El joven Josué Abarca vive un sueño hecho realidad al debutar en Primera División con 16 años, defendiendo los colores de la UCR, pero detrás de esta oportunidad hay sacrificio, empeño y dedicación.
Abarca responde de manera corta a todas las preguntas, se le nota tímido al inicio de cualquier conversación, pero en el campo es otro, a tal punto que el técnico Guilherme Farinha lo hizo ingresar de cambio contra Saprissa y el volante extremo no se escondió en ningún momento, característica que le alabó el estratega al finalizar el partido.
El juvenil es oriundo de Pérez Zeledón, se mudó lejos de su familia desde hace tres años para vivir en El Carmen de Goicoechea, donde ha tenido que empezar de cero en las labores domésticas.
El futbolista dice que el estudio también es su prioridad, por eso cursa el décimo año en el Instituto Benedicto XVI en San Rafael de Alajuela. Esto se debe a que él ingresó a esa institución educativa cuando formaba parte de la Academia Wílmer López, y aunque cambió de equipo, decidió seguir estudiando ahí.
Para el jugador, hacer el desayuno o el almuerzo es más difícil que ganarse un campo entre muchos jóvenes que desean debutar en la máxima categoría.
Por su relato, Abarca tiene los pies en la tierra: "Me siento bastante feliz, a muy poca edad logré debutar en Primera, es un orgullo y por eso debo esforzarme más. Esto apenas comienza y quiero tener una buena carrera, pero para eso debo espero ser regular esta temporada y poder consolidarme en este equipo".
El muchacho extraña a su familia, pero afirma que este sacrificio le permite madurar de golpe y ser aventajado a su edad. "Hablo con mis papás siempre, los necesito, me hacen falta, la familia es muy importante y yo la tuve que dejar a mis 13 años".
La nueva cara en el conjunto académico tiene un buen sentido del humor cuando entra en confianza y sonríe cuando se le pregunta por el entrenador Farinha.
"Me ha ido bien con Farinha, lo que debo hacer es esforzarme para seguir aprendiendo de él. Me cuesta entenderle a veces lo que me está diciendo, pero se lo pregunto a un compañero y ya entiendo. Es bastante duro. Conforme pase el tiempo voy a captar sus palabras más rápido", agregó.
Su debut frente a Carmelita lo dejó pelón, pues sus compañeros lo raparon: "Tenía el pelo lacio, bien formado".
El colegial pretende no quedarse en promesa, desea ser una realidad lo antes posible, aunque sin quemar etapas que le ayuden a formarse.
Abarca es seleccionado nacional Sub-17 y ya tuvo su primera experiencia como legionario, al hacer una pasantía en el Porto de Portugal, oportunidad que le dieron sus representantes de Futbol Consultants.
Por su parte, Farinha no para de elogiar a su debutante. Luego de su actuación ante la S en la segunda fecha, el entrenador aseguró que va por buen camino.
"Toda la gente miró la calidad que tiene el muchacho, es un talento costarricense que tenemos que apoyar. Ojalá que no le pase nada y que no sufra lesiones. Ustedes vieron que pide bola para jugar, que no se esconde, ya eso habla bien", explicó Farinha.
Será el tiempo, quien dicte si llegue a ser más que una promesa, pero al menos a Abarca se le ve esa determinación en sus ojos.