En el fútbol se puede ir de arriba a abajo en un abrir y cerrar de ojos. Con apenas 25 años, Jossimar Pemberton tiene muy claro esto, tras experimentar un retiro obligado por falta de pago y obstáculos personales que por poco lo sacan por completo de la Primera División.
Pemberton acarició la cima en el 2016 al fichar con Alajuelense, luego de su buen papel con Limón. Sin embargo, no logró consolidarse y poco a poco perdió protagonismo. El atacante pasó a préstamo a Liberia y luego se convirtió en ficha de los pamperos, donde vivió momentos complejos dentro y fuera de la cancha, que lo llevaron a prácticamente no jugar en el semestre anterior.
En el Clausura 2018 apenas disputó 56 minutos (23 en la fecha dos y 33 en la jornada tres), luego de esto desapareció del balompié profesional, las razones: atrasos salariales y falta de pago que incluso le acarrearon problemas con la justicia por pensión alimenticia, no obstante, vino un golpe aún más fuerte, el fallecimiento de su padre.
“Pasé por momento difíciles, mucha gente no sabe lo que viví en Liberia, donde faltaba el pago y luego todo eso se unió al fallecimiento de mi padre, que fue muy duro...Es difícil estar jugando sin salario, con atrasos y deudas, pero esto lo hace a uno valorar cuando está en un equipo y lo tienen al día”, manifestó el jugador.
Pese a todas las complicaciones con las que lidiaba, Jossimar afirma que un mes después de experimentar la pérdida de su papá, llegó una nueva luz en su vida con el nacimiento su hijo Josiemerick.
Luego de esto, Cartaginés le abrió las puertas y rescató a uno de los jóvenes talentos que se proyectaron del Caribe. Luis Fernando Fallas, quien ya lo conocía, y Paulo César Wanchope confiaron en las habiliades del atacante y le plantearon la opción de regresar al fútbol. El domingo anterior debutó con su nueva camiseta.
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“Dios es grande y me tiene de vuelta en el fútbol. Ahora estoy trabajando para alcanzar mis metas individuales, aunque primero son las grupales… Mi madre, mi familia y mi mujer, Nancy Sandoval, siempre han estado a mi lado y han sido muy importantes. Además, pesó mucho la oportunidad que me están dando el profesor Fallas y Wanchope”, agregó.
La idea de retirarse por completo no le pasaba por la mente al veloz jugador, pero las puertas no se abrían y todo se hacía mucho más complejo, según reveló. Incluso, señaló que la antigua directiva de Limón tampoco se le acercó.
De su paso por la Liga no se arrepiente, dice con mucha seguridad, más allá de no haberse consolidado como pretendía; tampoco guarda rencores.
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“Siempre estuvo la oportunidad de volver al fútbol, pero por lo que estaba atravesando en mi vida no lo tenía tan claro. Por dicha pude superar lo de mi padre y un mes después nació mi hijo, a quien amo con todo mi corazón y es mi motorcito. Gracias a él y a toda mi familia estoy de vuelta. Estoy agradecido con Dios por ayudarme a sobrepasar esos momentos tan duros y todas las adversidades”, finalizó.