“Se podría interpretar mal que haya dicho que no a la Liga y la Sele en un mismo periodo”, confiesa el técnico Johnny Chaves, pretendido por los manudos dos veces y por la Fedefútbol en una oportunidad, cuando se le ofreció el puesto de asistente de la Mayor.
Cuando ya roza los 60 años y se alista para comenzar una nueva andadura en el club en el que echó raíces, el Santos, el veterano estratega todavía no dirige un equipo grande.
No por falta de oportunidad, reconoce.
A la fecha, su estatus en el banquillo proviene de su constante éxito en equipos con menor presupuesto. Por poco levanta la copa con Pérez Zeledón en su primer desafío en Primera y a Cartaginés lo clasificó a las fases finales con muy poco dinero para fichajes.
A la UCR lo sacó de la zona de descenso y lo llevó a la cuadrangular, y en el Santos marcó una era, en un largo proceso que le permitió convertirse en un protagonista frecuente en la disputa por la corona, sin aún conseguir el anhelado trofeo, la deuda pendiente.
Con tantas millas acumuladas, Chaves afirma que asumir un equipo grande todavía es un desafío; cree que le ha tocado decir “no” por circunstancias, ganándose un fuerte regaño de su padre cuando rechazó la primera oferta eriza.
Después de una buena campaña con los académicos, a finales del 2007, el entonces gerente rojinegro Jorge Araneda y el presidente de la institución, Jorge Hidalgo, le ofrecieron el puesto de director deportivo. Como solo le interesaba dirigir optó por descartar esa opción y aceptó la propuesta de la 'U' para continuar en su puesto durante dos años más.
Luego de pedir refuerzos para el plantel académico y armar el equipo a su antojo, se enrumbó hacia el Viejo Continente para observar los partidos de la Eurocopa de Austria y Suiza.
Cuando se encontraba allá, la Liga lo volvió a llamar, pues el entonces técnico manudo, Luis Diego Arnáez, no seguiría en su cargo, lo que lo convirtió en la primera alternativa para sustituirlo. Esta vez, Alajuelense le ofreció el puesto de entrenador.
Después de meditarlo con la almohada, Chaves volvió a declinar la opción, al considerar que ya le había dado su palabra a los universitarios.
"Le conté a mis padres que había rechazado la opción de la Liga y se molestaron, me dijeron que cómo era posible que dejara una posibilidad así. Mi papá (lleva el mismo nombre que su hijo) realmente se molestó bastante", agregó.
La Sele. Justo cuando se jugaba la Eurocopa, la Fedefútbol decide despedir a Hernán Medford del cargo de seleccionador y contrata a Rodrigo Kenton.
Esta vez, el presidente de la Federación, Eduardo Li, le pidió una reunión a Chaves y le hizo una buena oferta para que fuese el asistente de Kenton.
Aunque en un principio la alternativa le llamó la atención, luego la descartó, pues Kenton le explicó que su mano derecha no sería él, sino Victorino Quesada, su auxiliar de confianza.
Unos años más tarde, en el 2018, la Liga lo vuelve a llamar. Santos se preparaba para jugar la fase final del torneo y los manudos buscaban un nuevo técnico.
En esta ocasión, Chaves le dijo ‘sí’ al ofrecimiento del presidente Fernando Ocampo, con la condición de que debía negociar su cláusula de salida con los santistas. No hubo acuerdo en la reunión entre las dirigencias, lo que provocó que Chaves siguiera en Guápiles, hasta hoy.
A estas alturas, después de tantas opciones fallidas, el entrenador se enfoca en rearmar al Santos y volver a pelear por una clasificación, equipo al que ha metido cuatro veces en la fase final, desde mayo del 2015, incluyendo dos terceros lugares.
Aunque espera que, en el mediano plazo, se le vuelva a abrir otra puerta en un club grande, ahora su prioridad es consolidar el proyecto de los caribeños.
“Creo que hay que buscar ese campeonato que es lo que le falta a este proyecto. No lo veo como un proceso, sino como buscar consolidar este grupo, esta institución y este proyecto”, concluyó Chaves.