Sentarse en el banquillo de Liga Deportiva Alajuelense era una meta por cumplir que Johnny Chaves (qdDg) se había propuesto y que hace cuatro años y medio estuvo a nada de concretarse.
Fue el 5 de diciembre de 2017 cuando ‘La Nación’ reveló que Chaves le había dado el sí a Alajuelense, pero faltaba el aval del Santos de Guápiles, que era el club que para entonces dirigía y con el que le restaba año y medio de contrato. Un día después, el jerarca de los guapileños Rafael Arias dijo que para él la negociación con la Liga era un capítulo cerrado.
No era la primera vez que la Liga se fijaba en él. En el pasado, cuando Jorge Hidalgo era el jerarca de este equipo, Alajuelense intentó contratarlo en 2007.
El expresidente lo llamó y se topó con la sorpresa de que Chaves se encontraba en Europa, capacitándose, como lo hacía todos los años.
Le efectuó una consulta, pero no contestó inmediatamente. La comunicación se entrecortaba.
No dio un sí, pero tampoco un no. El tiempo pasó y la respuesta no llegó. De hecho, tampoco prosperó la conversación y nunca hubo una oferta formal.
Pero no era desinterés. En realidad, la razón es que en sus adentros, Chaves sentía que debía foguearse más para asumir ese reto de estar al frente de un club como Alajuelense.
Además, la Liga lo tenía en planes en primera instancia como director deportivo y a él lo que le interesaba era dirigir.
Optó por continuar con la UCR y luego de pedir refuerzos para el plantel académico y armar el equipo a su antojo, se enrumbó hacia el Viejo Continente para observar los partidos de la Eurocopa de Austria y Suiza.
Cuando se encontraba allá, la Liga lo volvió a llamar, pues el entonces técnico manudo, Luis Diego Arnáez, no seguiría en su cargo, lo que lo convirtió en la primera alternativa para sustituirlo. Esta vez, Alajuelense le ofreció el puesto de entrenador.
Las cosas cambiaban, pero lo meditó bien y pudo más su palabra, porque ya se había comprometido con la UCR.
“Le conté a mis padres que había rechazado la opción de la Liga y se molestaron, me dijeron que cómo era posible que dejara una posibilidad así. Mi papá (lleva el mismo nombre que su hijo) realmente se molestó bastante”, relató Chaves a La Nación en 2020.
El acercamiento directo con Alajuelense fue de nuevo en diciembre de 2017. Johnny Chaves ya se sentía listo y le había dado el sí a Fernando Ocampo, pero todo quedaba a la espera de que la Liga negociara su salida con Santos.
Todo hacía indicar que los guapileños no pondrían trabas en principio. Empero, todo cambió y La Nación sabe que la razón real para el cambio radical de posición es que uno de los patrocinadores fuertes del equipo intervino, porque no quería que Chaves se marchara de Santos.
El doctor Rafael Arias señaló en esa ocasión que la Liga nunca hizo una propuesta formal.
“Yo a ellos les di un monto, pero nunca me avisaron nada, ni me devolvieron la llamada. No he recibido contacto, posteriormente escuché que en una conferencia don Fernando Ocampo dijo que no le precisaba tomar la decisión, pues es una decisión de ellos, pero yo no puedo esperarme al lunes para saber si quieren o no. Si a ellos les interesaba Johnny debieron hacer la propuesta el lunes, no lo hicieron, pues ellos sabrán”, declaró el presidente santista el 6 de diciembre de 2017.
Tras esas declaraciones del Dr. Arias, Fernando Ocampo indicó esa vez que no haría comentarios al respecto. Lo que sí admitió el jerarca rojinegro es que se había reunido con Chaves, pero que tenía tres candidatos más.
Mientras todo eso pasaba, Johnny Chaves optó por hablar de frente con sus pupilos de entonces, en el Santos.
No era una despedida, porque aún no sabía si lo dejarían irse, pero tuvo una conversación en el camerino y les comentó que era real la opción de superarse, profesionalmente, en Alajuelense.
La opción se truncó. No solo se trataba de que Johnny Chaves anhelaba dirigir a los rojinegros algún día. En el club también lo catalogaban como un profesor de fútbol, un hombre con preparación, recorrido y experiencia para asumir su dirección técnica.
En enero de 2020, Johnny Chaves confesó que tiempo atrás recibió un regaño de su padre por rechazar a Alajuelense.
“Se podría interpretar mal que haya dicho que no a la Liga y la Sele en un mismo periodo”, afirmó el técnico pretendido por los manudos dos veces y por la Fedefútbol en una oportunidad, cuando se le ofreció el puesto de asistente de la Mayor.
“Hace un tiempo, cuando la Liga me ofreció irme con ellos, el presidente de Santos me había dicho que si por alguna razón me iba, él necesitaba tener un plan B. Me preguntó que a quién recomendaba y no era amenazante para mí. Le dije que Luis Marín era gran un candidato, porque tiene dos mundiales como asistente, fue campeón, jugador internacional y seleccionado en su momento, así que cuenta con todos los ingredientes”, relató en esa ocasión.
Johnny Chaves dirigió hasta cuando pudo. Luego se centró en luchar contra una enfermedad, de la que públicamente habló muy poco. Él jugaba el partido de la vida, pero seguía viendo fútbol.
Cuando Albert Rudé estaba a cargo de Alajuelense y decía que para conocer el entorno y prepararse para las instancias finales había optado por recibir consejos de técnicos experimentados, nunca dio nombres.
Pero La Nación sabe que una de esas figuras de experiencia con las que el español sostuvo varias charlas de fútbol y que lo aconsejó fue Johnny Chaves.
No dirigió a la Liga como tal, como tantas veces lo anheló, pero antes de partir, el técnico sintió la satisfacción de que los rojinegros lo tomaron en cuenta de nuevo, para que les diera su consejo.
También, en la última premiación de la Unafut a lo mejor de la temporada 2021-2022, se le hizo un reconocimiento. Él no pudo asistir a la gala, pero le hicieron la distinción al ser el cuarto entrenador con más partidos dirigidos en el país, con un registro de 602 juegos.
¡Que en paz descanse, don Johnny!