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Josimar Alcocer es uno de esos jugadores pulidos en el semillero rojinegro y que anhela ganarse un cupo en el primer equipo. El próximo mes cumplirá 17 años. Fotografía: Prensa Alajuelense
Josimar Alcocer Mc Cook es uno de esos rostros jóvenes en la pretemporada de Alajuelense y pese a su corta edad, su nombre no es desconocido, principalmente porque el año pasado fue uno de esos cachorros que jugaron en la Liga de Ascenso con Mauricio Montero.
Su papá es de Puntarenas, su mamá es de Siquirres y él nació en San José.
Para don Oldemar Alcocer y doña Beverly Mc Cook no fue difícil identificar casi desde los primeros pasos que su hijo tenía mucha afinidad con el fútbol.
Tampoco los tomó por sorpresa, porque al repasar su árbol genealógico desde la rama materna, es primo de Waylon Francis, Roy Myers y Michael Myers.
Aquel chiquito empezaba a crecer en Escazú y don Oldemar decidió llevarlo a la Academia Franklin Monestel.
“Él era muy niño, en mi academia solo tenía gente de plata, pero en la cancha de San Rafael se comenzaban a asomar cabecitas de chiquitos de la escuela, otros del Bajo Los Anonos, algunos descalzos y se me fueron mezclando”, recordó Franklin Monestel.
Para esos pequeños no había distinción de clases sociales, todos eran de los mismos, unidos por la pasión de querer jugar fútbol.
Era una filial de Alajuelense y Monestel recomendaba a los niños con más cualidades a visores como Mauricio Montero, Gerardo ‘Lalo’ Chavarría y Enrique ‘Quique’ Vásquez.
“Vinieron, los vieron y se llevaron seis o siete jugadores, entre ellos, Josimar. Desde chiquitito, aquí en la academia ya se vislumbraba con un futuro promisorio, por las condiciones técnicas y la velocidad que él tenía. Nosotros lo que hacíamos era potenciar esas cualidades”, recordó Monestel.
Contó que la academia hizo una gira a Cuba y Alcocer fue una sensación.
“Los cubanos se quedaban asustados viendo jugar a ese chiquito de 9 añitos. Luego vinieron los visores de la Liga, los seis elegidos pegaron, pero el único que siguió y continúa es Josimar”.
Hizo una pausa para recordar que él sabe detectar talentos. Tiene la corazonada de que Alcocer llegará lejos, como le sucedió en el pasado cuando vio a futbolistas como Mauricio Wright, Rolando Fonseca, Óscar Ramírez, Vicente Rocela y Johnny Cubero y los recomendó para que pasaran a equipos superiores, o cuando descubrió a Hernán Medford, según cuenta.
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Josimar Alcocer llegó a Alajuelense cuando tenía nueve años y hoy es parte de la pretemporada del primer equipo. Fotografía: Cortesía
“Mi academia tiene talentos que no provienen de familias adineradas y en el caso de Josimar hay que valorar el esfuerzo de los papás, porque él está en la Liga gracias a los papás, porque ellos no tenían ni los pases para ir”, citó.
Y agregó: “Hay padres que tienen dinero y otros que no, como en el caso de ellos. Eran gente humilde, no pobre, pero sí muy sencillos y no tenían recursos. A Josimar lo salvaba que de los chiquitos que yo mandé a la Liga, la mamá de uno tenía carro y lo llevaban y lo traían. Es una historia de superación. Está en Alajuelense y Dios quiera que debute en Primera”.
Paso a paso. Don Oldemar recuerda con nostalgia ese momento en el que a los cinco años, el delantero ingresó a la Academia Franklin Monestel y que cuatro años después, la Liga se lo llevó tras una visoría.
“Sin estar inscrito, Josimar duró seis meses en pruebas en la categoría 2004. En ese entonces se jugaba fútbol siete, no era como hoy. Empezamos, viajábamos desde Escazú hasta las canchitas anexas al estadio”, contó don Oldemar.
Hubo un momento en el que él decidió hablar con Mario Alvarado, porque ya no podía estirar más el dinero y no quería cortar el sueño futbolístico de Josimar.
“La plata no me estaba dando, yo me gastaba ¢5.000 ida y vuelta y de trabajar en lo propio me tuve que meter a una empresa. Entre Mario Alvarado, Marvin Vega, Pablo Izaguirre y Crisanto Ulate vieron que Josimar tenía un potencial y fue cuando ellos me lo inscribieron”.
Además, recibió una beca que fue un alivio económico para que él siguiera, porque a veces le tocaba ir hasta El Cacao de Alajuela a entrenar.
“Empezó con la 2004 y tuvo la dicha de salir campeón tres años consecutivos con ese equipo. Ahí tuvo a los gemelos Rodríguez (Édgar y José), a Pablo Izaguirre, Cristian Oviedo, Mario Alvarado, Crisanto Ulate y Mauricio Montero. Y yo estoy muy agradecido con todos por todo lo que aprendió con ellos”.
Alcocer es fiel testigo de toda la reestructuración que tuvo la liga menor de Alajuelense.
“Seguimos y se vino lo del Centro de Alto Rendimiento (CAR), que para mí fue como una bendición de Dios, al igual que haya llegado Agustín Lleida. Yo siempre le digo a Josimar que él siempre va a tener ángeles en la espalda de él y para mí don Agustín es uno de ellos, igual que Víctor Badilla”, relató don Oldemar.
Hace tres años, él estaba sentado en las graderías del CAR, observando un partido de su hijo en la época cuando la Liga ejecutó una sacudida en el semillero rojinegro.
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Don Oldemar Alcocer (izquierda) siempre ha hecho todo lo posible para que su hijo Josimar consiga su sueño de ser futbolista. Fotografía: Cortesía
“No es porque sea mi hijo, pero yo siempre he creído en el talento de Josimar, yo le decía que no se asustara, que él se iba a quedar y que iba a llegar. Cuando se dio la reestructuración él siguió y jugó en los torneos en una categoría mayor a su edad y él feliz, porque es demasiado liguista”.
Por todo lo que han vivido en este proceso de formación, don Oldemar asegura: “El sueño de él se empezó a formar cuando llegó al CAR, cuando Agustín vio que tenía potencial, que me lo llevó a las visorías al Pachuca y ahí empezó más profesionalmente, porque antes todo dependía de mí, de eso dependía si seguía o no, porque no tenía el apoyo de la institución. Ahora él está con un sueldo”.
También llegaron los llamados a las selecciones menores.
“Les agradezco a Harold Wallace y a Douglas Sequeira por creer en él, fue a una gira a Europa, fue campeón de Uncaf con la Sub-15 en Belice y eso fue una vitrina para que vaya surgiendo. Yo le acabo de extender el contrato con la Liga, se lo firmé a Agustín y vamos a ver qué pasa”, destacó.
Alcocer cumplirá 17 años dentro de un mes y pese a su edad, ya tiene la experiencia que adquirió el año pasado en la Liga de Ascenso.
“Él está entrenando con el primer equipo y vamos a ver. Agustín me preguntó que qué me ha dicho Josimar de estos días y yo le respondí que está contento con la oportunidad, que espera no fallarle a nadie y menos a él mismo”.
Su tarea es pulir su físico y sacar masa muscular.
“Por genética el negro es muy fuerte, pero claro que a Josimar le hace falta masa muscular. En la Segunda me lo desplazaban muy fácil, pero estaba midiéndose a jugadores como Lemark Hernández, Pedro Leal, Cristian Montero, que eran mañosos y fuertes, pero nunca se arrugó. Yo le había dicho que lo iban a zarandear y debía pararse duro. En su crecimiento físico lo veo muy bien”, citó.
Alcocer construye su sueño en el CAR, ahora entrenándose con la Primera División, siendo un talento de 16 años y 11 meses.
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