El delantero hondureño Jerry Palacios dijo adiós a la afición rojinegra de la forma más amarga posible: perdiendo un clásico como local.
El ariete catracho ingresó de cambio al minuto 61, por Álvaro Sánchez, para disputar su último juego con la camiseta manuda antes de irse al Armed Forces FC de Malasia.
“Me voy triste. Quería jugar y anotar, quería ganar, no se pudo, pero Dios tiene su propósito y esta vez no quiso que ganáramos, pero el equipo está fuerte y se levantará de esto”, aseguró.
Dentro de la cancha cumplió una labor discreta. Estaba junto al cuarto árbitro esperando a que realizara la variante, cuando Adolfo Machado anotó el primer gol saprissista. Después entró al terreno para pelear los pelotazos y hallar algún espacio que le permitiera despedirse con gol.
No tuvo éxito. La opción más cercana fue un pase que Armando Alonso le cedió –cuando era él quien tenía que rematar– pero que Keilor Soto interceptó a tiempo para evitar el empate.
“Quizá él no se dio cuenta que estaba solo y pensó que yo estaba mejor posicionado, la verdad que si la pelota pasaba yo iba a anotar. Gracias al Caya , estoy seguro de que quería que me fuera con gol”, confesó el ariete de 32 años.
Palacios llegó al equipo manudo a mediados del 2012, luego de una temporada en el Platense del fútbol hondureño.
Con la camiseta rojinegra jugo 60 partidos, anotó 26 goles y –afirmó– recibió gran cantidad de enseñanzas.
“Me encariñé con el equipo y la afición. El fútbol costarricense es de gran nivel y me voy siendo un futbolista diferente a como llegué. Nunca esperé que la gente me diera tanto cariño”, añadió.
La partida de Palacios y las lesiones de Jonathan McDonald y Allen Guevara abrirán las puertas para que jóvenes como José Guillermo Ortiz y Alejandro Aguilar surjan como variantes de peso para los manudos en el cierre del Torneo de Invierno.