Mathías Ruiz acaba de cumplir 15 años y el fútbol corre por sus venas. Es descendencia de ‘Los Nietos del Abuelo’, al ser el primogénito de Bryan Ruiz. Solo que su historia es distinta a la manera en la que empezó su papá.
Desde muy pequeño, Mathías entró a una escuela de fútbol. Siempre había permanecido fuera del ojo mediático, hasta que acompañó a su papá, Bryan Ruiz, a la conferencia de prensa donde se dieron mayores detalles sobre lo que será el partido de despedida del ‘10′.
Para el 17 de diciembre habrá dos Ruiz en la cancha, en ese esperado juego entre Alajuelense y Twente que marcará el adiós de Bryan.
“A Mathías le encanta el fútbol, está en un equipo y se sigue preparando. El sueño de él será intentar jugar en Primera División. Si es el sueño de él vamos a apoyarlo, ojalá pueda conseguirlo y si no, tiene ciertos sueños añadidos a eso”, reseñó Bryan Ruiz cuando dio a conocer que convocó a Mathías para su partido de despedida.
Eso sí, advierte que es un muchachito en formación y aunque no está preparado para jugar contra un equipo muy grande, será parte de su despedida.
“Quiero que juegue unos diez minutos del partido, esa es una de las sorpresas. No para que se ponga nervioso, es para que se prepare. También un poco para que el público entienda. No está preparado para jugar este tipo de partidos, se está preparando para poder estar en unos años, pero para mí sería lindo tenerlo ahí en la cancha del Morera”, mencionó.
La primera entrevista de Mathías
Bryan tenía más de media hora de responder las consultas de la prensa y Mathías estaba ahí, en el Hotel Hilton, en La Sabana. Era uno de los presentes en la conferencia.
Bryan atendía por aparte a varios comunicadores y por ahí estaba Mathías, conversando con el encargado de prensa de Alajuelense, Daniel Sanabria.
La Nación los interrumpió y le preguntó a Mathías si quería contar lo que sintió cuando su papá le dijo que lo quería a su lado en ese partido entre Alajuelense y Twente. De inmediato dijo que sí.
“Cuando me lo dijo yo sentí un montón de emociones en ese momento, pensé en el futuro, pero en el momento en sí. Y como yo digo, es de disfrutarlo, no tengo que pensar en nada cuando esté con él esos minutos en la cancha, es que lo disfrutemos los dos y que lo disfruten todos”, expresó Mathías Ruiz.
Unos minutos después lo abordaron más medios de comunicación. En un instante, estaba rodeado de periodistas.
En sí no le agrada mucho pensar en que su papá está a pocos días de retirarse, pero sabe que es lo mejor.
“Tiene ese problema de la lesión en la espalda y la edad es lo que perjudica, pero yo opino que él siempre ha sido un jugadorazo en todos los sentidos y por algo es el capitán de la ‘Sele’ y por algo vivió toda esta carrera espectacular desde hace años”.
Mathías admira a Bryan como papá y como futbolista. Y sabe que es la persona más indicada para aconsejarlo. Por eso, siempre lo escucha con atención.
“Él me dice que disfrute cada momento que tengo, que juegue todo lo que yo quiera y al final, si es lo que Dios me tiene preparado, que lo disfrute con todo”.
Aunque practica otros deportes, contó que no les dedica tantas horas y tanto esmero como al fútbol. Al final, es una pasión heredada.
“Imagínese las ganas que tengo de jugar ese partido con él. Estoy entrenando y dándole con todo. Estoy con mi equipo, a veces hago entrenamientos con él”.
¿Cómo se describe?
“Me gusta tener la bola, me gusta tenerla en los pies y tocar. Soy mediocampista, no tanto como mi papá, que es más ofensivo, yo soy más del medio”, respondió Mathías.
Se desempeña como volante mixto. Es un ocho y dice que es la posición que más le gusta para desempeñarse, porque es defensiva, pero también ofensiva y de creación.
LEA: Así juega el hijo de Bryan Ruiz
Sabe que en su momento vendrán las comparaciones y no le hace mucha gracia, porque él quiere hacer su propia carrera, aunque a la vez es algo que le da mucho orgullo. Él sabe el peso de su apellido en el fútbol nacional.
“Es una presión que me ha tocado en realidad toda mi vida. Mucha gente me lo ha dicho y me lo ha preguntado, pero está en mi vida y lo que vaya a ser de mi carrera hay que disfrutarlo. Yo soy una persona totalmente diferente a mi papá y sería muy bonito que me reconocieran por mí y no solamente por él”.
Mathías es parte del equipo U-15 de Fútbol Consultants y entró a esa academia desde que tenía unos cinco años. Desde entonces, ha tenido varios entrenadores.
Espera con ansias que llegue el 17 de diciembre, no en sí por el retiro de Bryan, sino porque él será parte de esa fiesta.
“Sinceramente lo que más me preocupa en realidad es jugar. Uno siente unos nervios increíbles, pero tengo demasiadas ganas. Quien sabe si en el futuro se da alguna ocasión ahí, pero esta será la primera vez que yo juegue con él”.
¿Y la Liga?
En lo que fue este regreso de Bryan Ruiz a Alajuelense, a Mathías se le vio ir con frecuencia a verlo jugar, principalmente a los partidos de estos últimos meses.
Ahí estaba por lo general en una butaca del palco sur, al lado de sus hermanitos Benjamín y Leonardo. Todos con la camisa rojinegra de la Liga y con el 10 en su espalda.
“Yo que he ido al estadio y todo sí le tengo un aprecio, es un club hermoso, la afición es así, que siempre apoya. Siempre me ha gustado la Liga”, afirmó Mathías.
Ante la consulta puntual de si se ve jugando con Alajuelense en algún momento, respondió: “No sé, eso lo decidirá el futuro (ríe...). Sí es un sueño que me gustaría cumplir, pero mi máximo sueño es jugar un Mundial”.
Su papá estuvo en Brasil 2014 y Rusia 2018. Está a pocos días de viajar para ser parte de Qatar 2022. Inclusive, aún no hay una explicación del por qué no estuvo en la lista final de Alemania 2006. Y si Costa Rica hubiese ido a Sudáfrica 2010 ahí habría estado.
“Para ir a un Mundial hay que trabajar mucho, como él me dice, hay que trabajarlo, no todo es gratis en la vida. Hay que trabajar, trabajar y trabajar”.
Por eso, Mathías es el primero en buscar a Bryan para pedirle ayuda.
“¿Pa, qué puedo mejorar? Siempre le pregunto cuando me va a ver o a entrenar y él me dice las cosas, como la técnica, el pase, todo. Él me exige que sea mi mejor versión siempre y siempre está ahí apoyándome”.
Antes de ese juego de despedida, Mathías piensa en Qatar 2022, porque está seguro de que será un Mundial espectacular y lo que más quiere es su papá disfrute al máximo estos últimos partidos.
Mientras tanto, Mathías sigue entrenando, porque está convocado para el partido entre Alajuelense y Twente.