Ese camino de área a área debió ser interminable para Kevin Chamorro. Solo él sabe qué pasó por su cabeza en ese momento, mientras los aficionados de Alajuelense lo despedían con la conocida canción: “que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, ese no es un portero, es una p… de cabaret”.
Kevin salió expulsado por un planchetazo sobre Ian Lawrence, se ganó la segunda amarilla y de inmediato observó la roja. Bien expulsado, incluso hasta pudo haber recibido la expulsión de forma directa.
Kevin se desconcentró. Minutos antes, fue amonestado por tardar mucho en efectuar el saque de puerta. Perdió tiempo y, tras ser amonestado, perdió la concentración.
Luego de que Juan Gabriel Calderón, árbitro del partido, lo amonestara por primera vez, Kevin Chamorro no supo cómo actuar en la jugada siguiente. Salió muy largo de su marco y cometió la falta a Lawrence.
Mientras caminaba hacia el vestuario, Kevin hizo un gesto con su mano izquierda, dando a entender que hablaban mucho, seguramente dirigido a los seguidores rojinegros, quienes le cantaban. Leonel Moreira lo miró al pasar cerca de él, pero Chamorro no levantó la cabeza hacia su colega.
Vladimir Quesada, técnico de Saprissa, llamó a Esteban Alvarado para reemplazar a Kevin, quien por primera vez en su carrera, sale expulsado de un partido. Alvarado, quien solo había jugado un partido en este torneo y tenía casi cuatro meses sin actuar, volvió para tomar la brasa entre sus manos.
Antes de que expulsaran a Chamorro al minuto 39, se lució con un mano a mano frente a Jonathan Mora. Lejos estaba de imaginar que luego, todo el Estadio Alejandro Morera Soto se le iba a venir encima.
El gesto de Kevin Chamorro, arquero del Deportivo Saprissa, tras ser expulsado. Hablan mucho pareció decirle Chamorro a la afición manuda. (Jose Cordero)
Empezó su carrera periodística cuando los hoy técnicos Mauricio Wright y Hernán Medford eran jugadores de la Selección Nacional de Costa Rica y el Paté Centeno apenas un jovencito tratando de hacerse notar en el fútbol nacional. Creció en el periódico Al Día y hoy mezcla en La Nación su espíritu de reportero y la experiencia de casi 30 años.
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