¿Cuál es la valoración del paso por Herediano?
La verdad es que todas las sensaciones son buenas, positivas, salgo satisfecho, el rendimiento se mantuvo de bueno a muy bueno pese a los resultados. Si hablamos de estadísticas, de 24 ganar 12, perder solo cuatro y empatar ocho pues respalda. Al final algunos resultados fueron injustos, no merecimos algunas cosas y eso impidió un mejor desenvolvimiento.
¿Qué pasó? ¿Cuál es la explicación?
Hubo algunas circunstancias que sabíamos que teníamos que manejar, como el manejo del éxito. Me parece que a pesar de que lo comentamos, esto nos afectó. Lo hablamos desde el inicio, pero sabíamos que alcanzar el campeonato podía afectar, iba a ser complicado el manejo de ser campeón.
Por otra parte, en los primeros partidos no tuvimos al 50% de la planilla y mi enfermedad, que me sacó dos partidos, también afectó. Tuvimos situaciones circunstanciales y accidentales en cinco de los ocho partidos. Ahora en cancha, yo puedo decir que el rendimiento fue de bueno a muy bueno pero tuvimos lapsos en que no nos encontramos, por ejemplo contra Sporting no estuvimos bien. Además, no tuvimos la dosis de fortuna, tuvimos muchas opciones, no nos generaban y nos castigaban en la única que llegaban.
Para entenderle... ¿Usted termina conforme con lo visto en la cancha más allá de los resultados?
Sí, generamos muchas ocasiones, entre eficiencia y eficacia anduvo la cosa, no estuvimos finos en ambas áreas y eso nos impidió crecer.
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En el ambiente deportivo se utiliza la frase ‘le tendieron la cama’ ¿Le tendieron la cama a usted en Herediano?
Bueno, si usted analiza el último partido y ve cómo los jugadores se entregaron, cómo se frustraron... Además que fue notorio que ellos no escatimaron esfuerzos, no escatimaron pelear con el corazón, entregaron todo; pues eso habla. Yo no vi a ninguno con mala actitud y eso responde esto.
Siento que mucha de la actitud de ellos es por el campeonato. El agradecimiento independientemente de si jugaran o no fue importante de los muchachos hacia el cuerpo técnico.
¿Descarta que le trajera problemas internos la famosa conferencia en la que usted dice que los jugadores podían tener ‘campeonitis’?
Nosotros nos hablamos de frente y eso que dije en la conferencia lo dije en el camerino, yo lo conversé con ellos y les mencioné sobre algunos distractores que pueden influir y que teníamos que prestar mucha atención.
No falté el respeto a nadie. Aquí el problema es quién lo dijo, no qué dijo, porque si yo hubiese tenido otro acento dicen ‘¡qué buen mensaje de exigencia!’, pero como fui yo, pues dicen ‘que tipo más soberbio’, pero no es así. Ahí es donde se arma todo lo mediático que ya sabemos. Al tico no le gustan las cosas en la cara, y cuando se dicen así pues se comienzan a decir cosas y demás.
Pero por eso, para evitar malas interpretaciones. ¿Usted habló con sus jugadores luego de dicho mensaje?
Después lo conversamos y lo hablamos y sobre todo porque soy responsable de lo que digo, pero en la conferencia usted si la escucho, la vio, yo no evadí las culpabilidades, pero intenté darle una explicación a la afición herediana de lo que estaba sucediendo sin entrar en intimidades de camerino.
Ahora con la salida, la afición del Herediano me ha dado muestras cariño, estuve poco tiempo, siempre fui honesto y creo que eso es lo que agradecen, porque ellos se merecen la honestidad de quien es la cabeza del grupo, ellos tienen derecho de saber por qué se da algo bueno o se da algo malo.
Entonces no existió diferencia, ni grietas entre usted y los jugadores...
Esa diferencia se hubiera notado, pero hicimos un asado, con los futbolistas me llevé y me llevo súper bien. Yo di la cara cuando me fui y estaban dolidos.
No hubo grietas entre el cuerpo técnico y los jugadores.
Termina como el técnico campeón en el centenario pero también como el técnico con el peor arranque en la historia...
Lo positivo es de un hecho y un objetivo finalizado, lo otro es pues el peor arranque pero no es un hecho consumado perfectamente. Podíamos ser campeones en junio. Esto es una estadística pero no pasa de ser pasajero, lo minimizo porque no se compara a un hecho concluido con una circunstancia del momento. Maximizar el ser entrenador de un equipo que quedó campeón en su centenario lo hago porque no es un campeonato más.
Ya dirigió a Saprissa, Cartaginés y Herediano. ¿Está la Liga vetada para usted?
Yo creo que de los que más ganó con el título fui yo, el club ganó en el centenario, pero yo siento que Jeaustin Campos ganó más que un campeonato, el ser campeón con un equipo que es rival del club al que la afición me ligaba, siempre te dice cosas. El haber logrado este campeonato como se logró habla mucho de lo profesional, honestos y responsables que fuimos, porque afortunadamente o desafortunadamente la final fue contra Saprissa, el cual es un equipo al que le guardo un cariño enorme, que le tengo un aprecio, pero la ganamos y de forma profesional.
La mayor cantidad de amigos y no amigos liguistas pues me dicen que ojalá algún día esté ahí (risas)... Ahora, me ven neutro, este campeonato me enseñó que soy profesional y honesto. El liguismo lo ha reconocido.
Directamente: ¿Tiene vetada a la Liga como una oportunidad de trabajo?
Yo no sé si ellos conmigo, pero yo jamás la vetaría porque el trabajo es una bendición. Yo intentaré hacerlo de la mejor forma en donde quiera que esté. Como te digo, después de este título con Herediano creo que se me valora más por mi profesionalismo.
Wálter Centeno dijo que tanto despido de los banquillos del fútbol nacional es reflejo de la decadencia de nuestro fútbol. ¿Comparte esta opinión?
Volvemos al cliché mediático, porque yo siento que muchos factores pueden influir, por ejemplo: el cortoplacismo del campeonato obliga a esto. Por ejemplo, yo creo que acá en los procesos de los jóvenes debería darse más tolerancia, pero impera el aspecto económico, porque lo ideal es que el campeonato fuera largo y no corto solo por las taquillas de las semifinales y las finales. Esto condiciona a la dirigencia también.
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Entonces concuerda con Centeno. La diferencia es que usted cree que la enfermedad es la misma pero ve el origen en el formato del torneo.
Los procesos tienen que ver con el mediano y largo plazo y eso es lo que menos se da en el fútbol por el nivel de torneo. El vivir en el día a día repercute en la Federación porque no hay estabilidad para poner chamacos. Cuando yo estuve en Saprissa y estuvo la generación de Egipto 2009, esa gran cantidad de jugadores que tuvo Saprissa en esa selección pues ya habían jugado en Primera División. Hoy es más difícil porque pasan los partidos y ya te tienen la cabeza puesta en la guillotina si no das resultados.
Usted llegó a Cartaginés para un proceso, igual a San Carlos, a Herediano.. Cuando los dirigentes dicen que contratamos a Jeaustin Campos para largo plazo a quien engañan: ¿Al técnico o a sí mismos?
Siempre hay buenas intenciones, al final Luis Fernando Vargas en Cartago también quería eso. Cuando estaba Saprissa , en Herediano pues se habló de eso, pero yo no veo engaños. El problema son los accidentes en el trayecto, pero yo le echo la máxima responsabilidad a la estructura del campeonato, porque en uno largo sería diferente. El formato es un condicionante.
Pero es la misma dirigencia la que no cambia el formato.
Desafortunadamente es así. No podemos decir otra cosa, porque todos los resultados avalan que todo se ve condicionado por la estructura pero es la forma que tenemos de jugar actualmente.
¿Va a descansar o esperar un nuevo proyecto?
Si sale un muy buen proyecto, atractivo, donde pueda crecer, pues lo valoro. Si no, voy a dar un poquito de tiempo para planificar, porque si quisiera y tengo contactos buenos en Europa de exjugadores, por lo que quiero profesionalizarme un poco más.