El fútbol le dio una lección a Jonathan McDonald y también le brindó una nueva oportunidad. Así lo considera el atacante que este martes inició pretemporada con Herediano, club que le abrió las puertas y lo fichó por dos años, una vez que Liga Deportiva Alajuelense se las cerró.
“Hay que desligarse de las cosas, no nos podemos aferrar a nada. Dios tiene un plan para cada uno de nosotros y hay que respetar lo que indique”, manifestó el atacante como introducción a una entrevista que concedió a La Nación.
- ¿Qué pasó para que se diera su salida de la Liga?
No sé, es una pregunta para los que toman las decisiones en la Liga. Siempre me entregué, siempre traté de hacer lo mejor posible dentro de la cancha y respetar el escudo que tuve, su idiosincrasia, sus valores y después de ahí no sé qué fue lo que pasó.
- ¿Cómo le dijeron que no lo querían ya?
El presidente Fernando Ocampo me hizo una llamada para reunirse conmigo y yo en realidad lo veía venir desde hace mucho tiempo atrás, por cambios y por algunas situaciones que estaban pasando, no me sentía que me estaban tratando bien y ya yo lo presentía al menos. Cuando me lo dijeron confirmé lo que sentía y obviamente como toda persona que trabaja, me dolió que Alajuelense me despidiera, pero hoy me siento valorado por Herediano.
Se supone que la figura de la parte deportiva es el gerente, pero Agustín Lleida nunca me quiso dar la cara ni un motivo futbolístico por el que me despidieron. Hay cosas que quedan ahí en el aire.
- ¿Cree que no entraba en los planes del proyecto de Agustín Lleida y Andrés Carevic?
No me pueden decir que no entraba dentro del plan si siempre jugué, entonces no sé, creo que deportivamente no hay algo que achacarme o reprocharme. Claramente que no podés estar donde no te quieren y yo acepté la invitación de ellos de irme del equipo.
- ¿Hubo algún encontronazo con Lleida alguna vez, o con Carevic?
Yo nunca he tenido un problema ni un enfrentamiento con un entrenador y él no iba a ser el primero. Con Agustín nunca, tampoco. Los que me conocen saben que yo soy frontal, cuando algo no me parece lo hablo, lo arreglo y ya. No sé si él tuvo algún problema conmigo y no quiso hablar de frente. Yo siento que es algo más personal que futbolístico, no fue por bajo rendimiento mío, o porque trajeron a alguien que simplemente me sentó y que no me dejó jugar un solo partido, porque siempre que estaba habilitado jugué.
- ¿Qué problema tiene Alajuelense hoy?
Yo no soy quién para evaluar el trabajo de nadie, pero la identidad la hemos perdido, porque de los que alguna vez salimos campeones con la institución solo queda (José Andrés) Salvatierra y es complicado. Si ellos creen que la forma de nosotros de comportarnos en el camerino no era la correcta para el objetivo, pues a nosotros nos enseñaron una forma de hacerlo y puede ser que para ellos no era el camino.
Yo siempre fui fiel a lo que me enseñó Luis Marín, lo que me enseñó Óscar Ramírez y ellos creían que no era la mejor manera. Aún así siempre respetamos, siempre fuimos de frente e incluso siempre rendimos y por algo estuvimos tantos años en una institución como la Liga.
- ¿Qué le dice el hecho de que un equipo le diga no lo quiero más, pero que de inmediato otro aparezca y le haga una oferta?
Yo creo que me valoran, me respetan y me quieren, porque a pesar de que fueron muchos años en los que yo no estuve en esta institución, me encuentro con dos personas como Aquil Alí y Jafet Soto que saben quién soy, cómo soy, cómo me manejo y las cosas que puedo dar y eso me llena muchísimo, de que hice las cosas bien, de que siempre me preocupé por mejorar y eso habla de que algo bueno puedo tener como futbolista y que por eso se fijaron en mí rápidamente.
- Analizando todos estos años suyos en la Liga, hubo cosas buenas y cosas malas. ¿Cómo lo ve usted?
Sí, hubo momentos que fueron complicados y hubo momentos que fueron dulces, felices, donde alcancé muchas cosas, desde el día cero hasta el último quise hacer historia y lo hice; me faltaron cosas, como todos.
Cometí mis errores, claro que sí, como todos en la vida hemos cometido errores, donde muchas veces se me señaló y se me juzgó injustamente y eso me complicaba.
Lejos de beneficiarme más bien me afectaba y podía incurrir en más errores. Así que creo que fueron mucho más las cosas buenas que hice que las malas y la verdad es que me voy con la conciencia tranquila de que en todo momento quise dar lo mejor de mí, entregué lo mejor de mí y eso me hace irme tranquilo y sereno conmigo mismo.
- ¿Eso de estar siempre bajo la lupa cómo es, que cualquier paso en falso se volvía un escándalo?
Es muy jodido, es muy complicada la parte emocional y mental, sabiendo que vos no podés hacer nada, que si te cambian y uno está molesto entonces lo que dicen es que McDonald siempre se enoja cuando lo sacan y si tan siquiera saben si la reacción es porque me sacaron, o es porque salí molesto por mi desenvolvimiento en ese momento.
O si salís riéndote entonces es que uno es un acomodado, que no le importa nada, que no siente la camisa.
Y si no muestra ninguna reacción entonces es que sos un pecho frío. Es muy jodido cuando te miden siempre con una vara diferente, donde por mucho tiempo, por muchos ratos, dejé de disfrutar del fútbol y pues, la verdad creo que es un desgaste emocional bastante fuerte.
Cada temporada mentalmente terminaba muy fatigado y son de las cosas que la gente no ve. La presión siempre estaba sobre mí, me veían con lupa y a otros los veían desde largo, a mí siempre de cerca, mi comportamiento, mi forma de ser, todo, hasta mis gestos querían criticar, entonces es complicado.
Yo de verdad les agradezco por toda esa crítica, porque me hicieron mejor persona, mejor ser humano, pero a veces siento que fueron injustos y muy duros conmigo y con otras personas no pasa absolutamente nada.
- ¿Cómo fue el primer día en Herediano?
Ya me presenté allá, con pruebas médicas, me tocó con un grupo que me recibió bien, en el que conozco a mucha gente de ellos porque algunos estuvieron en la Liga, otros me los topé en la Selección y en la cancha y no tengo queja alguna.
Me recibieron muy bien, con los brazos abiertos, sin recelo, sin ninguna envidia, sin nada, así que me debo a ellos.
Estoy con las mismas ganas, el mismo entusiasmo, con esa hambre de trascender, de hacer las cosas bien las voy a aplicar para Herediano, no tengo otra forma de trabajar, no tengo otro ADN. Así que de mí pueden esperar lo mejor, lo que siempre he tratado de hacer, de hacer las cosas bien y me reciben más maduro, más concentrado, más enfocado en lo que yo quiero.
- ¿Eso también es un mensaje a la afición de Herediano, porque quizás algunos están contentos con su llegada, otros no y los que le dan el beneficio de la duda?
Sí, yo sé que algunos dudan de mí o que algunos no me quieren ahí, pero lo único que puedo hacer yo es rendir dentro del terreno de juego y para eso se ocupa el tiempo necesario. Cuando empiece el torneo ahí van a ver, las palabras se las lleva el viento y cuando hay que demostrar, hay que demostrar.
De verdad estoy agradecido con Jafet, con Aquil, que me abrieron las puertas, que me respaldaron, que me dieron una mano cuando más lo necesitaba y donde sé que me van a querer, me van a valorar, me van apreciar, me van a defender desde ya hasta que ellos decidan, hasta que se acabe mi carrera o que me vaya yo para el extranjero.
- ¿El mensaje de despedida fue directo a la afición, a técnicos y a excompañeros, por qué?
Sí, la verdad es que tengo mucho que agradecerles a ellos. También hay dirigentes a los que tengo que agradecerles, como Raúl Pinto, que fue el que me abrió las puertas, con el primero que firmé mi primer contrato, a Tomás Guardia, que siempre estuvo conmigo.
Fernando Ocampo siempre se comportó como un caballero cuando estuvimos siempre de frente y hablamos las cosas claras y directas. Y eso se agradece.
Cuando uno se topa a una persona que es igual que uno, que le gusta hablar de frente, las cosas son más fáciles, no como con los que hacen las cosas por detrás, como algunos otros y ya. Se me podrán escapar algunos nombres, pero no quería generalizar, porque algunos no me trataron de la forma que me merezco.
Otras noticias
Jonathan McDonald se despide del liguismo: ‘Me invitaron a salir y me voy, porque el fútbol es así'