A falta de una semana para que se abra el telón del Apertura 2020, la Súpercopa dejó entrever que el cambio de aires le sentó bien a un Jonathan McDonald que diez años después vuelve a defender los colores de Herediano.
Con una camisa distinta, también reiteró que Saprissa es una de sus presas favoritas, porque más allá de los registros históricos que tiene en clásicos, fue el verdugo de los morados en esta competición, al marcarle dos goles.
El atacante muestra una cara muy diferente. Se ve relajado, jugando con paz y sin presiones adicionales.
Los defensas no se ensañaron tanto con él. De hecho, en el primer tiempo solo recibió una falta fuerte por parte de David Guzmán. Además, siempre se hablaba de que los silbateros lo medían diferente, pero en el Estadio Nacional pasó inadvertido para el cuerpo arbitral.
Además, no hubo una sola vez en la que él le hiciera algún reclamo al central Juan Gabriel Calderón.
Da la impresión de que ser despedido de la Liga era lo que necesitaba para encontrar tranquilidad en otro lugar. También pareciera que en su segunda etapa con los rojiamarillos, al fin logrará lo que tanto añoraba y es que el pasado deje de perseguirlo.
En el primer tiempo, Mac tocó la pelota en 12 ocasiones, en jugadas con Gerson Torres, Esteban Granados y un pícaro John Jairo Ruiz que dejó una buena impresión.
Las cosas mejoraron para él en el complemento. Protagonizó una jugada de peligro en el minuto 54, cuando sacó un remate que pegó en el horizontal de Aarón Cruz.
Calderón pitó la pena máxima por falta en el área de Alexánder Robinson sobre Gerson Torres. Cualquiera pensaría que la ejecución le correspondería al capitán florense Yendrick Ruiz.
Sin embargo, ese fue el momento en el que los rojiamarillos le dieron la bienvenida a McDonald, al designarlo como el lanzador de ese penal que iba a ser determinante en el partido.
Herediano así le daba a entender que confiaba en él; pero a la vez lo sometía a prueba, porque un mal lanzamiento lo iba a poner en la mira y lo expondría a las críticas.
McDonald se tomó su tiempo. No quería fallar, se ajustó los tacos con paciencia, puso la pelota en el manchón blanco. Al estar frente a frente con Aarón Cruz se mostraba tranquilo, meditó cómo lanzarlo y con disparo de derecha anotó.
“Ya lo habíamos hablado. Primero felicitar a mis compañeros, porque sin ellos no es posible esto, agradecerle a Dios y a la vida, a Jafet (Soto) por traerme y a Aquil (Alí) y su junta directiva y a la afición herediana por recibirme y al camerino”, manifestó McDonald en FUTV.
Reiteró que lo del penal ya estaba conversado, porque aseguró que en un camerino sano todo se habla.
“Hace una semana lo hablamos Yendrick y yo, que él está a tres goles del récord y en la charla dieron tres nombres, Yendrick, Gerson o yo, que el que estuviera mejor. Pasa el penal, Yendrick y yo nos volvemos a ver y él me dice pegale vos, es un tema de confianza, de compañerismo, donde el egoísmo no puede existir”, citó.
Pero faltaba más. En el cierre del partido, Esteban Granados centró y Mac con el borde interno marcó su segundo tanto contra Saprissa.
“Contento, un título más y estoy feliz por eso. Yo cuando vi a Granados que recuperó, marcó, presionó, eso lo inyecta a uno, cuando uno tiene a un compañero así a la par, lo veo que sostiene la bola, va y va y es todo o nada, logré meter ese pique y tener la tranquilidad que a nosotros los delanteros nos cuesta para definir y tomar la decisión”, destacó McDonald.
Reiteró que se siente feliz. “Es un torneo más, es un torneo para la vitrina de Herediano y la verdad contento. Tengo mucho de no obtener un título, así que esto me sabe muchísimo. Puedo dormir tranquilo y en paz”.
Además, indicó: “Cuando uno llega a un equipo donde hay gente que te recibe bien y te valora y te quiere y te aprecia, las cosas salen. Para nadie es un secreto que fueron días difíciles, pero la confianza que me da Jafet y la confianza que me dio Aquil cuando fue a recibirme. Hace unos días le agradecí, porque es bueno tener ese respaldo. La única forma en la que puedo agradecer es en la cancha”.