El gerente general Jafet Soto Molina ingresó a la grama del estadio Ricardo Saprissa como Pedro por su casa. En medio de los gritos, silbidos e insultos, levantó su gorra y empezó a saludar a los aficionados.
Soto, quien sorpresivamente asumió el banquillo este domingo en el juego de vuelta de la semifinal frente al Deportivo Saprissa, sin duda se robó el show. Estuvo en sustitución del castigado Jeaustin Campos.
Jafet levantó los brazos y desafió a la masa morada que no dejó de insultarlo mientras caminaba hacia el banquillo haciendo un gesto como diciendo “aquí estoy”. Se dio el lujo de pasar en medio de los jugadores del Saprissa que estaban alineados frente a la gradería Oeste.
Aunque arrancó sentado en el partido, Jafet rápidamente se puso de pie tras una acción en la que el arquero Bryan Segura se lanzó al piso ante una supuesta falta de Warren Madrigal. El gerente y entrenador se dirigió al cuarto árbitro Bryan Cruz y empezó a reclamarle insistentemente, mientras se movía de un lado a otro dejando ver su molestia.
Jafet se quedó de pie en la zona técnica con los brazos en la cintura mirando fijamente las acciones y de vez en cuando conversando con su asistente Hugo Viegas.
Cuando Saprissa anotó por intermedio de Warren Madrigal, se dirigió al cuarto árbitro Bryan Cruz, a quien le reclamó airadamente, una vez más, reclamando una supuesta falta de Yostin Salas.
Al estar en desventaja, Soto se mantuvo de pie, mirando fijamente el partido, mientras Viegas dirigía y Breance Camacho escuchaba las indicaciones de Jeaustin Campos por teléfono celular.
Cuando el reloj marcó el minuto 30, Jafet se dirigió a los miembros de la Unafut, Karina Rodríguez y Fernando Quesada, quienes llamaron al árbitro central Pedro Navarro. Por los altoparlantes se escuchó la advertencia de que, de continuar con ofensas discriminatorias, el compromiso tendría que suspenderse. Jafet seguía incomodando al pueblo morado.
Con la anotación de Orlando Sinclair, Jafet se quedó mirando por unos segundos a su alrededor y posteriormente se sentó en la banca, tratando de asimilar lo que estaba sucediendo al no encontrar respuesta en el terreno de juego.
Con el pitazo final del primer tiempo, Jafet empezó a caminar lentamente hacia el camerino. De pronto, se topó con el balón, lo tomó y sacó un remate con su pie izquierdo que ingresó en el marco, como tratando de anotar los goles que no lograron sus jugadores.
En su camino se topó de frente con el volante David Guzmán, a quien intentó saludar. Esto luego de la polémica de media semana, cuando aseguró en una entrevista no saber quién era el volante morado. Guzmán lo ignoró.
Para el complemento, Soto ingresó sin mayores aspavientos y luego de conversar con el central Pedro Navarro se sentó en el banquillo tranquilamente y casi resignado por la derrota, pues en muy pocas ocasiones salió del banco.
Ya en zona mixta, Jafet Soto expresó que Herediano será más fuerte la próxima campaña.
“Yo me puse de interino porque no teníamos opciones para entrenador”, apuntó.
Indicó que él es de meditar todo y que ahora viene un profundo análisis.
¿Qué opina de los dos equipos que estarán en la fase final? “Nada, no tengo ningún criterio”, respondió