilidad de que un entrenador europeo que hablara español.
Mraz vivía y trabajaba en la antigua Checoslovaquia. Los trámites para que llegar a la Liga tomaron mucho tiempo, pero dicha llegada estaba programada y se dio en la época de Chacón Murillo.
Con su llegada, todo cambió en la Liga y por primera vez los jugadores supieron lo que era entrenar a doble turno. El equipo era totalmente otro, pero una mala noche contra Cartaginés acabó con sus aspiraciones del título en ese torneo, pues no ganó la pentagonal que le daba el pase a la final.
El club confió en Mraz y lo dejó al frente, pero el arranque del torneo de 1980 no fue el mejor, porque físicamente parecía muy pesado y la Liga estaba en los últimos puestos de la primera vuelta. Alajuelense empezó a crecer hasta ganarle a Herediano los dos partidos de la final.
Después de aquel 15 de diciembre de 1971, Alajuelense volvió a ser campeón el 11 de marzo de 1981, en la casa morada.
40 años después, Mraz afirma que lo mejor de aquello es que “estamos donde estamos”.
“Ser campeón es ser campeón. Para todos en el deporte es el primer lugar, el momento de festejar, de sentirse satisfecho con su trabajo y eso me tocó a mí”.
Después de ese título en 1981 correspondiente al campeonato de 1980, Mraz le deparó otro campeonato a la Liga desde el banquillo, en 1991, en uno de los torneos más largos de la historia.
Y al año siguiente, seguía siendo parte del éxito, como gerente deportivo y con Jan Postulka como técnico.
Para todo eso, afirma que no había secretos.
“En un equipo de fútbol si no se tiene disciplina no puede lograr ningún rédito. Disciplina es la base de un colectivo de futbolistas, basquetbolistas, voleibolistas y todos lo que son equipos de grupo. El futbolista tico es un poco suave”, aseguró.
De la Liga de esos años, considera que “había más que Wílmer López, él era un prototipo de un buen jugador, pero tenía a uno muy bueno como (José Carlos) Chaves Innecken, otros jugadores que cumplen y tuve suerte de tener más jugadores de alto nivel que mediocres”.
La exigencia era máxima y él lo tiene presente.
“El entrenador siempre tiene que crear un ambiente de tranquilidad para el jugador, para que él pueda dar el rendimiento máximo. No fue ningún milagro, bastaba con poner las cosas en orden. Si lo administrativo no funciona, no puede funcionar lo deportivo y también, si lo deportivo no funciona, lo administrativo también está en depresión”, indicó Mraz.
Su vida hoy. Don Iván cumplirá 80 años el 24 de mayo y ya retirado del fútbol, vive en Costa Rica junto a su esposa, doña Flora Sandoval.
“Teníamos cuatro años y medio de estar fuera y nos fuimos por la enfermedad de don Iván, esa fue la razón principal. Ahora nos regresamos por el clima y por los nietos. Allá el invierno es muy duro, es complicado, el frío no le sentaba bien y decidimos regresar para estar aquí más cómodos, más tranquilos”, contó doña Flora.
A ella le agrada cuando lo escucha revivir anécdotas con la Liga.
“Yo pienso que Alajuelense fue muy importante para él, fue el trabajo más importante que tuvo en el país, porque él se fue de la Liga, luego estuvo con Herediano, con Cartaginés, con el Municipal de Guatemala, pero no lo marcaron tanto porque casi no se acuerda de esa parte, pero de Alajuelense nunca se olvida”.
Ella lo piensa un poco más y reitera: “Es una época de la vida que él recuerda muy bien. Si vos le preguntás de Cartago, de Heredia, que si estuvo trabajando en Puerto Rico o en el Municipal de Guatemala no se acuerda, él solo se acuerda de la Liga y de sus tiempos de jugador en el Sparta Praga, eso sí lo recuerda muy bien”.
Cuenta que a pesar de los años, los liguistas lo reconocen con facilidad.
“Lo tratan con mucho cariño, al identificarlo siempre lo saludan y lo tratan con mucho respeto y admiración. Él profesionalmente siempre fue muy serio, pero ya conociéndolo, como esposo, yo no tengo queja hasta hoy. Él siempre ha sido una persona muy dulce, muy romántico, muy tierno. No tengo ninguna queja de él”.
Doña Flora contó que a mediados de 2014 se presentó una situación que le hizo ver a ella que algo en don Iván no estaba bien. Tenían unos ocho años de vivir en Belén y la ruta para movilizarse a cualquier lugar era la misma de siempre.
Iban a hacer un campamento de fútbol y ella le dijo que pusiera una publicidad en la Panasonic, pero el mandado no se ejecutó.
“Cuando él regresó, le pregunté que si había ido a la Panasonic y me dijo que no, que no sabía dónde quedaba. No era normal, porque pasábamos por ahí por lo menos ocho veces a la semana mínimo y que me dijera que no sabía dónde quedaba para mí fue muy impactante, eso fue en julio”.
Pasaron unos meses y en Navidad se fueron a Praga.
“Yo les dije a los hijos lo que había pasado y que me llamaba la atención, que yo quería que le hicieran unos exámenes, se los hicieron y salió que estaba enfermo de Alzheimer. Eso fue en diciembre de 2014″.
Hoy no pasa pendiente del fútbol. Si en la casa está puesto algún partido lo ve, pero no es como antes.
¿Qué es el Alzheimer?
El Alzheimer es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas.
Entre 27.000 y 36.000 personas mayores de 60 años padecen algún tipo de demencia en Costa Rica; principalmente Alzheimer (cerca de un 60% de todos los casos) y demencia vascular (20%).
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