En una nómina con jugadores de la experiencia de Álvaro Saborío, Ismael Gómez, Álvaro Sánchez y Carlos Acosta, emergió una figura inesperada, pero trascendental para que los Toros del Norte vuelvan al rodeo de la Primera División: el portero Jason Vega.
El guardameta fue un baluarte para que San Carlos se mantuviera con vida durante el partido ante Jicaral, pues tuvo intervenciones determinantes para su club.
“Así es el fútbol, somos seres humanos, podemos cometer errores, es de hombres levantarse, afrontar las cosas y hoy lo hice. Pude responder para el equipo porque lo más importante es que la figura es el equipo”, comentó Vega.
En el momento de la celebración, a Jason Vega se le vinieron dos personas a la cabeza, Felipe Paniagua (un niño de ocho años que falleció de cáncer) y Román Arrieta, quien descuenta seis meses de prisión preventiva como sospechoso por delitos de tráfico de drogas y lavado de dinero.
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“Estoy sin palabras, la verdad, fue mejor de lo que soñé. Esto es para esta gente que nos vino a apoyar, para mi familia que siempre ha estado conmigo”, explicó Vega.
Vega había sufrido en los partidos anteriores ante Jicaral, pues en el duelo de ida cometió dos errores claros que se fueron directamente al marcador y se le señaló duramente.
Desde el arranque del partido de hoy parecía que el cancerbero iba a tener un día inolvidable, pues a los 17 minutos voló para impedir la apertura del marcador con el remate de Sebastián González.
Al cierre de la primera etapa desvió un disparo del capitán jicaraleño, José Guillermo Mora, con la fortuna de que la pelota se estrelló en el poste y no ingresó al marco.
En el tanto de Bryan Jiménez no tuvo nada que hacer Jason Vega, pues el remate de cabeza se incrustó en el ángulo contrario al que estaba protegiendo.
No obstante, el momento en el que Jason Vega se lució fue al minuto 57, cuando su equipo perdía 1-0 y tuvo un mano a mano contra Sebastián González, a quien de manera impresionante le ahogó el grito de gol con un achique salvador.
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Esa intervención le permitió a los norteños seguir en el partido y siete minutos después lograron el gol del empate que les permitió jugar los tiempos extra.
En el cierre del partido la cancha de la Asociación Cívica Jicaraleña se puso complicada por la lluvia, pero eso no entorpeció la labor de este guardameta
“Hoy Dios me llevó, yo no sentía nada, lo único que sentía era hambre de ser campeón. Me he esforzado, he luchado muchísimo”, finalizó Jason Vega.